A las 9'10 de la mañana del día 6 de noviembre de 2001, los nacionalistas vascos de ETA trataron de asesinar a Juan Junquera, secretario general de Política Científica, y a su conductor.

Estos etarras que de un modo tan efectivo siguen las tesis de Sabino Arana -el fundador del PNV-, han hecho explosionar un coche bomba en Madrid, a la altura del número 58 de la calle Corazón de María, al paso del vehículo oficial de Juan Junquera.

Al parecer el chófer del automóvil se percató de que algo extraño sucedía y redujo la velocidad del vehículo parando a escasos metros del coche bomba, gracias a lo cual ambos salieron ilesos del atentado.

El madrileño barrio de Prosperidad rápidamente se convirtió en un infierno de llamas, humo y cristales rotos, y en la calle Corazón de María decenas de personas yacían tiradas por las aceras, ensangrentadas y con el terror dibujado en sus rostros.

Esta nueva acción de "extraordinario valor de los gudaris vascos" (léase con sonrisa irónica) ha supuesto alrededor de 100 civiles heridos entre los que se encuentran cuatro graves. Los heridos graves son María Jesús Suárez Santamaría, su hija de 4 años Clara García, una mujer de 26 años y nacionalidad británica que ha sufrido la pérdida de un globo ocular, y un hombre de 29 años natural de Túnez.

Y digo yo: ¡Vaya mierda de "gudaris" tienen los vascos!.

La verdad es que es difícil entender que haya vascos orgullosos de que estos "pringaos" de ETA vayan matando por ahí gente inocente, pero lo cierto es que así es. Todos los votantes de Batasuna son partidarios de que ETA siga asesinando mujeres y niños con bombas que hacen estallar en plena calle, y los propios políticos batasunos suelen celebrarlo no condenando jamás estos actos de violencia indiscriminada.

Batasuna (el partido socio del PNV en el Pacto de Lizarra), es al mismo tiempo el partido de la organización terrorista ETA y también cantera o retiro de terroristas, ya que de ese partido suelen salir bastantes criminales y a ese partido van a retirarse algunos de ellos.

Somos muchos los que nos sentimos incapaces de entender que este partido de criminales y para criminales continúe siendo legal en España. Supongo que no debería estar amparado por la ley el que un partido se posicione tan claramente a favor de los asesinatos, y me imagino que no es ético pagar un sueldo -que sale de las arcas del Estado- para que la persona que lo recibe se dedique a prestar cobertura política a asesinos como los de ETA, o incluso para pagarse los gastos que supone mantener un coche bomba en un garaje.

Está bien ser demócratas pero me da la sensación de que los españoles estamos pasando de demócratas a gilipollas. Deberíamos tener presente que ser demócrata no equivale a permitir que los pacíficos sufran permanentemente las agresiones de los violentos, y mucho menos darles además a estos violentos un sueldo pagado con los impuestos de la víctima. 

Quiero creer que es cuestión de tiempo el que de una vez por todas se nos aclaren las ideas a todos (PNV incluido) y empecemos a entender dónde está realmente el mal que hay en nuestro país. El mal que padece nuestro país (España de norte a sur) es el terrorismo de ETA. Por culpa de este terrorismo muere gente que no tenía por qué morir, y los vascos están aterrorizados, y no se atreven ni a hablar, y hay muchos que se hacen nacionalistas para no ser agredidos ni asesinados, aunque... ahora que lo pienso, a lo peor el PNV tiene las ideas más claras de lo que yo me imagino... no sé... MUCHOS SE HACEN NACIONALISTAS PARA NO SER AGREDIDOS NI ASESINADOS... no sé, no sé...

Sí, sin duda el PNV tiene las ideas muy claras. Vaya mierda es el nazionalismo vasco...

Pero bueno, la cuestión es que ya hemos pasado un nuevo atentado y por suerte en esta ocasión no ha habido víctimas mortales. 

