La manifestación de Ibarretxe

El sábado, día 21 de octubre de 2000, el lehendakari Ibarretxe, en nombre del PNV convocó una polémica manifestación que él dijo que era contra ETA y para pedir la paz.

La polémica surgió porque, según el Partido Popular, los nacionalistas la habían convocado para conseguir el balón de oxígeno que estaban necesitando desde que se encuentran en minoría absoluta en el Parlamento vasco como consecuencia de que EH (el partido afín a ETA) dejó de apoyarles con sus votos.

Y la polémica se acentuó aún más cuando se supo que Arzallus, el presidente del PNV, había enviado una carta a todos sus afiliados tratando de convencerles para que fuesen a la manifestación y que llevasen a toda la gente conocida que pudiesen. En dicha carta les informaba de que tendrían a su disposición los autobuses necesarios para el traslado. Hasta aquí todo parece bastante normal (aunque faltaba la clásica oferta del bocadillo), pero al recordar aquellas palabras amenazantes de Arzallus, después de la inmensa manifestación de los vascos no-nacionalistas en San Sebastián, cuando dijo con desprecio: "A nosotros no nos ganan ésos a salir a la calle", y después de leer detenidamente la carta, no ha quedado más remedio que suponer que era una manifestación-trampa.

A los nacionalistas que van de demócratas les gusta decir que ellos condenan la violencia "venga de donde venga", en clara alusión a que la violencia no sólo viene de ETA, o dicho de otro modo, que condenan la violencia de ETA pero también la violencia, supongo que del Estado. Y ahora me pregunto, ¿de verdad los nacionalistas vascos no se dan cuenta de que los únicos que queman coches, comercios y casas, que amenazan y extorsionan, y que disparan y asesinan, son los propios nacionalistas? ¿De verdad no se dan cuenta de que, aparte de ellos, nadie en España utiliza esos métodos terroristas para defender sus ideas políticas?.

El día que los nacionalistas vascos reconozcan que el problema está en ellos y no en los demás, quizá se empiece a arreglar algo la violencia en Euskadi.

También el hecho de que el Partido Socialista anunciase que iba a acudir a la manifestación convocada por el PNV ha producido una importante controversia, ya que tanto el Partido Popular como la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el Foro de Ermua, la plataforma Basta Ya y otras organizaciones pacifistas, se habían negado a participar en esa manifestación, puesto que consideraban que no podían manifestarse contra ETA al lado de un partido como el PNV, porque el PNV está asociado con el entorno de ETA en el pacto de Lizarra, porque el PNV forma gobierno con el entorno de ETA en varios ayuntamientos del País Vasco, y porque el PNV se ha negado en reiteradas ocasiones a romper su pacto con EH que, como todo el mundo sabe, es el partido por el que los terroristas se sienten representados. En otras palabras, supongo que consideraban que manifestarse con el PNV era como manifestarse con la hipocresía convertida en partido político.

Pero aun así no voy a criticar en absoluto al Partido Socialista por haber acudido a esa manifestación, ya que tengo el más profundo convencimiento de que sus intenciones al participar en ella han sido buenas, y además estoy seguro de que al que más le ha molestado la presencia socialista ha sido al propio Arzallus porque, desgraciadamente para él, ahora no podrá decir con triunfante desprecio: "Ésos no nos han ganado en salir a la calle". Claro, hay que tener en cuenta que son muchas decenas de miles de vascos no-nacionalistas los que se movilizaron ese día en representación del Partido Socialista y junto al PNV.

Por desgracia para el PNV, nunca podrá decir nadie que la manifestación de Ibarretxe sólo fue de nacionalistas vascos.