Cuando yo era pequeño, años ha, los
maestros decian que hace muchos siglos España era un frondoso bosque. Los
monos de Gibraltar podian subir a los Pirineos, de rama en rama, sin poner
los pies en el suelo.
Desde hace unos meses, con lo del
Prestige y la Guerra, pienso que la paloma de la paz, herida de ala, puede
desplazarse de Cabo de Palos a Finisterre saltando de mastil en mastil, en
que ondean banderas de todos los colores -menos rojo y gualda- y letreros
con el NO A LA GUERRA y AZNAR ASESINO. Entre tanta bandera y pancarta no veo
con claridad el horizonte. Y en el cielo, sobre esta sufrida piel de toro,
percibo NEGROS NUBARRONES.
No quisiera ser pesimista ni pajaro de
mal agüero, pero oigo ( en el Pais Vasco, Cataluña, Galicia, Baleares )
voces democraticas de toda la vida que desean anular quinientos años de
Historia. Y esos mismos, progresistas confesos, defensores de la paz y la
libertad, acosan a la Derecha Civilizada y se dedican -o miran para otro
lado- a tirar huevos, piedras o cocteles a las sedes del PP.
No hay que exagerar. No hay que
dramatizar. Pero yo pienso que los desastres no suceden por germinacion
expontanea, de hoy para mañana. Siempre suponen un proceso....
No hay que ser avestruces,
escondiendo la cabeza bajo la arena.