Después de la explosión, el conductor de Juan Junquera dijo: "Don Juan, han venido a por nosotros", y Juan Junquera, con buen temple, le respondió: "Sí, pero no lo han conseguido". Y lo mejor de todo es que Juan Junquera continuó por la tarde con lo que tenía previsto en su agenda... 

La verdad es que se siente cierta satisfacción al comprobar que entre los altos cargos de nuestro país tenemos personas templadas y valientes (como Juan Junquera o José María Aznar) que parecen no inmutarse ni siquiera cuando tratan de asesinarlos. Eso está bien. Ya me gustaría a mí ver a Arzallus en una situación parecida... je, je... Aunque, claro, a "aita" Arzallus ETA jamás le hará nada de nada, o sea que me quedaré con las ganas.

Y volviendo a los primeros momentos, tras el atentado, de inmediato llegaron los servicios sanitarios para llevar a los heridos a diversos hospitales y para atender y realizar curas a los heridos más leves.

Las aceras se llenaron de hombres, mujeres y niños empapados en sangre y aturdidos por la onda expansiva.

Otros muchos niños y mujeres se libraron de milagro de la bomba de los "gudaris" vascos de ETA, porque por ese lugar y a esa misma hora numerosas madres con sus hijos de corta edad pasan diariamente para ir a un colegio próximo.

Muchas de ellas fueron entrevistadas por los medios de comunicación y todas coincidían en la gran suerte que habían tenido por haberse retrasado unos minutos o por haberse adelantado a su horario normal.

La calle se llenó de personas ensangrentadas, con apósitos y esparadrapos tapando sus heridas, mientras poco a poco trataban de salir de la conmoción producida por la violenta explosión. 

Aunque no hayan conseguido matar a nadie, los nacionalistas vascos de ETA en cierto modo han cumplido su objetivo de repartir daño y dolor pero por desgracia para ellos en esta ocasión no les han salido las cosas tan bien como otras veces, y esto se ha debido a la serenidad, el valor y el civismo de un hombre anónimo que cumplió con un deber que absolutamente todos deberíamos tener muy claro.

Inmediatamente puso en marcha su vehículo y empezó a seguirles, a la vez que se ponía en comunicación con el 092 (Policía Municipal) a través de su móvil. Esta fue la conversación relatada que mantuvo con la centralita de la Policía:

-"Ha habido un atentado... Les he visto salir corriendo de donde la bomba. Les sigo". La operadora del 092 le pidió la situación y la máxima cantidad de detalles posible, respondiendo nuestro hombre a todas las preguntas con gran tranquilidad.

El comunicante dijo que los dos jóvenes habían huido por el Parque de las Avenidas y por la calle de Bristol. La operadora del 092 pasó aviso inmediato al Cuerpo Nacional de Policía para iniciar la operación de búsqueda y detención de los supuestos terroristas.

-"Es un Escort blanco matrícula M-6097-LS". La policía movilizó a todos los vehículos y efectivos para que se trasladasen al lugar donde nuestro héroe anónimo realizaba el seguimiento a los terroristas. 

-"Estoy muy cerca, van hacia Arturo Soria, en dirección al tanatorio". La operadora del 092 le pidió que continuase a distancia para evitar ser detectado y que no se arriesgara, y el comunicante actuó en todo momento una actitud casi de profesional de policía, explicando todos los datos a la perfección.

-"Estoy en la avenida de Badajoz". El ciudadano madrileño continuó dando datos precisos para indicar por donde circulaban exactamente los terroristas. Acababa de cruzar el puente de la carretera de circunvalación M-30, junto al tanatorio, en la calle de Salvador Madariaga.

-"Les veo dar el intermitente y doblar hacia Torrelaguna". La operadora del 092 le pide: "Extreme su seguridad, no se acerque demasiado, no haga giros bruscos ni deje que le vean". Y nuestro héroe continuó la persecución con hábil tenacidad.

-"Se meten por la calle de Martínez de Villergas". Poco a poco los efectivos policiales fueron cercando la zona donde se encontraban los terroristas. 

