DIARIO LA RAZÓN (30 de julio de 2001)

 

EH gobierna 17 municipios con apoyo del PNV y EA 

Pese a que Ibarreche no lo reconoce, los peneuvistas o sus socios apoyan en estas localidades a alcaldes proetarras en minoría. En otros tres, los «abertzales» han dado cargos a los nacionalistas pese a tener mayoría absoluta

Los concejales del PP y del PSE/PSOE de muchas localidades del País Vasco y Navarra tienen pocas esperanzas en los resultados de la entrevista que hoy mantendrán el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el «lendakari» Juan José Ibarreche. Y es que en al menos 17 municipios vascos y uno navarro, EH gobierna en minoría pero con tranquilidad, gracias al apoyo que le prestan los ediles del PNV y de EA en muchas votaciones, sobre todo las de carácter político. La colaboración no se queda ahí. En diez de estos ayuntamientos, el alcalde proetarra ha concedido una o dos tenencias de alcaldía a concejales del PNV y de EA, cuando podía haber nombrado para estos cargos a ediles de su propia formación.

 C. Zabalbeitia - Madrid.-
La coalición Euskal Herritarrok (EH), hoy llamada Batasuna, supo sacar provecho de la tregua-trampa que la banda terrorista Eta mantuvo hasta el 28 de noviembre de 1999. El 13 de junio de ese año se celebraron los comicios municipales en todo el territorio español y la formación «abertzale» consiguió unos resultados electorales que le permitieron colocar en decenas de ayuntamientos del País Vasco y Navarra a cientos de concejales de su formación.
   Sólo en la primera de estas dos comunidades autónomas, EH consiguió que salieran elegidos 679 de sus candidatos. La cifra contrasta con los 616 escaños municipales que consiguió el principal partido del País Vasco, el PNV ¬siempre sin contar con los 378 escaños municipales que el partido presidido por Javier Arzallus obtuvo presentándose en coalición con Eusko Alkartasuna (EA)¬.
   Con ello, EH pudo hacerse con el sillón de la alcaldía en un total de 62 localidades vascas y navarras. Sin embargo, en muchos de estos municipios, en concreto 22, la coalición batasuna se quedó a escasos votos de conseguir la mayoría absoluta y, por ello, se ha visto obligada desde las elecciones de 1999 a gobernar en solitario.
   Pero no le ha resultado una tarea complicada. En al menos 18 ayuntamientos del País Vasco y Navarra en los que EH está gobernando en minoría, la coalición «abertzale» cuenta con el apoyo tácito de los concejales del PNV y de EA para sacar sus propuestas adelante.
   Es cierto que en cuestiones económicas las diferencias pueden ser, en algunas ocasiones, insalvables entre los batasunos y los nacionalistas democráticos, pero en propuestas de carácter político los proetarras saben que tendrán el voto afirmativo, o en su caso la abstención, de los concejales del PNV y de EA.

Doce en Guipúzcoa

De estas 18 localidades, tres se encuentran en la provincia de Vizcaya (Elorrio, Gatika y Lekeitio); doce en la provincia de Guipúzcoa (Andoain, Antzuola, Arechabaleta, Mondragón, Eskoriatza, Ibarra, Motrico, Pasajes, Segura, Tolosa, Villabona y Zizurkil); dos en la provincia de Álava (Legutiano y Llodio); y una en Navarra (Vera de Bidasoa).
   En la Comunidad foral existen otras cuatro localidades (Irurtzun, Alsasua, Larraun y Basaburua) en las que el alcalde pertenece a EH y gobierna en minoría. No obstante, en estos cuatro ayuntamientos la llave de la gobernabilidad depende también de otras formaciones políticas de carácter local.
   Las situaciones más llamativas a ojos de populares y socialistas se dan en aquellos municipios en los que la coalición proetarra mantiene dentro de su equipo de Gobierno a representantes del PNV o de EA.
   En algunos municipios, los más pequeños ¬que en relación con este asunto son los menos¬, su nombramiento como responsables de algunas de las áreas municipales era algo necesario por una simple cuestión de funcionamiento interno del ayuntamiento, dado el escaso número de concejales que componen estas corporaciones.
   Sin embargo, en diez de los 18 ayuntamientos en los que EH gobierna en solitario la colaboración entre las tres fuerzas nacionalistas es más que evidente. Se trata del caso de las localidades de Gatika, Antzuola, Arechabaleta, Mondragón, Eskoriatza, Ibarra, Motrico, Villabona, Zizurkil y Legutiano.

Tenencias de alcaldía

En estos diez consistorios, los alcaldes batasunos concedieron una o dos tenencias de alcaldía a concejales del Partido Nacionalista Vasco y de Eusko Alkartasuna sin necesidad aparente, ya que EH disponía de ediles de su propia coalición para cubrir esos cargos. En el caso de la localidad alavesa de Legutiano, el primer teniente de alcalde, Joseba Iñaki Arregui, del PNV, presentó formalmente su dimisión, aunque estaba pendiente de ser sustituido. La segunda teniente de alcalde, María Estíbaliz Ibáñez, pertenece a Eusko Alkartasuna. Por otra parte, hay otros tres municipios ¬Anoeta, Oyarzun y Usurbil¬ en los que EH tiene la mayoría absoluta pero nombró como tenientes de alcalde a concejales pertenecientes a la coalición PNV-EA.
   En los consistorios en los que EH gobierna en minoría, los responsables de los partidos constitucionalistas, PP y PSE/PSOE, se han visto con las manos atadas ante la posibilidad de presentar mociones de censura y desbancar a los alcaldes de Euskal Herritarrok. Incluso, miembros del Partido Popular creen que hay un pacto no escrito para mantener a la coalición proetarra al frente de estos ayuntamientos.
   El PP y el PSE/PSOE han mostrado en reiteradas ocasiones su disposición para aunar fuerzas con el PNV y EA y devolver la normalidad institucional a estos 18 ayuntamientos. Pero los partidos nacionalistas democráticos no han querido pronunciarse, al menos de momento. La única respuesta que hasta ahora han escuchado populares y socialistas provino de la propia colación proetarra.
   El pasado día 21, el parlamentario navarro y miembro de la Mesa Nacional de Batasuna, Pernando Barrena, calificó la propuesta lanzada por el PP y el PSOE de «totalitaria y de carácter antidemocrático». Barrena señaló que se trata de una «propuesta que sigue la línea de exclusión planteada en los últimos años, insisten en una vía que se ha demostrado fracasada y que sólo acarrea a este país el prolongamiento de un conflicto que todos deseamos acabar cuanto antes». «Por medio de estas propuestas de guerra ¬dijo Barrena¬, sólo se agrava el clima de enfrentamiento».
   Lo cierto es que la oferta lanzada por populares y socialistas para desbancar a los alcaldes proetarras ha puesto nerviosos a los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna. En este sentido, y respecto a la posible respuesta del PNV y EA, Barrena reconoció que «tenemos serias dudas negativas al comprobar cómo en los últimos meses líderes destacados de ambas formaciones vienen lanzando mensajes tan contradictorios y peligrosos para la situación política que vive el país, como es el decir que hay que olvidar el diagnóstico de Lizarra».
   La última palabra en todo este asunto la tendrá la dirección del PNV, que se encuentra a la espera de los resultados de la entrevista que hoy mantendrán el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el «lendakari», Juan José Ibarreche.