El día 7 de julio de 2001 los nacionalistas vascos de ETA se ensañaron en Bilbao y Bakio (Vizcaya) con los domicilios de los familiares de dos políticos del Partido Popular.

Sobre las 11 de la mañana atacaron con explosivos la casa de los padres del senador del Partido Popular por Toledo, Tomás Burgos, y durante la noche de ese mismo día también pusieron una bomba en el domicilio de un familiar de Antonio Basagoiti, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Bilbao.

Como puede comprobarse los socios del Partido Nacionalista Vasco no cesan en sus actitudes fascistas y mafiosas, ya no contra los políticos libremente elegidos por el pueblo, sino contra sus familiares. Los nacionalistas vascos violentos (tan necesarios para los nacionalistas pseudodemócratas), están cumpliendo maravillosamente bien con su cometido de aterrorizar a todo aquél que no sea nacionalista vasco para que se convierta forzosamente al nacionalismo o se vaya del País Vasco.

Y el mismo día en que sucedían estos atentados contra vascos no nacionalistas, el dios del nacionalismo, dignísimo sucesor del racista Sabino Arana y actual presidente del Partido Nacionalista Vasco, Javier Arzallus, decía en uno de sus repugnantes mítines que España era un país de pobres y de mendigos... Y para decir estas palabras hizo uso de todo ese odio y desprecio que tan bien sabe mostrar este vil personaje cuando habla de cualquier cosa que huela a español. Indudablemente todos vemos a Javier Arzallus como un odiador nato, incluso odiador profesional podríamos decir porque por odiar le pagan, pero el pobre Arzallus en realidad no tiene ni idea de lo que es odiar. ¿Qué puede saber de odio un individuo al que todavía no le han asesinado ningún familiar en nombre de una idea política? ¿Qué puede saber de odio un individuo al que jamás le han puesto una bomba a un hijo?. Nada. El pobre Arzallus, con todo lo odiador que parece, en realidad no tiene ni puta idea de lo que es el verdadero odio.