-"Me voy a parar porque creo que me han visto". El ciudadano madrileño temió por un momento que le hubieran detectado y tomó la decisión de parar, pero el deseo de evitar que los terroristas escapasen se puso por delante de su propia seguridad y continuó con el seguimiento a pesar del riesgo. 

-"Sí, sí, creo que se han dado cuenta de que les sigo". Incluso llegando al convencimiento de que ya le habían visto, siguió tras ellos, y después de unos momentos pensó que había sido una falsa alarma y que en realidad aún no había sido detectado.

-"Uno lleva una boina negra". Fue el primer dato concreto que dio sobre el aspecto físico de uno de los terroristas y que sin duda ayudó a la posterior detención.

-"Se acercan a una boca de metro en el barrio de la Concepción". Nuestro super-madrileño continuó con el seguimiento como si de un experto sabueso se tratase.

-"Estoy muy cerca de una gasolinera de Cepsa". En aquel momento se encontraba en la calle Estrecho de Corea, muy cerca de donde poco después los terroristas dejaron el coche. 

-"Tengo el coche averiado". Casi desde el inicio del seguimiento, el perseguidor anónimo notó que el motor de su coche fallaba, y en aquel momento creyó que ya no podría seguir, pero seguramente el coche debe ser tan persistente como su dueño y siguió adelante. 

-"Un momento: van hacia un descampado donde hay varios coches al final de la calle". Se trata de un lugar situado al principio de la calle Fernández Caro, donde los terroristas abandonaron finalmente el Ford Escort.

-"Cuidado que se han dado la vuelta dos veces, voy muy cerca y sospecho que me han visto". En aquel momento la zona estaba rodeada por la Policía y numerosos agentes de paisano controlaban el lugar. Aunque el anónimo perseguidor creyó nuevamente que le habían visto, los "pringaos" etarras en realidad no se estaban enterando de nada.

-"Me parece que están como buscando otro coche". Después de aparcar en la calle Fernández Caro, los terroristas abandonaron el coche dejando un kilo de dinamita en la guantera, y seguidamente se marcharon a pie. 

-"Veo un polideportivo". Así responde a la Policía cuando le preguntan por su ubicación exacta para entrevistarse con él. La llamada se corta por falta de batería después de estar hablando con la Policía durante 20 minutos ininterrumpidamente.

-"Se han marchado por esa calle". Inmediatamente ve llegar a varios policías y les indica que los terroristas se acaban de marchar por la calle Doctor Vallejo. La Policía inicia el rastreo con rapidez y los dos terroristas son detenidos finalmente junto a un bar situado en el cruce de las calles Criconia y Mandarina. No opusieron resistencia porque los nacionalistas vascos de ETA se cagan por las patas abajo cada vez que ven un policía de frente.

Al día siguiente de esta extraordinaria colaboración contra el terrorismo de ETA, nuestro héroe escribió la siguiente carta al Alcalde de Madrid:

¿POR QUÉ LO HICE?

«Quienes me conocen no dejan de hacerme esta pregunta, y a ellos ya les he contestado. Quiero ahora desde estas líneas responder a quienes no me conocen, y exageradamente sin duda no dejan de calificarme como “héroe” y “ciudadano ejemplar”. 

No soy ni policía jubilado ni ex miembro del CESID, como he llegado a escuchar; soy un civil, lo he sido siempre -salvo mi etapa de milicia universitaria-, tengo esposa e hijos y gracias a Dios llevo una vida y un trabajo normal; todo ello vale lo suficiente como para darme cuenta de lo mucho que hubiera podido perder, pero ahora soy consciente de que valió la pena mi esfuerzo. 

