Foro Hombre-pronto-libre 200306260356

Amigo Robb: Hace veinte días que te debo una respuesta. Te explicaré las razones del retraso, para empezar. Por un lado comprenderás la principal, que no es otra que una que tu compartes, seguro estoy de lo que digo: es lo deprimente de sentirte inmerso en un ambiente popular canalla y desvergonzado que antepone su situación económica o su seguridad personal a cualquier otra consideración. Si esta gentuza nacionalista tuviera escrúpulo de conciencia o alguna capacidad viva de objeción, no dudaría en reconocer que no tiene ningún derecho a "tensar la cuerda" como lo está haciendo. Llevamos casi mil muertos, seguramente el doble si contamos los heridos y los lesionados física o psicológicamente; seguramente cinco veces esta cifra de gente infortunada si sumaramos a aquellos que se niegan a agachar la cabeza, y a disimular su forma de pensar no nacionalista, que si se une a alguna circunstancia vital de cierta notoriedad - como se da en militantes de otros partidos, profesionales de la justicia o la policía, intelectuales, periodistas de "la otra cuerda", activistas de organizaciones juveniles y/o pacifistas etc. - y si multiplicaramos por una media estimada de cuatro víctimas más "inducidas", que corresponden a padres, hijos, conyuges o hermanos de los anteriores ... llegamos a los cuarenta mil que una organización como Gesto por la Paz, da como el colectivo probable de la gente que sufre la llamada "violencia de persecución" en propia carne. Para mí estas cuarenta mil personas sufrientes son el verdadero "conflicto" que se cierne sobre estas tierras. Luego volveré sobre el tema. Pero antes quiero darte la segunda razón de mi tardanza. Contestarte a tí, Robb, no es nada fácil, porque veo que lo valoras todo exáctamente igual que yo, veo que no disentimos en absoluto: ahí está la dificultad. Dicho de otra forma: es relativamente fácil debatir o contestar a uno cualquiera de los muchos comunistas, anarquistas o nacionalistas que pululan por estas páginas, pero contigo no. En esto tendrá razón el Piparreche, pero hoy por hoy yo no respeto esas "ideologías" en aboluto; lisa y llanamente me parecen todos ellos un atajo de sivergüenzas ¿para qué voy a disimular?. En los tiempos de Santiago Carrillo, Gerardo Iglesias o Julio Anguita, por un lado ... en los tiempos de Irujo, Aguirre, los Arregui. los Guevara, y hasta Ardanza si se quiere ...yo respetaba a unos y otros: no compartía sus puntos de vista, pero podía entenderlos y respetarlos. Hoy ya ... ni borracho, como suele decirse.

Pero es que además, tu última intervención, me parece de especial calidad. Y esto lo pone más difícil todavía, porque obliga a ponerse a tu nivel y a responder a una pregunta muy difícil: ¿Qué le puedo decir yo a Robb si a pesar de su juventud discurre con un rigor aplastante, está muy enterado, tiene muy buen corazón y hasta sus perplejidades parecen ser las mismas que yo tengo? No sé qué responderme, En especial de cara a esa perplejidad tan notable que te carga el intelecto con fuerza, presumiblemente desde que has leído " Los años del plomo": la pregunta de cómo es que ninguna de tantas y tantas familias dañadas haya tenido algún miembro dispuesto a vengarse de alguna manera. A mí como a tí, no me extraña que la gran mayoría ni lo intente siquiera. Hay muchas razones para no dejarse arrastrar por ese impulso. Las fuertes convicciones cristianas que manifiestan los familiares victimizados es una de las principales; la dificultad de acceder al mercado de armamento para un ciudadano normal que nunca pensó en términos militares - corrijo en tu nombre; quiero decir en términos "asesinos" - es otra; el miedo natural a enfrentarse de forma individual contra una potente organización con repugnante respaldo social, y hasta político, es una tercera razón. Tal vez tenga mucha fuerza también el considerar que caso de llevar a cabo su acción, se estaría dando un gran paso para convertir esto en Irlanda; algo que ningún español o vasco-español desea ( no diría yo otro tanto de los sedicentes "sólo vascos"). Sea como fuere no deja también de extrañarme que un mundo de tan densos sentimientos como cabe imaginar, no incurra en alguna triste excepción. Sòlo me queda exclamar una vez más ¡ Que Dios bendiga a nuestras víctimas también por esto!

Puedo alargarme mucho con estas consideraciones sobre nuestro triste y, al parecer, irremediable sino. Me consuele sentir que españoles como tú lo entendais tan bien y tan solidariamente. Claro está que no se me escapa que vosotros también sois víctimas de esta sinrazón, y que también vosotros sintais la amargura a que nos someten estos mierdas del rencor artificial y eternamente insatisfecho. Nunca reconocerán la generosidad puesta en juego con el Estatuto vigente - ese que un conocido y destacado cabronazo llama "carta otorgada" - del cual todas las facultades y poderes en él contenidas han hecho un uso criminal: un uso no para la convivencia como estaba previsto sino para la guerra; no para la libertad de todos los vascos como se pensó, sino para la opresión de la mitad de nosotros. Se concedió demasiado a la ligera porque fuimos ingenuos y bienpensantes; nos lo pagan con moneda de manifiesta tiranía.

