DIARIO
ABC (13 de noviembre de 2003)
PP,
PSE y la patronal vasca culpan al proyecto del PNV del desplome económico
VITORIA. J. J. SALDAÑA
La Confederación Española de Organizaciones
Empresariales expresó su «apoyo incondicional» a la Constitución y el actual
marco estatutario
Nacionalistas
y no nacionalistas protagonizaron otro enfrentamiento, esta vez a consecuencia
del desplome de la inversión extranjera en el País Vasco, que se ha visto
reducida en un 81,77 por ciento en el primer semestre del año. Mientras el
Ejecutivo de Vitoria justificó el descenso económico, populares y socialistas
lo achacaron a los efectos negativos del plan Ibarretxe. La patronal vasca (SEA)
secundó este último argumento al «constatar» que «la incertidumbre»
generada por la propuesta soberanista está trayendo «problemas a la economía».
Desde
el PP, su presidente en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, afirmó que estos datos
evidencian que «no se puede hablar de un plan de bienestar, sino uno que trae
pobreza, nos saca de Europa y ahuyenta las inversiones». En la misma línea, el
secretario general del PSE, Patxi López, acusó al Ejecutivo vasco de «mentir
sobre el alcance real de su propuesta, ocultando a la sociedad las consecuencias
y los riesgos que entraña. Es una realidad innegable y lo seguirá siendo aún
más en los próximos meses».
Desde
el Ejecutivo, su portavoz, Josu Jon Imaz, trató de minimizar los datos del
Ministerio de Economía que reflejan un descenso cercano al 82 por ciento de
fondos extranjeros en el primer semestre del año, al recibir sólo 17 millones
de euros, lo que representa apenas el 0,34 por ciento del total de España, y
sitúa al País Vasco como la segunda Comunidad con mayor caída y la tercera
con menor captación de fondos exteriores. En el mismo periodo de 2002, con un
descenso del 71,22 por ciento, el País Vasco captó entonces 92 millones
de euros, cifra que quintuplica holgadamente este último dato.
Mientras, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales expresó su «apoyo incondicional» a la Constitución y el actual marco estatutario en el 25 aniversario de la Carta Magna, a la que situó como propiciadora de «una de las épocas más brillantes de nuestra Historia», así como de «la mejor garantía de un futuro de concordia, prosperidad y democracia». La CEOE también defiende la Constitución por definir el papel que corresponde a sindicatos y organizaciones empresariales, así como su marco de actuación, «que no es otro que el de la libertad de empresa en una economía de mercado».