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29 de enero de 2007 (Angelberto) |
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El nacionalismo vasco de ETA utiliza niños para violar la tumba de Gregorio Ordóñez
Que el nacionalismo vasco en general suele ser indigno es algo que está sobradamente demostrado, sobre todo si tenemos en cuenta que nació de uno de los hijos de puta más grandes que ha dado la humanidad, que no es otro que Sabino Arana, un fascista al que, a día de hoy, el PNV rinde homenajes, le hace estatuas, le dedica calles y crea fundaciones con su nombre. Pues bien, aparte de esa indignidad que todo aquel que conozca un poco el nacionalismo vasco tiene que, por fuerza, reconocer, hay una parte del nacionalismo vasco -perfectamente integrada en ese movimiento- que es especialmente indigna y repugnante, y esa parte a la que me refiero es la "izquierda patriótica vasca" o "izquierda abertzale", que es la que representa ETA. No sé si la "izquierda patriótica vasca" es más indigna que los otros nacionalistas (que ya es decir) por ser "patriótica" o por ser de "izquierdas", pero lo cierto es que es su indignidad llega a extremos sorprendentes. Mal está -e indigno es- amenazar a un empresario para que pague dinero a cambio de no asesinarle a él y a su familia, peor aún es matar a una persona por la espalda por el hecho de tener una idea política democrática diferente a la del asesino, e infinitamente criminal podría considerarse el poner una bomba sin que vaya especialmente dirigida a nadie y que mate a cualquier desgraciado -hombre, mujer o niño- que pase por allí en el momento de la explosión. Pues bien, todas estas indignidades son las que viene practicando ETA desde hace cuarenta años en nombre de la "izquierda patriótica vasca" y en nombre del nacionalismo vasco en general, pero ahora hay que añadir otras dos, todavía peores, a su lista de infamias. La primera de las dos nuevas maldades que hay que añadir a las habituales de estos nacionalistas vascos es la de haberse convertido en profanadores de tumbas, y la segunda -sin duda la peor- es el utilizar a niños para que sean ellos los que cometan esa atrocidad, que es una de las peores que puede realizar un ser humano.
Ocurrió en el cementerio de Polloe, en San Sebastián, sobre las cuatro de la tarde del sábado día 27. Un día antes, el viernes 26, se reunieron numerosos vascos del Partido Popular para conmemorar el duodécimo aniversario del asesinato del popular vasco Gregorio Ordóñez, e hicieron una ofrenda floral en el panteón familiar donde reposan sus restos mortales. Pero los nacionalistas vascos no esperaron demasiado tiempo para actuar, porque al día siguiente un grupo de once hijos de la gran puta entraron en el cementerio y destrozaron la ornamentación de la tumba de Gregorio Ordóñez pisoteándola y causándole diversos daños. Cuando esos once cobardes estaban "disfrutando" de la profanación -al mismo tiempo que otros se dedicaban a quemar contenedores en el barrio de Eguía-, una patrulla de la Ertzaintza se extrañó al ver a varios jóvenes en actitud vigilante a la puerta del cementerio, y al entrar sorprendieron a los cobardes en plena faena. Aunque lo más dramático de este asunto es que ocho de ellos eran menores de edad, es decir, se trataba de prácticamente niños de quince años mostrando un enfermizo odio en su interior que es imposible que pueda ser elaborado por una mente infantil, y por eso estoy convencido que muchos nacionalistas vascos están adiestrando a sus hijos o a sus alumnos del mismo modo que se adiestra a los perros, para después utilizarlos en ese trabajo sucio que tan bien conocemos y sufrimos todos. Cuando un ser humano llega al extremo de profanar una tumba, es evidente que se ha convertido en un enfermo mental, y cuando un ser humano adiestra a niños para que sean ellos los que se conviertan en profanadores... es muy probable que una foto de Sabino Arana presida su casa. ¿Cómo es posible que el nacionalismo vasco haya podido caer tan bajo? PNV se manifiesta en contra de las decisiones judiciales
Y otra muestra de lo bajo que está cayendo el nacionalismo vasco la tenemos en la manifestación celebrada hoy en Bilbao y que ha sido convocada por el Partido Nacionalista Vasco, Eusko Alkartasuna, Izquierda Unida Vasca y Aralar. En esencia esta manifestación se ha realizado para protestar por las decisiones judiciales que no le interesan al nacionalismo vasco, es decir, el nacionalismo vasco respeta las decisiones judiciales, pero eso sí, siempre y cuando coincidan con su muy particular modo de ver las cosas, y si por un casual se desvían de la doctrina nacionalista vasca, de inmediato esas decisiones judiciales pasan a "traspasar la línea roja" (Josu Jon Imaz), o se convierten en "interés político de ver en el banquillo a representantes de las instituciones vascas" (Íñigo Urkullu). El motivo concreto de esta manifestación es la citación judicial para que el Lehendakari Ibarretxe se persone para declarar como imputado por -según dicen ellos- reunirse con un "dirigente político", lo cual es MENTIRA, ya que con quien se reunió fue con Otegui, y Otegui es dirigente de Batasuna, y Batasuna es una organización terrorista reconocida como tal en las listas de organizaciones terroristas de occidente. Es decir, se ha imputado a Ibarretxe un delito presuntamente relacionado con mantener ciertos tratos, arreglos, ajustes o compromisos con una organización terrorista. La manifestación -a la que no ha querido asistir Ibarretxe para aparentar que respeta a la Justicia- se ha desarrollado con el lema "En defensa de nuestras instituciones", como dando a entender -calumniosamente- que el Poder Judicial está atacando a las instituciones vascas con no sé qué oscuros motivos, pero lo cierto es que la mayor parte de los jueces se están limitando a cumplir con su deber, y su deber fundamental es estar al servicio de la sociedad por medio de la LEY y la JUSTICIA (con mayúsculas), y JAMÁS de los políticos, porque hay que reconocer que no hay nada más tendencioso, más partidista, más aprovechado, más manipulador y más mentiroso que un político, y si encima es nacionalista (del signo que sea) esas "virtudes" siempre se multiplican por su grado de pasión a la enésima potencia. Es muy probable que los nacionalistas se hayan cuidado de elegir este momento para su manifestación contra la Justicia, porque sabían muy bien que los ánimos en el PSOE y en ETA están muy caldeados a consecuencia de la última decisión judicial en la que -con gran acierto- los magistrados han decidido que el asesino Iñaki de Juana Chaos siga en la cárcel, y probablemente los nacionalistas hayan pensado que podían montar un batiburrillo de "injusticias judiciales" que les beneficiaría, pero no les ha salido bien del todo porque Batasuna se ha desmarcado de esta protesta, y el Partido Socialista ha hecho como que no se ha enterado de que había manifestación. Por cierto, y ahora que me fijo, en esta Portada de hoy me parece que ha quedado bastante bien definido el nacionalismo vasco. Y ha sido sin querer...
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