DIARIO LA RAZÓN (26 de abril de 2002)
Documentos
de la Audiencia demuestran que Eta excluye a Elorza como objetivo
El alcalde de San Sebastián acusó a LA RAZÓN de mentir tras haber publicado la información
El presunto miembro de Eta Unai Bilbao Solaeche, «Ander», perteneciente al «comando Bakartxo», que perpetró el asesinato del concejal socialista de la localidad de Orio, Juan Priede, manifestó el pasado 27 de marzo ante la Guardia Civil, en presencia de un abogado, que el cabecilla de la banda Juan Antonio Olarra Guridi les dio «instrucciones sobre los objetivos que teníamos que actuar, como son los concejales del PP, policías y concejales del PSOE exceptuando a Odón Elorza, alcalde de Donostia». Unai Bilbao reconoció además que era miembro «liberado» de la banda asesina.
J. M. Zuloaga / F.
Velasco - Madrid.-
Esta información, difundida
por LA RAZÓN y la agencia de noticias Vasco Press, fue puesta en cuestión por
el propio alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, y por algunos dirigentes del
PNV. La declaración de Bilbao Solaeche ante la Benemérita, a la que ha tenido
acceso este periódico, no puede ser más explícita y confirma la información
en todos sus términos. Elorza llegó incluso a calificar de «cuadrilla de
irresponsables» a los periodistas que habían difundido la noticia.
En sus declaraciones a la Guardia Civil, Unai Bilbao reconoció
además que pertenecía a Eta y que era miembro «liberado» (a sueldo) de la
banda asesina.
Su integración en esta organización criminal se produjo en
octubre de 2001 a través de un individuo de la localidad vizcaína de Ortuella
que le entregó una nota en la que se le marcaba una cita en una localidad del
sur de Francia.
Cursillo
También en suelo galo
Unai Bilbao recibió el cursillo sobre el manejo de armas y explosivos, que le
fue impartido por «Jokin» y «Peio» (Carasatorre y Lete Alberdi,
recientemente detenidos).
Durante su estancia en Francia, los cabecillas de Eta le
indicaron que iba a ser miembro «liberado» de la banda para «trabajar» en
Guipúzcoa. Unai y el otro pistolero del «comando», Ignacio Bilbao, «Batxu»,
decidieron que el nombre de este grupo criminal sería el de «Bakartxo» en
homenaje a la primera mujer etarra muerta en enfrentamiento con la Guardia
Civil.
La infraestructura del «comando» estaba integrada por otros
grupos, según un informe de la Guardia Civil aportado a la Audiencia Nacional:
el «Piperrak», el «Zuzen» y el «Tupi». El primero de estos tres grupos, el
«Piperrak», estaba constituido por Ekaitz Aramendi Urteaga y Eider Ijurco
Ruiz. La misión de ambos era servir de infraestructura en la localidad de
Ibarra y preparar informaciones para atentados. El segundo, el «Zuzen», estaba
integrado por su parte por tres miembros: Aritz Saez Insausti, Eneko
Aguirresarobe Olagoy y Xangari Recondo Serrano. En su caso, su misión era
realizar informaciones y servir de apoyo. Por último, el tercer grupo, el
denominado «Tupi», estaba integrado por Pedro Cano Hernández y Asier Ezeiza
Aterra.
Se trataba, como ha sido tradicional en el «complejo Donosti»
de la banda terrorista de una organización en «estrella», con un «comando»
central del que dependían otras células.