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A veces da la sensación de que los nacionalistas que
asesinan son muchos y que los que les apoyan o de algún modo
les protegen son muchísimos más, pero lo cierto es que no
son tantos. Observen ustedes.

Según las últimas elecciones de mayo de 2001 los vascos que
apoyan el nacionalismo ascienden a 742.530 sobre un censo de
1.780.336. Ahora vamos a suponer que todos esos vascos estén
a favor de que ETA mantenga su partido político para que
pueda gozar de cobertura política y económica. Seguidamente
vamos a seguir suponiendo que esta postura a favor de ETA
pueda traducirse como un apoyo tácito a la banda terrorista.
Y finalmente concluyamos que, si todo esto es así, los
742.530 vascos que votaron nacionalismo en realidad están a
favor de ETA. En resumen: Por parte del nacionalismo vasco
tendríamos 742.530 enemigos potenciales de la democracia y del
resto de España.

Ahora vamos a ver con cuantas personas podríamos contar en
España para contrarrestar el daño que esos 742.530 individuos
puedan hacer a la democracia española.

En primer lugar yo contaría con la Guardia Civil, la Policía
Nacional y el Ejército, cuyos integrantes -estoy seguro- son
profundos enemigos de las organizaciones que pretendan
romper nuestra democracia y nuestro país, y además -ellos y
sus familias- han sido víctimas preferentes de la sección violenta
del nacionalismo vasco. Pues bien, yo diría que los integrantes de
esas instituciones podrían ascender a unas 200.000 personas.

En segundo lugar igualmente debemos contar con las esposas y
esposos de los miembros de esas instituciones -también
objetivo del terrorismo vasco- que vamos a situar en una
cantidad aproximada de 100.000.

En tercer lugar hay que contar también con los hijos de
estas personas -igualmente víctimas del terrorismo vasco-
que hayan alcanzado la mayoría de edad y que podríamos
establecer en unos 50.000.

En cuarto lugar -sin duda alguna- también hay que tener en
cuenta a los padres de los miembros del Ejército y las
fuerzas policiales, que quizá asciendan a otras 200.000
personas.

En quinto lugar -y por razones obvias- contabilizaré
igualmente a los hermanos de los miembros de estas fuerzas
de seguridad que, como mínimo, sumarán unos 200.000.

Ya está. Compensado. Hemos logrado un total de 750.000
personas directísimamente contrarias a las tesis del
fascismo nacionalista vasco, lo que significa una cantidad
similar a la del total de los nacionalistas vascos, que
ascienden a 742.530 y que, al parecer, apoyan la existencia
política de ETA.

Y en estas cuentas no voy a meter a los políticos del
Partido Popular (claramente contrarios a las tesis
nacionalistas y también objetivos del terrorismo), ni voy a
meter a sus esposas ni a sus hijos ni a sus padres ni a sus
hermanos. Y de igual modo tampoco voy a meter a muchísimos
políticos del Partido Socialista ni de otros partidos y
asociaciones igualmente objetivos de ETA. Ni voy a meter a
las Policías Locales Ni tampoco voy a meter a sus
familiares, ni a los votantes o simpatizantes de estos
colectivos...  Sólo voy a contar con ese importante grupo de
personas y familiares en primer grado de los miembros del
Ejército, Guardia Civil y Policía Nacional QUE ASCIENDEN A
750.000 PERSONAS libres de toda duda respecto a su postura
en relación con el terrorismo y con todo aquello que pueda
sustentarle, sostenerle o -de algún modo- apoyarle.

En otras palabras, España tiene gente activa más que
suficiente para contrarrestar al fascismo nacionalista vasco
por muy activos que ellos crean ser. Lo único que falta es
situarse a su misma altura y echar mano de las armas, pero
eso no va a suceder porque nosotros, los demócratas, no
somos nacionalistas vascos y, consiguientemente, preferimos
utilizar la palabra y la democracia en lugar de la
violencia. De todos modos, que esos mafiosillos de tres al
cuarto no lo olviden: SOMOS MÁS Y CON LAS IDEAS MÁS CLARAS.
  
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Angelberto.~¬¬¬¬¬¬¬*

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