DIARIO
LA RAZÓN (24 de julio de 2002)
El
Ayuntamiento de Maruri «señala» a su párroco y le convierte en el primer
cura vasco con escolta
El alcalde dijo a Larrinaga, presidente
del Foro de El Salvador, que «habla demasiado»
La trama es similar a
la de una novela de Don Camilo y Pepone pero en versión nacionalista y con
bastante menos sentido del humor. Tras las declaraciones el pasado junio de
Jaime Larrinaga, párroco de Maruri (Vizcaya) y Presidente del Foro de El
Salvador, en las que desaprobaba la polémica carta pastoral de los obispos
vascos, el Ayuntamiento de su pueblo, liderado por el PNV, se movilizó y tomó
una resolución insólita: elaborar una carta circular contra él que se
distribuyó por cada buzón de la localidad, de 600 vecinos. Desde la pasada
semana, Larrinaga lleva escolta.
Álex Navajas - Madrid.-
La maquinaria nacionalista
del Ayuntamiento de Maruri se puso el funcionamiento el pasado 18 de junio, días
después de que Larrinaga hiciese unas declaraciones a un diario nacional al que
exponía sus discrepancias con la polémica carta pastoral de los obispos
vascos, para vetar a su párroco. En la durísima circular del cabildo, titulada
«Por qué buscar problemas donde no los hay», el Ayuntamiento califica al
sacerdote de franquista, porque «se deduce que nuestro párroco es nostálgico
de aquel régimen, felizmente desaparecido». La circular asegura que el artículo
«está lleno de mentiras» ya que «no sabemos a qué municipio se refiere
cuando habla de señales de tráfico con su leyenda en castellano tapada y
pintadas exigiendo el reagrupamiento de presos». La nota también hace una
referencia explícita a un artículo publicado en LA RAZÓN en el año 2000 en
el que el sacerdote se autodefinía «vasco por los cuatro costados».
Feligreses atemorizados
En declaraciones a nuestro diario, Larrinaga asegura
que ha roto su silencio ahora que, desde hace apenas cinco días, dispone de
escolta, lo que le convierte en el primer miembro del clero en toda España que
tiene que llevar guardaespaldas. «Mis feligreses están indignados con la nota
del ayuntamiento. Dicen que cómo es posible que con su dinero se financie esta
cicular», subraya. «Hay muchos que tienen tanto miedo que me han llamado para
pedirme que no vaya a visitarlos a sus caseríos para que nadie me vea con ellos»,
continúa.
Pero Larrinaga no acusa sólo a su Ayuntamiento, sino que
apunta más arriba. «Me consta que esto se ha hecho por presiones desde la
dirección del PNV de Bilbao», afirma. Cuando el cabildo distribuyó la
circular, Larrinaga, que lleva treinta años en Maruri, llamó al alcalde,
Joseba Koldo Álzaga. «Le dije que estaba muy ofendido y que él sería el
responsable si los terroristas me hacen algo», apostilla. La respuesta del
alcalde fue lacónica: «Es que usted habla demasiado». «Fue entonces cuando
pedí escolta, porque, aunque se ve que los de Eta tienen últimamente el
gatillo oxidado, no me puedo fiar», asegura. Este temor también ha sido el
culpable de que el Foro de El Salvador, que agrupa a sacerdotes y seglares no
nacionalistas, haya demorado la redacción de una carta-respuesta a la polémica
pastoral de los obispos vascos, que se iba a publicar esta semana.
Larrinaga nació en Yurre, a veinte kilómetros de Bilbao, y
siempre predica sus homilías en castellano y euskera, su lengua materna. «Es
que soy tan respetuoso con la gente que predico en las dos», remacha. Aún así,
«he recibido llamadas telefónicas en mal tono y he visto malas caras en gente
del pueblo, con miradas como de querer matarte, de odio». Sus alumnos del
instituto le apoyan, «porque me llevo estupendamente bien con ellos». «Pero
lo que más asco me da es que algunos hermanos míos curas, cuando he ido a sus
parroquias a celebrar una boda o un funeral, están ofendidísimos, y me dicen:
Pero, ¿cómo voy yo a concelebrar contigo? ».