El día 14 de diciembre de 2000 los nacionalistas vascos de ETA volvieron a asesinar a una persona por pensar de un modo distinto a ellos (Por cierto y para aclarar a los que no se aclaran diré que estoy convencido de que los asesinos de ETA son nacionalistas vascos, y por eso digo "los nacionalistas vascos de ETA").

En esta ocasión, los nacionalistas vascos de ETA, han elegido a un buen hombre, de 45 años, casado y con dos hijas de 19 y 14 años, que se ganaba la vida como fontanero y que compaginaba su actividad laboral con un puesto -no remunerado- de concejal.

Durante toda la mañana del día 14 Francisco circuló con su furgoneta para realizar diversos trabajos de fontanería, y en ningún momento se imaginó que llevaba en el vehículo aquella maldita carga mortal. A Francisco no se le pasó por la imaginación que unos vascos enloquecidos de nacionalismo estarían vigilando a un simple fontanero andaluz, afincado desde hace años en Cataluña, para poner una bomba en su coche y acabar con su vida.

Pero, desgraciadamente, Francisco se equivocó... Se equivocó del mismo modo que muchas personas nos equivocamos cuando ingenuamente creemos que a nosotros no nos va a tocar.

Todos debemos tener muy presente -si no somos nacionalistas vascos- que estamos en el objetivo de los asesinos de ETA. Todos -menos los nacionalistas vascos- tenemos que mirar en los bajos de nuestros coches y debajo de los asientos cada vez que entremos en nuestros vehículos por si acaso los asesinos nos han puesto su bomba nacionalista. Cuando salgamos de nuestras casas por la mañana, todos -menos los nacionalistas vascos- tenemos que mirar a izquierda y derecha por si dos o tres etarras nos están esperando para asesinarnos. Todos tenemos que tener mucho, mucho cuidado... excepto -lógicamente- los nacionalistas vascos.

Con toda seguridad la madre de Francisco no podía imaginarse que estas navidades serían tan sumamente tristes. La madre de Francisco nunca hubiera imaginado que las navidades del año 2000 serían tan tristemente inolvidables...

Sin embargo estoy seguro de que las madres de los nacionalistas vascos celebrarán estas navidades con alegría y felicidad porque a ninguna de ellas les habrán asesinado a un hijo... Hombre, ya sabemos que algunas madres de nacionalistas vascos no podrán celebrarlas con sus hijos porque están en la cárcel por asesinos, pero eso no les impedirá comunicar con ellos, enviarles turrón, reírse con ellos de los muertos de los no-nacionalistas, y todas esas cosas que sin duda llenan de alegría y felicidad a esa gentuza...

La esposa y las hijas de Francisco tampoco olvidarán jamás las navidades del año 2000 porque en esas navidades los nacionalistas vascos de ETA les quitaron lo que más querían.

Ni su hermana olvidará jamás las navidades del 2000...

Todos los medios de comunicación se hicieron eco de la crisis nerviosa que padeció la hermana de Francisco poco después de enterarse del asesinato. La hermana de Francisco pidió entre sollozos y gritos desgarrados que el gobierno dialogase con ETA para que esto no volviese a suceder...

Supongo que cuando TODOS los nacionalistas se enteraron de la petición desgarrada de la hermana del asesinado, un intenso gozo se apoderaría de ellos. Sin duda algunos pensarían: "qué suerte, hasta las propias víctimas nos dan la razón", y los nacionalistas vascos más inteligentes comentarían entre ellos: "hombre, por fin va haciendo efecto el terrorismo continuado".

Cualquiera que se pare a pensar un poco entenderá la reacción de la hermana de Francisco.

Por una parte está la impotencia del que se siente indefenso ante la fuerza imparable que el terrorismo tiene en una democracia, y por otra parte está la propaganda realizada por los nacionalismos con la palabra "DIÁLOGO", una bendita palabra que los nacionalistas han hecho suya, pero sólo para utilizarla contra los demás.

La palabra "diálogo" es una bonita palabra, y todos estamos convencidos que es mejor resolver los problemas mediante el diálogo que utilizando la violencia, ¿a que sí?. Claro. Entonces siempre nos caerá antipático todo aquél que no quiera dialogar. Lógico.

Esta es la jugada de los nacionalistas. El gobierno debe caernos antipático porque no quiere dialogar con los terroristas.

Aunque la verdad es que sólo unos pocos caen en la trampa de los nacionalistas, porque la mayor parte de la gente nos damos perfecta cuenta de que los nacionalistas olvidan deliberadamente que los que en absoluto dialogan son precisamente los terroristas, y no el gobierno.

Los nacionalistas olvidan de un modo deliberado que la regla de oro de cualquier sociedad democrática es no aceptar el chantaje de los grupos violentos, y ETA es un grupo violento que nos está chantajeando. Si en el mundo se aceptasen las exigencias de los terroristas (que es lo que los nacionalistas llaman "diálogo"), no nos quedaría más remedio que ser todos terroristas para poder sobrevivir.