Son ya muchas, por desgracia, las ocasiones en las que rabia, impotencia y emoción han sido los únicos sentimientos que he podido tener ante la brutalidad de los terroristas tras cada nuevo atentado. Creo que todos hemos sido conscientes de la inutilidad de cualquier esfuerzo que en esos momentos cualquier de nosotros sin duda hubiera estado dispuesto a realizar. Y aquella mañana de noviembre el destino quiso brindarme la oportunidad de poder hacer lo que cualquiera hubiera hecho; mantener los nervios, procurar estar sereno y atento a lo que sucedía, y quizás cierta intuición, pudieron propiciar que del enorme caos producido llamara mi atención la sorprendente serenidad de dos individuos que abandonaron el lugar introduciéndose en un vehículo. Había que tomar una decisión, y sin duda pesaba mucho la sangre una vez más derramada a manos terroristas. Eso hizo que emprendiera la persecución, olvidando tal vez mis propias circunstancias, absolutamente convencido de que demasiadas veces una actitud pasiva ha servido de amparo a los asesinos. 

No imaginaba el alcance que iba a tener aquella decisión y no es momento de vanagloriarse; no soy ningún héroe; héroes son los apenas chavales, miembros de nuestra Policía, que delante mía y sin vacilar se lanzaron a una peligrosa captura y a un riesgo cierto. No tengo más mérito que otros muchos españoles que con su tesón y constancia llevan muchos años dedicando sus vidas a protegernos a todos, verdaderos héroes de estos tiempos que nos ha tocado vivir. Quiero agradecer, sin embargo, a todos aquellos que en los diversos medios me han dedicado su homenaje, homenaje que no me corresponde, y que desde estas líneas quiero trasladar al recuerdo de tantas y tantas víctimas, con la esperanza de que pueda dar siquiera algún consuelo a sus familiares. 

Mi nombre es el de cualquiera de vosotros que lea estas líneas y comprenda que el fin del terrorismo empieza en cada uno de nosotros, actuando sin miedo y permaneciendo alerta para la defensa de nuestro Estado de Derecho.

Un español más».

Y el resultado de este extraordinario modo de actuar de "UN ESPAÑOL MÁS" fue la detención de estos dos asesinos cuya bandera es la misma que inventó Sabino Arana y que el PNV y ETA impusieron al pueblo vasco a base de las presiones de unos y los asesinatos mafiosos de los otros.

Estos dos cobardes asesinos (como todos los de ETA y su entorno) son Ana Belén Egues Guruchaga "Dolores" (ex-concejala de Batasuna) y Aitor García Aliaga "Karpetas" y me muero de satisfacción al pensar que engrosarán los cartelitos que esas cínicas e hipócritas madres de asesinos etarras suele llevar por ahí para presumir de hijos perros, de hijos cobardes, de hijos asesinos... Supongo que esas madres que presumen de tener hijos asesinos debieron morir reventadas mientras los parían, y si desgraciadamente no fue así, no pierdo la esperanza de que algún día la bomba que sus hijos guardan en casa explote accidentalmente, y sus sesos, su sangre y sus vísceras acaben decorando las sucias paredes de sus guaridas.

Tras la detención de estas dos ratas rabiosas se lograron descubrir numerosas armas, municiones y 40 kilos de explosivos en un piso franco que tenían en Salamanca. También se ha averiguado que Juan Luis Rubenach Roiz, Lexuri Gallastegui y Manex Zubiaga son el resto de asesinos que formaban el sanguinario "comando Madrid" y que actualmente estarán por ahí escondidos como conejos asustados hasta que -como es natural- acaben en la cárcel.

Estos asesinos son los responsables de los últimos atentados sufridos en Madrid, y se les han encontrado planos con todo lujo de detalles que avalan sus propias declaraciones en relación con lo que pretendían hacer con las dos furgonetas cargadas con 2.000 kilos de dinamita que la Guardia Civil interceptó en Zaragoza. Estos asesinos -con el mejor estilo integrista islámico- pretendían ni más ni menos que dinamitar la madrileña Torre Picasso (la más alta de Madrid) cuando una gran cantidad de personas se encontraban trabajando en su interior.

Esto es ETA y estas son las consecuencias del nacionalismo vasco propugnado por Sabino Arana, fundador y guía del PNV.