Para terminar, y dado que tanto tú como yo parece respiramos por la ideología del partido popular, quisiera decir algo en favor de estos y de los socialistas, sus recientes aliados. Hay un claro diferencial de perfil local entre socialistas y populares vascos. Los primeros son mucho más "históricos" que los segundos. Aquí están organizados desde finales del s.XIX ; son algo anteriores a los nacionalistas mismos, los populares por el contrario recogen un "todo revuelto" de liberales, monárquicos, centristas y ex-franquistas ... con una refundación mucho más reciente que pasó por los partidos de AP y UCD. Los socialistas tuvieron su origen en líderes obreros o sindicales, y un puñado de intelectuales. A una generación de distancia, hacia atrás, los socialistas eran marxistas y, posiblemente, revolucionarios. Tras la Transición se dejaron de maximalismos y acentuaron su europeísmo, y su comportamiento exclusivamenbte democrático. En este país cuentan con más afiliados y militantes que los populares; geográficamente son fuertes allá donde hay industria; por ello cuentan con muchas "casas del Pueblo" en los distintos cinturones industriales de Vizcaya y Guìpuzcoa así como en las ciudades alavesas de Llodio y Vitoria, la capital. Los populares encuentran más dificultades en su extensión o despliegue geográfico, porque apenas cuentan con participaciones en las industrias locales, dominadas hoy por el nacionalismo. Lo suyo son pues los grandes municipios, con una base en aquellas actividades económicas - cada vez menos en número - que pueden subsistir sin pronunciamientos pronacionalistas: una parte del Comercio, Servicios, Banca y Seguros, Constructoras de implantación nacional, profesiones liberales, gestores, técnicos cualificados, profesores y catedráticos, así como funcionarios delegados de la Administración del Estado ... poco más. Los populares tienen sedes semiclandestinas - su predominante carácter liberal no da pié a nutridas reuniones sociales ni nada parecido - sistemáticamente "bunkerizadas". En consecuencia su proselitismo y captación de simpatizantes están muy delimitados. Unos y otros cuentan con muchos simpatizantes - prueba de ello son las irreductibles cuotas de voto que obtienen - lo que viene a reflejar una tenaz disidencia antinacionalista más que nada. El grado de "vulnerabilidad física y/o ideológica" es superior en los socialistas que en los populares. Estos mantienen el rechazo frontal que proviene hoy de un partido fuertemente liderado y cohesionado. Los socialistas, con más vida en los temibles pueblos vascos, donde es imposible pasar despercibido o pasar por "aceptable", y a pesar de haber sido colaboradores o partícipes de la política local ... tienen alguna facilidad para pensar en términos de "convivencia y colaboración posible con los nacionalistas". Los populares lo tienen más claro: su lógica actitud vital es de tipo "con los nacionalistas ni a heredar". Todo esto explica la fragilidad siempre latente de las uniones o pactos de unos con otros. Me refiero a esos llamados pactos "antiterroristas" o "de constitucionalistas". La intención suele ser buena y clara a nivel de los mandos o comités de vigilancia, allá en Madrid. Pero todos acabamos de ver con gran tristeza cómo estos frentes o pactos se rompen siempre por el lado o eslabón más debil: el socialista. Pero Dios me libre de maldecirlos o lamentar sus incoherencias. Porque, como bien dice nuestro refranero, " una cosa es predicar y otra es dar trigo". (Que traducido a lenguaje marxista creo que se dice que una cosa es la ideología y otra la "praxis"). ¡ Hasta en esto tienen suerte los cabrones de los nacionalistas! Siempre les basta con una sonrisita y cuatro usadísimas pero efectivas mentiras para romper con la unión "constitucionalista". Una vez más la táctica es totalmente eclesiástica: la Iglesia, durante siglos vendía Bulas para librarte de las penas del Infierno ( Una amenaza inventada por la Iglesia misma). Hoy los del PNV venden "seguros de vida" frente a ETA ( Una amenaza inventada y mantenida por ellos mismos) a todos los que apuesten, si no por el nacionalismo mismo, que es lo mejor, al menos por "el diálogo". Los socialistas son los mejores compradores de tal mercancía. Y es que hace falta una fe sobrehumana para resistirse al ofrecimiento.

Título: Re: DISCUTIENDO CON UN JOVEN LLAMADO ROBB	Fecha: 26/06/03
Autor: Hombre-pronto-libre	Hora: 03,56