Los nacionalistas llaman dialogar a que el gobierno acepte el chantaje de ETA, porque, al parecer, a todos los nacionalistas les interesa que ETA salga victoriosa de su vil y despreciable cruzada fascista (lo del árbol y las nueces, ya saben...), pero no debemos dejarnos engañar. En el fondo todos ellos son ramas del mismo árbol, gentuza hipócrita que esperan agazapados como buitres para "recoger las famosas nueces" aunque estén manchadas de sangre inocente.

A pesar del terrorismo de los nacionalistas de ETA no debemos rendirnos. No debemos claudicar ante su tortura continua. No debemos desanimarnos y entregarles nuestra dignidad sólo porque nos amenacen. No debemos seguirles el juego enfrentándonos a los únicos que nos defienden. No debemos dividirnos. No debemos aceptar sus sucias reglas. No debemos plantearnos ceder ante sus chantajes. No debemos permitirles ganar sus indignos objetivos. No debemos abandonar a su suerte a la mayoría de los vascos para entregárselos al fascismo nacionalista. No debemos dejarnos llevar por el miedo...

Tenemos que permanecer firmes contra su fanatismo. Tenemos que continuar unidos para luchar mejor contra la barbarie. Tenemos que soportar con la fuerza de la democracia todos sus cobardes ataques. Tenemos que mentalizarnos para asimilar todo el daño que todavía nos van a hacer. Tenemos que lograr construir un país mejor para nuestros hijos. Tenemos que acabar con el fascismo nacionalista. Tenemos que vencerlos definitivamente...

Por supuesto tenemos que vencerlos, y los venceremos.

Francisco luchó por conseguir un país mejor haciendo uso de la democracia, y dio su vida por ello. Sin duda todos debemos estar muy orgullosos de Francisco. Francisco se presentó a las elecciones municipales de su pueblo para dialogar y, aunque no le dejaron, al menos sí consiguió demostrar a sus asesinos que los que no dialogan son ellos.

Los nacionalistas de ETA son absolutamente contrarios al diálogo porque ninguno de los asesinos de Francisco tuvo previamente la más mínima discusión política con él. No hubo ningún representante del nacionalismo vasco violento que en alguna ocasión dialogase con Francisco antes de asesinarle.

Que todos lo recuerden: LOS QUE NO DIALOGAN SON LOS TERRORISTAS.

Que nadie se deje llevar por la trampa nacionalista de culpar al gobierno de falta de diálogo. El gobierno, igual que todos aquellos que lo deseen, pueden dialogar lo que les apetezca en los parlamentos que hay repartidos por toda la geografía española, pero que nadie acabe convenciéndose de que dialogar significa aceptar lo inaceptable.

Es increíble que todavía quede gente que no se haya dado cuenta de cuál sería el diálogo que mantendría el gobierno con ETA si cometiese el error de rebajarse a hablar con los mafiosos asesinos. Imagínense.

EL GOBIERNO: A ver, de qué queréis que hablemos.

ETA: Queremos la independencia de Euskal Herria.

EL GOBIERNO: No podemos aceptarlo porque los nacionalistas vascos sólo representáis a un tercio del País Vasco y la Constitución votada por la inmensa mayoría de los españoles no recoge esa posibilidad.

ETA: Pues si no nos dais la independencia seguiremos "luchando" (da la risa eso de "la lucha").

EL GOBIERNO: Allá vosotros. De todos modos os recordamos que tenéis un partido político y dos parlamentos donde os podéis expresar libremente.

Fin del diálogo.

E imagino que, entre bastidores, el señor Arzallus diría: "Y no quiero que se disuelva ETA hasta que no quede ni un solo preso de la organización terrorista en la cárcel..."

En fin...

Supongo que, para no caer en la trampa de los nacionalistas, todos deberíamos saber con claridad a qué nos referimos cuando pedimos DIÁLOGO. Deberíamos saber que dialogar no es ceder ante los argumentos más o menos democráticos del otro, deberíamos saber que dialogar no es aceptar que las mayorías pierdan sus derechos, deberíamos saber que dialogar no es someterse a las exigencias de las minorías... Y deberíamos saber, en fin, que dialogar no es rendirse ante los chantajes de los que asesinan.

Dialogar es otra cosa muy diferente. Dialogar es utilizar la palabra en lugar de la violencia, dialogar es parlamentar llegando o no llegando a acuerdos, dialogar es, simplemente, hablar... Y España es un país democrático con unos magníficos parlamentos que están llenos de diputados elegidos por el pueblo, y que se utilizan ni más ni menos que para eso: PARA DIALOGAR.

Sin embargo los nacionalistas vascos violentos, esos mismos que tanto piden diálogo, no dejaron dialogar a Francisco: LO ASESINARON.

Recordémoslo: SÓLO LOS NACIONALISTAS VASCOS VIOLENTOS NIEGAN EL DIÁLOGO. SÓLO LOS NACIONALISTAS VASCOS VIOLENTOS PREFIEREN EL ASESINATO. SÓLO LOS NACIONALISTAS VASCOS VIOLENTOS PREFIEREN EL TERRORISMO.

A ellos es a quienes hay que pedirles DIÁLOGO. No caigamos en la trampa que -con tanta y tan ruin habilidad- nos han tendido los nacionalistas.

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