El día 30 de octubre de 2000, los nacionalistas vascos de ETA volvieron a hacer lo único que saben: ASESINAR POR LA ESPALDA.

Hacía tiempo que los terroristas vigilaban al Magistrado del Tribunal Supremo, Juan Francisco Querol Lombardero, para asesinarle.

Igual que hicieron con el doctor Cariñanos, ahora dirán que Querol, aparte de Juez, también era militar y que ése es un motivo más que suficiente para que sea objetivo del nacionalismo vasco violento.

Del mismo modo, los nacionalistas vascos de ETA dirán que el conductor del Juez, Armando Medina Sánchez, también era objetivo por "cometer el delito" de hacer su trabajo, e igualmente dirán que el policía de escolta, Jesús Escudero García, era un "txakurra" (perro) que debía morir.

Para los nacionalistas vascos de ETA, todo aquél que se atreva a contradecir sus tesis fascistas son sus enemigos mortales. Los terroristas al parecer han llegado a la conclusión de que asesinar al opositor es el mejor modo de solucionar el problema, y hay quien también parece estar en esa línea y piensa que es bueno que "unos sacudan el árbol" para que "otros recojan las nueces..." ¿Verdad, señor Arzallus?.

Pues, efectivamente, los terroristas de ETA han vuelto a "sacudir el árbol" y han añadido a su particular lista de "no votantes" a tres personas más. Ahora supongo que algunos estarán gozosos porque les toca a ellos "recoger las nueces".

Aunque la verdad es que como los nacionalistas "demócratas" sigan en esa línea hipócrita de condenar de la boca para afuera, y regocijarse de boca para adentro, no sé por qué me da la sensación de que a lo peor les van a acabar estallando las nueces en la mano del mismo modo que ha estallado esta bomba asesina que sus "primos hermanos" han puesto en pleno Madrid para "luchar por la democracia".

La mañana del atentado, poco suponían las tres víctimas que los nacionalistas vascos de ETA habían decidido quitarles la vida. Los tres viajaban en el coche oficial para iniciar un nuevo día de trabajo, cada uno desempeñando su misión, pero juntos, como siempre.

El Magistrado Juan Francisco Querol estaba considerado como un magistrado brillante con una gran trayectoria profesional, y sobre todo una buena persona. Tenía cuatro hijos y se jubilaba el próximo 30 de noviembre, día en que hubiera cumplido los 70 años de edad.

Este hombre nunca le hizo ningún mal a ningún miembro de ETA, ni a nadie. Ni tampoco tuvo ningún destino en el País Vasco. La única vez que se cruzó en el camino de los nacionalistas violentos fue cuando explotó el coche-bomba con el que le asesinaron.

Y si tenemos en cuenta que Juan Francisco Querol se jubilaba dentro de un mes, ¿qué motivos podría tener ETA para asesinar a este hombre?. No les había hecho ningún daño ni tenía posibilidad alguna de hacérselo porque dentro de un mes se transformaría en un anciano jubilado. Entonces, ¿por qué ETA quiso asesinarlo?.

Es inútil que tratemos de explicárnoslo porque no hay explicación. Sin duda ellos "presumirán" de haber realizado alguna hazaña especial asesinando a un viejo, casi jubilado, y que nunca les había hecho ningún daño... Y hasta se lo contarán a sus nietos como un "acto heroíco" de los "gudaris" vascos, pero por mucho que se consideren a sí mismos héroes por matar con coches-bomba, nunca dejaran de ser unos pobres desgraciados, gravemente enfermos de nacionalismo retrógrado.

El policía, Jesús Escudero García, tampoco era un hombre que hubiese estado especialmente dedicado a la lucha antiterrorista. Tenía 54 años y cuatro hijos. Era de Granada y había venido a Madrid veintiún días antes para ejercer de escolta provisionalmente. Los motivos de su traslado provisional eran, simplemente, conseguir unos ingresos económicos extras para dedicarlos a las carreras de sus hijos.

Es muy posible que no haya habido nunca en España una idea política que en tiempos de paz y democracia haya causado tantos muertos inocentes. ¿Qué tendrá el nacionalismo vasco para producir tal cantidad de asesinatos?.

