El motivo fue sencillo. El día 30 de enero de 1998 ETA asesinó a tiros a este joven matrimonio porque él era un concejal elegido por el pueblo. Pero que nadie piense que este concejal ejercía su trabajo en el País Vasco, en absoluto. Este concejal había sido elegido por el pueblo sevillano (a casi mil kilómetros del País Vasco), para trabajar en aquel ayuntamiento andaluz.

Hay que ser muy asesinos para matar a tiros a estas dos personas inocentes e indefensas, y muy cobardes para hacerlo por la espalda. Pero así es ETA.