DIARIO LA RAZÓN (09 de julio de 2003)
Los franciscanos «echan» a un edil del PP por llevar escolta durante su voluntariado en un comedor social
D. Mazón - Madrid.-
Isidoro Vinagre llevaba más
de diez años colaborando como voluntario en el comedor social que los
franciscanos tienen en la calle Irala de Bilbao. Allí ayudaba a dar de comer a
los mendigos y colaboraba en las tareas propias del comedor. A partir del pasado
veinticinco de mayo, Vinagre es además concejal del Partido Popular en la
localidad vizcaína de Arrigorriaga, motivo por el cual se ve obligado a llevar
escolta.
Pues la presencia del guardaespaldas parece haber incomodado a
los responsables del comedor, que tras reunirse decidieron solicitarle que su
escolta se quedara fuera de las instalaciones para que el resto de voluntarios
no se sintieran «molestos» con su presencia. Vinagre, ante esta petición, y
aconsejado por el propio escolta, decidió no continuar con su labor porque, tal
y como explicó a este periódico, «es un trabajo de mucha rutina, siempre en
el mismo lugar y a las mismas horas», lo que comporta una serie de riesgos que
sin el guardaespaldas se doblaban y su integridad física, en un lugar donde
habitualmente hay mucha gente, podía correr peligro. Vinagre declaró que «la
gente que crees que te va a ayudar te deja de lado» y añadió que «no quiero
pensar que no me dejen estar por ser concejal del PP». Por su parte, los
responsables del comedor admitieron haber pedido al edil de Arrigorriaga que
dejara al escolta fuera del centro, «garantizando su seguridad pero fuera», lo
que es norma habitual entre los muchos escoltados que acuden a la parroquia de
los franciscanos. y esgrimieron el argumento de que a la parroquia de los
franciscanos acuden muchos escoltados y lo habitual es que los guardaespaldas se
queden fuera esperando. Asimismo, señalaron que algunos voluntarios les habían
advertido que si «esta persona armada» estaba allí, ellos se iban, por lo que
los responsables del comedor consideraron que «el que la figura del escolta esté
ahí presente, no ayudaba a la dinámica del servicio». Antonio Basagoiti, ha
enviado una carta al provincial de la orden franciscana, en la que le solicita
que corrija «un hecho manifiestamente injusto e insolidario».