El conductor, Armando Medina Sánchez, siempre tomaba las medidas de protección habituales, cambiando de itinerario frecuentemente, pero hay que reconocer que para cualquier asesino sin escrúpulos es muy fácil esperar el momento oportuno. Hay que tener en cuenta que los nacionalistas vascos de ETA tienen sus infraestructuras en varios puntos de España, infraestructuras que pagan con el dinero que arrancan a los empresarios a base de extorsiones mafiosas. Los asesinos disponen de todo el tiempo y el dinero que puedan necesitar para esperar todo lo que sea necesario hasta que su víctima pase por el lugar elegido.

Sí, matar es fácil, y también podríamos hacerlo nosotros... Y sin duda lo haríamos mejor porque somos más y más inteligentes. Imagínense ustedes qué fácil sería asesinar a esas pocas "cabezas visibles", que son los encargados de representar al nazismo fascista y que son los que animan a los niñatos desgraciados y sin estudios a matar a los demócratas... ¿Qué harían esos pobres marginales sin sus directores ideológicos? Pues nada. Absolutamente nada, porque son críos sin ningúna preparación y muy cortos de algo tan elemental como lo es la inteligencia... Y ya ven ustedes, así se acabaría fácilmente con el problema... Pero no. Ese no es el modo. Los que estamos del lado de la razón no podemos emplear los métodos de los asesinos para vencerlos. Tenemos que demostrar que somos mil veces mejores que ellos, y por cada muerto que nos hagan debemos responderles con todas las armas de nuestra mejor democracia. Y cada vez que ellos digan que su sangre es especial, nosotros debemos ignorar su racismo, y cada vez que ellos nos demuestren que lo más importante es estar en el poder a toda costa, nosotros debemos tener paciencia y esperar. Jamás tenemos que olvidar que somos mejores que ellos y que su odio, su racismo y su rabia acabará volviéndose definitivamente contra sus miserables existencias.

Dejemos a los violentos con sus reuniones y con sus planes de asesinatos indiscriminados a diez años vista, dejémoslos que se enorgullezcan de su "cantera" de desarraigados e ignorantes muchachuelos aprendices de asesinos, dejémoslos que nos amenacen con esa violencia cobarde tan propia de los más ruines, dejémoslos que se den la gran vida con sus extorsiones mafiosas a los comerciantes vascos, dejémoslos... Dejémoslos en su sangrienta soledad...

Son basura. Basura humana de la peor especie. Basura... con RH negativo.

El día del atentado hubo que montar en el lugar de la explosión un hospital de campaña para atender a los más de sesenta heridos de diversa gravedad que produjo lo peor del nacionalismo vasco.

Multitud de heridos estaban tirados por las calle, ensangrentados y sin saber qué les había ocurrido. Decenas de personas, ensordecidas por la explosión, y doloridas por la violencia de la onda expansiva no podían entender los motivos de aquel ataque brutal contra todos. No podían entender el porqué de tanta violencia en una democracia tan completa como lo es la democracia española.

Durante varios días el conductor del autobús urbano Jesús Sánchez Martínez -cuyo vehículo quemado puede verse en una de las fotografías superiores- se encontró entre los heridos más graves del atentado. Este hombre, estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, con gravísimas heridas en el cráneo y pérdida de masa encefálica. Los médicos hicieron lo que pudieron por él, hasta que finalmente el día 8 de noviembre de 2000 falleció a consecuencia de las heridas sufridas en el atentado. Este hombre se limitaba a cumplir con su trabajo de conductor de autobús urbano, hasta que tuvo la desgracia de coincidir con una bomba de los nacionalistas vascos de ETA. Ahora está muerto, y toda su familia destrozada... Aunque no creo a a los nacionalistas vascos violentos les moleste... Al fin y al cabo era "de Madrid", y normalmente los nacionalistas vascos suelen hablar de Madrid con demasiado desprecio. Y yo me pregunto, cuando los nacionalistas vascos hablan con desprecio de Madrid, ¿a qué se refieren? ¿A las casas de Madrid? ¿A las calles de Madrid? ¿Al cielo de Madrid? ¿O quizá a las personas de Madrid?. No sé, lo único que me queda por decir es:  ¡Qué grandes hazañas está dejando el nacionalismo vasco para la historia!.

