Título: Re: PANCARTAS PARA LA GUERRA	Fecha: 20/03/03
Autor: Albert	Hora: 09,07

 

No a la guerra contra Irak, pero al mismo tiempo que Sadam Hussein no siga con su dictadura en Irak, ni que tenga armas químicas, ni que sea una amenaza para sus vecinos, pero al mismo tiempo que no se eche a Sadam por las malas... Vamos que lo que quiero es que no me compliquen la vida y si alguien se tiene que joder que sea yo" - expresaba una de "las pancartas". 

 

La última expresión es algo egoista, ¿no crees?. ¿Son egoistas los que no desean la muerte de nadie?. Igual en tu mundo si.
¿No es egoista una guerra que está echa por intereses?. Reconocido por el propio Bush, que a su aliados os dejá tirados con sus comentarios. He escuchado el discurso de hoy mismo al rato de comenzar el ataque y sus frases eran para echarse a llorar y no parar mas. Frases como: "La coalición que yo ordeno" (eso son aliados, lo demás tonterias), "Hussein va a usar escudos humanos" (excusa para ocultar muertos civiles), "Con la ayuda de Dios y la mia" (¿Fanático Hussein?), "Los soldados norte-americanos permanecerán en Irak lo que haga falta" (Nos va preparando para que no nos sorprendamos)...

Vosotros decíais en un primer momento que había que desarmar Irak, hasta que Bush dijo que no era suficiente y que había que desalojar a Hussein (Muchos ya conocíamos sus intenciones). También dijisteis que había que arreglarlo por la ONU, que si la ONU era imprescindible, que si necesaria, bla, bla, bla. Al final Bush dijo que no y es que no.
Me cuesta creer que los que en esta situación sois seguidores de Aznar lo sigais siendo después de todo lo visto. Me sorprende excesivamente vuestra infelicidad. Vuestros argumentos son simples, inefectivos, incompletos, excasos, indeseables y lo sabéis, de hecho, Aznar ya ni siquiera trata de convencer a la mayoría del pueblo que se ha pronunciado en contra de esta barbaridad, ya simplemente deja la suerte correr.

 

Lo demás viene a ser la misma historia de siempre, repetitiva, monótoma y aburrida. Vienes a decir que los que estamos en contra no queremos hacer nada. Bueno, lo que tu digas, yo estoy ya cansado de explicartelo y no quieres enterarte porque te quedarías sin argumentos. Paso de repetirme pues no me gusta, así que en todo caso lees otros mensajes donde te haya demostrado lo contrario a lo que dices. Y es que, nos intentéis convencer a nosotros de que Hussein es un malvado y que tiene armas de destrucción masiva es inútil, ya lo sabemos, siempre lo hemos dicho, aún cuando vosotros mirabais para otro lado. Y odiamos las armas, TODAS, no solo las de Irak. Ya me dirás quienes hacen menos...

 

"No al ataque de objetivos militares de Sadam Hussein". -explicaba otra pancarta.
En fin, igual sigues empeñado en que somos bélicos y apoyamos dictaduras... que le vamos a hacer si te cierras en banda.

Pero una cosa, atacar con armas para destruir armas... ¿te parece lógico?.

 

"Ah, muerte a Bush, Blair y Aznar ". - era otra pancarta.

Pues mira, mas asesinos que Sadam si son y su lista aumentará considerablemente en las próximas horas. Así que según TU lógica, habría que atacarlos y desarmarlos. Pero no es asi, ¿por qué?, pues porque no tenéis lógica, sois un embudo, para vosotros la parte grande, a los demás que les den.
Pues verás, no creo que la muerte de estos tres personajes sea útil, mas bien todo lo contrario. Con ellos donde están, la gente se va dando cuenta de lo que son los mamarrachos que dominan el mundo y lo acaban rechazando. Además, estos tres imbéciles y asesinos serían facilmente sustituibles por otros tres de la misma madera porque yo no soy de los que creen que manden las personas, el mundo es governado por una seie de organizaciones y estructuras que poseen el verdadero poder.

 

Un saludo

-Albert-

 

PD: Desde que empezó este tema los argumentos de los defensores de esta matanza han ido cambiando y adaptándose a las circunstancias. Al final, se ha demostrado las numerosas contradicciones de estos payasos que nos brindan la oportunidad de que podamos ver como son.

Me gustaria que quien quisiese, leyera este comentario de Javier Ortiz, redactor de El Mundo:

 

El gran dictador

Se nos viene restregando desde hace más de una década el precedente bochornoso de Munich y la cobardía de los estados occidentales ante Hitler como muestra de lo que no podemos aceptar con Sadam Husein.

Lo cierto es que cualquier similitud entre la Alemania de 1938 y el Irak de 2003 es pura coincidencia.

El régimen hitleriano contaba con unas Fuerzas Armadas poderosísimas. Estaba respaldado por una industria puntera, que trabajaba a pleno rendimiento y con excelentes resultados en los planos más diversos, empezando por el del armamento. El propio Führer, que había llegado al Poder gracias al voto popular, alardeaba de la superioridad de su Estado y de su modelo social, y no ocultaba su intención de controlar y dirigir el mundo entero. Su poderío era tal y tan patente, y la arrogancia y el fervor de los suyos tan manifiestos, que atemorizó efectivamente a los gobernantes de la mayoría de los países occidentales: le permitieron saltarse a la torera el Derecho internacional, en parte porque tampoco veían con malos ojos su feroz oposición al comunismo, al que los nazis acusaban de terrorista (recuérdese el proceso por el incendio del Reichstag).

¿Qué parecido hay entre aquella realidad y la que arropa a Sadam Husein? El dictador iraquí, cuyo ejército se demostró incapaz de vencer siquiera al iraní –y eso con el respaldo de los Estados Unidos y de Rusia–, no puede ni pensar en atacar a nadie: la industria de su país no le da ni para defenderse. Tiene a la población hambrienta y desanimada y la mitad del territorio bajo control aéreo extranjero. De hecho, lleva meses aceptando con resignación las mayores humillaciones, permitiendo que le inspeccionen hasta debajo de las alfombras de su casa.

Comparar a ese sátrapa venido a menos con el Hitler de 1938 es sencillamente ridículo.

Pero no desdeñemos por entero la comparación.

¿Hay alguien en el mundo de hoy que cuente con unas Fuerzas Armadas poderosísimas, que esté respaldado por una industria puntera, particularmente en el plano armamentístico, que alardee de la superioridad de su Estado y de su modelo social, que no dude en manifestar su intención de controlar y dirigir el mundo entero, cuya arrogancia parezca no tener límites y que se salte a la torera el Derecho internacional cada vez que le viene en gana, sin que apenas ningún gobernante occidental se atreva a ponerle peros?

Dictador viene de dictar. ¿Hay alguien en este momento que dicte al mundo entero lo que debe hacer, y que no se considere sometido a ley alguna, salvo la de su real gana?

Si no les viene a ustedes ningún nombre a las mientes, háganselo mirar.

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