En torno a las 11,00 horas de hoy, la banda terrorista ETA ha vuelto a demostrar su habitual cobardía haciendo explosionar un coche bomba en la Universidad de Pamplona. Es la sexta vez que los nacionalistas vascos de ETA se trasladan a la comunidad autónoma de Navarra para atentar contra los estudiantes universitarios de ese territorio.

En esta ocasión han sido terroristas vascos de Guipúzcoa los que, después de robar un coche en Zumaya, lo cargaron de explosivos y lo trasladaron a la comunidad autónoma vecina para reventar la Universidad, probablemente para, de algún modo, mostrar su rabia por la reciente desarticulación del nuevo comando Nafarroa de ETA, o quizá porque ese centro de estudios superiores -al contrario de lo que sucede con los centros vascos- se escapa a su control, lo cual, como buena mafia que son, no pueden permitir.

En esta ocasión los nacionalistas vascos han querido hacer el máximo daño posible, ya que, cuando han avisado del atentado, desde Vitoria, no han precisado la ciudad donde explotaría la bomba. Únicamente dijeron que un coche bomba haría explosión en el campus universitario, sin dar más explicaciones, y las autoridades se han visto obligadas a empezar a avisar a todas las Universidades, lo cual ha resultado poco menos que imposible debido al poco tiempo que quedaba entre el aviso y el momento de la explosión.

A consecuencia de este nuevo atentado de ETA ha habido 29 estudiantes heridos de diversa consideración, aunque, por suerte, ninguno de especial gravedad. La mayor parte de los heridos han sido atendidos de cortes en distintas partes del cuerpo, daños en los tímpanos y varias contusiones debido a la onda expansiva.

En el momento de la explosión había unos mil alumnos en las instalaciones, y las fuentes consultadas aseguran que ha sido un milagro que no haya habido muertos. La biblioteca, muy próxima al lugar de la explosión, estaba llena de estudiantes cuando se produjo la deflagración, y el aparcamiento donde los terroristas aparcaron el coche es el que utilizan, tanto los profesores como los alumnos de la Universidad, muchos de cuyos vehículos acabaron totalmente calcinados. Ha sido una suerte el que en ese preciso momento no hubiese nadie aparcando.

Con este nuevo atentado, ETA pretende demostrarnos a todos que tiene fuerza suficiente para poder seguir asesinando inocentes, y al mismo tiempo quiere dejarnos claro que Navarra y sus gentes le pertenecen, y es evidente que también nos quiere decir que no dejará de cometer atentados hasta que nos rindamos a sus patéticos deseos de expansionismo fascista.

Este nuevo ataque contra la Universidad de Navarra es una muestra más de la aversión que siente el nacionalismo vasco hacia cualquier modo de impartir cultura que se salga de las tesis del fascista, racista y reconocido hijo de puta, Sabino Arana, maestro y fundador del nacionalismo vasco.