Movilizaciones por el asesinato del concejal del Partido Popular José Luis Ruiz Casado

Tras el asesinato del concejal del Partido Popular, José Luis Ruiz Casado, toda Cataluña se movilizó en protesta por el despreciable y cobarde crimen.

La gente nuevamente salió a la calle para gritar el clamoroso ¡BASTA YA! que siempre se oye en toda España cada vez que los nacionalistas vascos de ETA deciden asesinar a un inocente.

A pesar de que estas movilizaciones puedan parecer estériles, no debemos cansarnos nunca de salir a la calle, de protestar y de luchar por nuestra libertad. Esa libertad que ETA pretende arrebatarnos con sus asesinatos mafiosos.  

También en el resto de España la gente mostró su rechazo a la violencia con multitudinarias manifestaciones silenciosas llenas de emoción contenida.

Por desgracia para los violentos nacionalistas vascos, cada vez son más las personas que toman conciencia de que para salvar nuestra democracia hay que movilizarse, hay que salir a la calle, hay que protestar contra los fascistas y contra sus asesinatos, y hay que dejarles muy claro que la calle es nuestra, que la calle es de los demócratas y que jamás nos la robarán.

Los nacionalistas vascos de ETA podrán seguir asesinando inocentes, y Arzallus podrá continuar haciendo pactos con ellos, y el Partido Nacionalista Vasco podrá seguir tratando de perpetuarse en el poder a toda costa y caiga quien caiga... pero todos ellos deben saber que JAMÁS CONSEGUIRÁN NI LA MÁS INFINITESIMAL PARTE DE LO QUE PRETENDEN, porque para conseguir algo injusto por la fuerza hace falta ser fuertes (y ellos son débiles), hace falta ser muchos (y ellos son pocos), y hace falta ser inteligentes (y ellos son estúpidos).

También en Barcelona hubo una gran manifestación encabezada por toda la clase política en la que se pidió la paz con un impresionante silencio.

Un buen número de catalanes salieron a la calle para mostrar su desprecio hacia la violencia del nacionalismo vasco de ETA, una violencia estúpida y absurda que, sin duda, sólo traerá desgracias al propio nacionalismo vasco.

Numerosos jóvenes dieron su especial adiós a José Luis, iluminando la palabra PAZ sobre el lugar donde cayó asesinado con dos disparos en la cabeza.

Estos jóvenes estaban entristecidos por la muerte de su vecino, pero al mismo tiempo ilusionados porque tienen el convencimiento de que nunca nadie podrá arrebatarles la libertad.