¿Acaso los nacionalistas vascos no saben que la democracia permite todo tipo de discusiones? Entonces, ¿por qué no dejan la violencia? ¿Acaso justifican la violencia porque creen que eso les ayudará a conseguir un fin político?.

¿Cómo es posible que sean tan obtusos?

¿Acaso no se dan cuenta que JAMÁS conseguirán lo que se proponen? ¿Acaso no saben positivamente que podrán continuar asesinando durante 100 años más pero NUNCA lograrán sus objetivos ilegítimos?.

Increíblemente, los nacionalistas vascos violentos parecen estar convencidos de que engañar a unos cuantos malos estudiantes -muchos de ellos con problemas de drogadicción- para que maten a alguien cuando ellos se lo digan, será suficiente para conseguir esa independencia que sólo una parte minoritaria del pueblo vasco quiere tener. En toda España sabemos perfectamente que los nacionalistas vascos no llegan al cuarenta por ciento del total de la población de Euskadi, y siendo de ese modo las posibilidades de independencia se reducen a CERO, por mucho que Arzallus vaya diciendo en periódicos italianos que el RH negativo de la sangre de los vascos es determinante para conseguir la independencia. Lo que supongo que Arzallus no sabe es que hay muchos vascos con RH negativo que no quieren la independencia, y que también hay muchos vascos sin RH negativo que son tan sumamente nacionalistas que incluso asesinan. Y es que, al parecer, el nacionalismo vasco se mide de ese modo: ES MÁS NACIONALISTA EL QUE MÁS ODIA.

Otra fotografía que causará una inmensa satisfacción a toda esa ralea de cobardes. A la derecha puede verse a la hija del escolta llegando a su domicilio, después de recibir la dolorosa noticia del asesinato de su padre. ¡Qué gran felicidad deben sentir esos estúpidos al ver el dolor que producen! ¡Qué gran satisfacción!.

Pero los cobardes violentos, víctimas de su propia insensatez, no son capaces de ver en estas imágenes que tanto les alegran SU PROPIA DESTRUCCIÓN.

Después llegaron los funerales de siempre, las condolencias de siempre y las condenas baldías de siempre, mientras Arzallus decía un par de días más tarde que si queríamos que acabasen los asesinatos debíamos transgredir la Constitución votada por la inmensa mayoría de los españoles (vascos incluidos) y conceder la independencia del País Vasco, supongo que para que los terroristas y "todo" su entorno puedan establecer su más que demostrada dictadura del racismo y la xenofobia del RH negativo.

El "señor" Arzallus seguramente no ha tenido intención de chantajear a la democracia española con la amenaza del asesinato, pero lo cierto es que sus palabras pueden entenderse como un despreciable ataque a la convivencia democrática y a la paz que tanto deseamos todos.

No sé si Antonio Querol, el hermano del magistrado asesinado, tendrá o no tendrá razón en lo que dijo en la carta que envió a los medios de comunicación, sobre quiénes son los adiestradores de los cobardes terroristas de ETA, pero lo cierto es que la mayor parte de los españoles están convencidos de que no se equivoca en lo más mínimo. El hermano del magistrado decía algo así como que "podía perdonar a los asesinos pero no a sus adiestradores: Arzallus, Garaicoechea y el obispo Setién", pero lo mejor es transcribir literalmente el contenido de la carta para que todos podamos juzgar:

PERROS DE PRESA Y ADIESTRADORES (Antonio Querol, hermano del magistrado asesinado)

«Nunca ha sido tratado por los medios de comunicación españoles un tema con tanta hipocresía como el del terrorismo vasco. Aún recuerdo un programa emitido por la radio sobre racismo en España, donde se habló de nuestro trato con los gitanos, inmigrantes y extranjeros en general, pero ni por un momento se mencionó el trato de los vascos con el resto de la población, cuando es evidente que hay frases emitidas por Javier Arzallus que hubieran hecho sonrojarse al mismo Hitler, y se han escrito cosas (por ejemplo en la constitución del PNV por Sabino Arana) que convertirían el Mein Kanpf en un cuento parecido al de Caperucita Roja.

