EL INTENTO DE ASESINATO DE LA CONCEJALA SOCIALISTA ESTHER CABEZUDO BARTUREN Y SU ESCOLTA IÑAKI TORRES MEDIAVILLA

Poco después de las nueve de la mañana del día 28 de febrero de 2002 los nacionalistas vascos de ETA utilizaron toda la potencia de una bomba para tratar de quitar de en medio a otra concejala no-nacionalista y a su escolta (para quien no lo sepa, los que se atreven a decir en el País Vasco que no son nacionalistas, tienen que llevar escolta porque si no les matan).

Los terroristas habían ocultado los 30 kilos de dinamita en un carrito de la compra de los que suelen utilizar los buzoneadores de publicidad, y lo habían dejado en la acera, a la altura del número 11 de la calle Casilda Iturrizar, de Portugalete (Vizcaya), a la espera de que pasasen por allí la concejal socialista Esther Cabezudo Barturen y su escolta Iñaki Torres Mediavilla.

Esta vez la suerte se alió con las víctimas por una serie de fallos de los terroristas y de otras circunstancias casuales, y estas dos personas sólo resultaron heridas de escasa consideración. Tanto la concejala como su escolta sufrieron el estallido de los tímpanos de los oídos y múltiples heridas de metralla en diversas partes del cuerpo. Aparte de Esther y su escolta también fueron heridas otras ocho personas más que casualmente pasaban por la zona.

Los terroristas colocaron el carrito-bomba junto a uno de los pilares de la casa número 11, con la esperanza de que toda la potencia del explosivo y la metralla se proyectase hacia la calle, pero cometieron el error de situar el carrito al revés, de modo que la carga de metralla quedó orientada hacia la fachada, lo que provocó la rotura del pilar. A consecuencia de los daños producidos tendrán que apuntalar el edificio y hacer una seria revisión de su estructura para evitar el derrumbamiento.

Aparte de ese fallo de principiantes, los nacionalistas vascos de ETA tuvieron la mala suerte de que la concejala y su escolta iban por la otra acera, y que casualmente un ciudadano totalmente ajeno al problema del terrorismo en Euskadi (era concejal del PNV) había aparcado un rato antes su vehículo en doble fila, cuyo vehículo quedó situado por pura casualidad justo entre la bomba y las víctimas en el momento de la activación del explosivo, con lo que el coche absorbió la mayor parte de la explosión. (La verdad es que esta vez tendremos que agradecer a un miembro del PNV que le haya salvado la vida a una concejala no-nacionalista y a su escolta... aunque haya sido sin querer) 

La cuestión es que los nacionalistas vascos de ETA, a pesar de ser tan inútiles como terroristas, han logrado su objetivo de aterrorizar a una nueva concejala y, de rebote, a un buen número de ediles no-nacionalistas que saben lo que les espera si continúan atreviéndose a decir lo que piensan en asuntos de política.

Sin lugar a dudas con este nuevo atentado los nacionalistas vascos están un poco más cerca de lograr que su rebaño de cobardes acabe haciéndose inmenso, porque sabiendo cómo se las gastan los nacionalistas vascos con los que les discuten sus tesis fascistas, ¿QUIÉN SE ATREVE A NO SER NACIONALISTA EN EUSKADI?.

El sábado día 2 de marzo de 2002, los vecinos de Portugalete (Vizcaya) salieron a la calle para exigirle de nuevo a ETA que se disuelva y que permita a los vascos vivir en paz y libertad.

Esta manifestación se realizó tras el atentado sufrido por la concejala socialista Esther Cabezudo y su escolta Iñaki Torres, pero con esta movilización también se ha querido hacer un nuevo homenaje a los concejales no-nacionalistas del País Vasco, que tienen la desgracia de vivir permanentemente amenazados de muerte por pensar de un modo distinto a Sabino Arana y sus secuaces, o sea, por no pensar como los nacionalistas. 

En esta ocasión Esther Cabezudo Barturen ha tenido suerte pero son ya muchos los concejales elegidos por el pueblo vasco que han muerto asesinados por negarse a ser nacionalistas. Y todos estos asesinatos son principal responsabilidad -qué duda cabe- de sus autores y del partido político que les da cobertura y apoyo (Batasuna), pero también tienen una importantísima parte de culpa el resto de políticos nacionalistas que NO HACEN NADA EFECTIVO para luchar contra ETA y su partido político porque no les da la gana hacerlo, es decir, se niegan a poner todos los medios necesarios para acabar con los cobardes que se dedican a asesinar a políticos elegidos por el pueblo, o dicho de otro modo, no les importa que ETA siga matando políticos vascos... mientras no sean nacionalistas. Quizá por ese motivo muchos concejales del PNV y Eusko Alkartasuna han votado a gente de ETA-Batasuna en varios pueblos del País Vasco para erigirles nada menos que alcaldes...

Desgraciadamente esa es la triste verdad y ellos mismos lo saben muy bien. A este modo de actuar se le llama FASCISMO y por desgracia más de seiscientas mil personas votaron en las anteriores elecciones vascas esta despreciable connivencia con los terroristas... pero supongo que no debemos preocuparnos porque creo recordar que algo parecido ocurrió en la alemania nazi, y no por ser muchos los que votaron a Hitler, Hitler tuvo más razón...

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