EL DIARIO VASCO (13 de septiembre de 2002)
Garzón insta al Gobierno Vasco a que prohíba la manifestación de Bilbao
El juez sostiene que es ETA «la que está, a través de varios responsables», en la convocatoria de la movilización. Los promotores de la marcha mantienen la convocatoria y dicen que será «de las más importantes de los últimos años»
AGENCIAS./MADRID
El juez de la Audiencia
Nacional Baltasar Garzón comunicó ayer al Gobierno Vasco que es ETA-Ekin «la
que está, a través de varios responsables, en la convocatoria y preparación
de la manifestación» de mañana en Bilbao. Asimismo, el magistrado insta al
gabinete de Ibarretxe a que adopte, en el ámbito de sus competencias, las
medidas oportunas para «prevenir la legalidad y el cumplimiento de las
resoluciones judiciales firmes».
La Unidad Central de Inteligencia de la Policía (UCI) comunicó al juzgado de
Garzón que los «peticionarios» de la manifestación convocada bajo el lema
Gora Euskal Herria son Ana Rosa Sisniega y José Manuel García Ruiz, «ambos
vinculados al proyecto de ETA-Ekin-Joxemi Zumalabe (...) de desobediencia civil»
que se investiga en el sumario 18/98.
El informe policial añade que «como portavoces de esta iniciativa han
comparecido en rueda de prensa en Bilbao Javier Cruz Amuriza y Amparo Lasheras,
promotores el primero del partido político Euskal Herritarrok (EH) e integrante
la segunda de la comisión dinamizadora del proceso Batasuna, que produjo el tránsito
desde Herri Batasuna- Euskal Herritarrok hacia Batasuna».
Para el juez, estos datos acreditan «que no se trata de una manifestación para
discrepar o criticar de las resoluciones judiciales, ni para protestar por la
falta de libertad de expresión, reunión y manifestación, o con cualquier
actividad lícita, sino que se trata de una clara actividad orgánica de la
organización terrorista, a través o con la cobertura de otras personas físicas
aquiescentes vinculadas a la propia estructura investigada».
Presencia de Otegi
La marcha, a la que había anunciado su asistencia el portavoz de Batasuna,
Arnaldo Otegi, había sido convocada con el objeto de protestar «contra el
recorte de los derechos de libertad de expresión, de reunión y de manifestación»
tras el auto en el que Garzón decretó la suspensión cautelar de actividades
de la coalición por un periodo de tres años.
A la vista de las conclusiones del informe policial, la Fiscalía de la
Audiencia Nacional solicitó ayer a Garzón que dictara una resolución que
declarara la ilicitud de la convocatoria de la manifestación, al estimar que
las personas convocantes «aparecen directamente vinculadas a los partidos políticos
cuya actividad se ha suspendido por auto de fecha de 26 de agosto de 2002».
Para el ministerio público, «la manifestación entra dentro del ámbito de
limitaciones establecidas en la citada disposición, al tratarse de un acto
organizativo propio de HB-EH-Batasuna organizado a través de personas
interpuestas».
El escrito de la Fiscalía añadía que las personas «inductoras y promotoras»
del acto público «se encuentran vinculadas a Ekin», y señalaba que ésta está
incluida en la lista de organizaciones terroristas de la UE y que sus
actividades fueron suspendidas por Garzón en abril del año pasado.
Por su parte, los promotores de la marcha consideraron que dado que «de momento»
no ha habido «ningún pronunciamiento en contra» por parte del Departamento de
Interior, la manifestación «está autorizada» y se mantiene. Convencidos de
que la convocatoria será «histórica, una de las más importantes de los últimos
diez años», hicieron un llamamiento a la movilización contra «el estado de
excepción encubierto» .
500 adhesiones
En nombre de los impulsores, Xabier Amuriza y Amparo Lasheras expresaron su
satisfacción por las más de 500 adhesiones recibidas. Entre ellas están los
actores Xabier Elorriaga y Patxi Bisquert, y el escultor Néstor Basterretxea.
En su intervención, afirmaron que la Ley de Partidos y los autos de Garzón
obligan a salir a la calle para «defender derechos fundamentales», entre los
que citaron el de expresión, manifestación, reunión y derechos que
corresponden a los vascos «como pueblo» y que «nos arrebatan». «Son
derechos que son inherentes a la libertad individual y colectiva de personas, de
los pueblos y de las sociedades y nadie nos puede arrebatar ni con leyes ni por
decretos ni por nada», señalaron.
Aniversario de Lizarra
El secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, opinó en San Sebastián
que «el marco autonómico es una cárcel» para el pueblo vasco y abogó por «plantear
una ofensiva política de gran calado» basado en el «respeto a la decisión de
los ciudadanos».
Díez Usabiaga participó, junto a varias decenas de delegados del sindicato LAB,
en una manifestación convocada en la capital guipuzcoana con motivo del cuarto
aniversario de la firma del Acuerdo de Lizarra, cuyo contenido reivindicó el líder
de esta central, que celebró también concentraciones en Bilbao, Vitoria y
Pamplona.