También hay hipocresía en ese eslogan oficial de las manifestaciones «ETA NO, VASCOS SI». No, no señores, a todos los vascos desde pequeñitos les han dicho que son de una raza superior y que si esa superioridad no es tan manifiesta como debiera ser la culpa es de los españoles que los han tenido sojuzgados. Tal cosa se lo han repetido, de una forma o de otra, todos los días de su vida. ¿Hay alguien que no comprenda ese chiste sobre aquellos vascos que tomando unas cañas en Madrid, y al ver que se las sirven sin más comentarios, le dice uno al otro: -«Oye, ¿le decimos que somos vascos?, - No, !que se jodan!»?

Evidentemente, la mayoría de los vascos han reaccionado a ese lavado de cerebro y son personas de bien, aunque les haya sido muy difícil salir totalmente indemnes de esa autocomplacencia. Pero algunos de ellos sí han caído en la trampa y se han creído de verdad que son de una raza superior venida de otro planeta. Esto sería sólo risible sino fuera porque a alguno de ellos, de especiales características de maldad, han sido entrenados durante largo tiempo como perros de presa para matar españoles, tal como en el sur esclavista americano se entrenaban perros para matar negros esclavos huidos.

A estos perros de presa puedo perdonarles el asesinato de mi hermano, pues no es suya la mayor parte de la culpa, pero a los que me cuesta muchísimo perdonar es a sus adiestradores, esto es: a personajes como al exjesuita Arzallus, a Carlos Garaicochea, al obispo Setién y aquel su vicario que escondía asesinos en la sacristía, a tantos y tantos que en los sotanos de los conventos en vez del evangelio enseñaban a los niños a matar españoles, a ese siniestro Eguibar, junto al ridículo personaje llamado Anasagasti, y a tantos otros que han estado inventando fantásticas mentiras para condicionar en el odio a los demás y así usarlos para sus propios fines (porque los perros se quedan ya satisfechos con solo matar). A esos voy a hacerles una observación, pues si alguna vez creyeron en Dios, (puesto que al parecer entre ellos no faltan antiguos ministros de la Iglesia) y quizás alguna vez puedan tener un pensamiento sobre el mas allá, que no me gustaría estar en su pellejo cuando aparezcan ante la presencia de Dios y tengan que dar cuenta de tanta sangre vertida que clama justicia y de tanto Abel enterrado en tantísimos cementerios de España».

Y eso es lo único que nos queda a los demócratas: Arriesgarnos a que nuestra propia democracia nos condene por decir verdades difíciles de demostrar o, simplemente, llorar. Llorar como estas tres familias españolas, otras tres familias más que engrosarán la lista interminable de familias rotas que el nacionalismo vasco se ha encargado de confeccionar en España a base de tiros y bombas traidoras.

Porque, ¿qué otra cosa podemos hacer? ¿Poner bombas como hacen ellos? ¿Asesinar, como hacen ellos?. No. Nosotros no podemos caer tan bajo como el nacionalismo vasco. Nosotros no podemos hacer lo mismo que hacen ellos. Es evidente que si lo hiciésemos acabaríamos con ellos en un suspiro, pero nosotros no somos asesinos y debemos marcar la diferencia... Nosotros somos demócratas. Nosotros somos personas.

Efectivamente nosotros somos personas, y tengo el convencimiento total de que se pierde esa condición cuando se asesina o cuando se empiezan a establecer diferencias racistas entre la gente, y es que nuevamente Arzallus ha vuelto a justificar la independencia por razones de RH negativo...

El líder del nacionalismo vasco "democrático" (permítanme que ponga "democrático" entre comillas porque me da la risa poner ese adjetivo a ningún nacionalismo, y menos aún al nacionalismo vasco); en fin, a lo que iba: El líder del nacionalismo vasco "democrático", "señor" Arzallus, ha vuelto a hacer unas declaraciones -esta vez en el diario italiano "IL SORE 24 ORE"- en las que venía a decir más o menos que el País Vasco merecía la independencia por el RH negativo que tienen en la sangre los vascos puros... Lo que al "señor" Arzallus se le ha olvidado decir (permítanme que ponga "señor" entre comillas), es qué harían con los vascos que no tienen RH negativo si lograsen la independencia.

Y para finalizar esta larga y triste página, desde aquí envío mi más sentido pésame a las familias de todos los asesinados en nombre del nacionalismo vasco, pero también quiero decirles que la inmensa mayoría de los españoles estamos con ellos, y que las muertes de los suyos no serán muertes inútiles porque nunca es inútil morir por la democracia y la libertad.

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