EL DIARIO VASCO (14 de septiembre de 2002)
Xabier
Elorriaga/(DNI.: 15.255.815)
Xabier
Elorriaga (D.N.I.: 15.255.815)
EL DIARIO VASCO (15 de septiembre de 2002)
La Ertzaintza cargó contra los manifestantes de Bilbao después de media hora de recorrido
Veinte heridos y cuatro detenidos tras los incidentes. Interior dice
que en ningún momento permitió el acto
O.
B. DE OTALORA/L. LORENZO/DV. BILBAO
La Ertzaintza cargó ayer
con contundencia contra las decenas de miles de personas que se manifestaron en
Bilbao bajo el lema 'Gora Euskal Herria', media hora después de que la
movilización se hubiera iniciado y cuando había recorrido aproximadamente la
mitad del trayecto.
A consecuencia de la intervención policial una veintena de personas resultaron
heridas y la Policía vasca detuvo a cuatro manifestantes. La actuación de la
Policía autónoma, que desplegó un contingente de más de doscientos agentes ,
dos camiones con mangueras y dos helicópteros, impidió que se completase la
marcha, que se disolvió después de que los organizadores celebrasen un acto
político.
La manifestación se inició a las seis menos veinte de la tarde en la plaza
Aita Donosti. En ese momento miles de personas ya habían ocupado gran parte del
trayecto hasta El Arenal, donde debía celebrarse el mitin final. A mitad de
camino, en la plaza Zabalburu, la Ertzaintza había situado un fuerte
dispositivo en el que decenas de agentes antidisturbios cortaban la calle.
El Departamento de Interior no había anunciado oficialmente que la marcha
estuviera prohibida, aunque durante la mañana había hecho público un
comunicado en el que recordaba que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar
Garzón consideraba que la convocatoria era delictiva. «La Ertzaintza deberá
adoptar las medidas necesarias para evitar su celebración», advertían.
La movilización fue avanzando en un silencio sólo roto por gritos a favor de
la independencia y aplausos dirigidos a la cabecera de la manifestación,
presidida por una ikurriña de gran tamaño. Detrás de la bandera se
encontrabanlos principales dirigentes de Batasuna, así como el secretario
general de LAB Rafael Díez Usabiaga, el miembro de Aralar Julen Madariaga y los
convocantes del acto Xabier Amuriza y Amparo Lasheras.
Tras media hora de recorrido, la cabecera se topó el cordón de la Ertzaintza,
reforzado por un camión preparado para lanzar agua a presión. La parlamentaria
Jone Goirizelaia, así como los abogados Kepa Landa, Iñaki Goyoaga y Arantza
Zulueta se acercaron entonces a hablar con los mandos que dirigían la
intervención policial, quienes les comunicaron que el acto era ilegal. De
manera simultánea, tres simpatizantes radicales se desnudaron y se colocaron
frente a los agentes. Los manifestantes comenzaron a corear la consigna «PNV
Español».
En ese instante la Ertzaintza realizó una carga con material antidisturbios
contra las personas que se encontraban en primera fila.
Según la versión oficial del Departamento de Interior, la intervención se
produjo después de que los manifestantes hubieran lanzado piedras contra los
ertzainas. En esta acción se registraron los primeros heridos y se vivieron
momentos de pánico. Al mismo tiempo, la camioneta comenzó a lanzar agua contra
los asistentes.
Los lanzamientos de pelotas y las carreras continuaron en la primera línea de
la marcha, aunque decenas de manifestantes, entre ellas miembros de la
suspendida mesa nacional, se sentaron en el suelo frente a los agentes.
En estas cargas 19 personas resultaron heridas -entre ellas cuatro periodistas-,
y tuvieron que ser trasladas al hospital de Basurto, donde fueron dadas de alta,
según Osakidetza. En las calles perpendiculares los radicales comenzaron a
quemar contenedores.
Conversación
Mientras tanto, Jone Goirizelaia y la abogada Arantza Zulueta hablaban con los
agentes que controlaban el dispositivo policial. Cuando los ertzainas les
comunicaron que debían despejar la zona, las letradas radicales respondieron
que era imposible disolver a las decenas de miles de personas que llenaban la
calle y pidieron hablar por teléfono móvil con sus superiores.
Tras la conversación, las abogadas anunciaron a los medios de comunicación que
se había alcanzado un acuerdo para disolver la manifestación de manera pacífica
a las siete de la tarde, después de que se celebrara un acto político frente
al cordón policial. Interior negó ayer que existiera «ningún tipo de
negociación».
A la hora anunciada, los convocantes utilizaron megáfonos para dirigirse a los
manifestantes y, posteriormente, Arnaldo Otegi, pidió a los manifestantes que
se disolvieron, al tiempo que mostraba una pelota antidisturbios con la frase:
«Otegi. H.P. Pum».
Tras el mitin, las
calles comenzaron a despejarse lentamente, aunque todavía se registraron cargas
aisladas en las que una persona fue detenida.
El Departamento de Interior anunció ayer que remitirá al juez Garzón el
informe escrito sobre la marcha. Según la consejería, la manifestación no
estuvo permitida en ningún momento.
Según los portavoces oficiales, si se actuó media horas después de inicio del
acto fue «por razones operativas, ya que la plaza Zabalburu, a quinientos
metros de la salida, era el sitio más oportuno para controlar el dispositivo
con todas las garantías».