Es evidente que el nacionalismo vasco tardará en olvidar este negro mes de septiembre de 2008, después de los varapalos que que le están propinando los tribunales de justicia, lo cual es perfectamente normal si tenemos en cuenta que los representantes de las distintas ramas del nacionalismo vasco se han empeñado en incumplir sistemáticamente las leyes democráticas, probablemente para demostrar su desprecio hacia todos aquéllos que no tenemos su misma idea política.

Disolución e ilegalización de ANV

Ayer, día 16, el Tribunal Supremo, por unanimidad, sentenció que el partido político Acción Nacionalista Vasca (ANV) es ilegal, debido a sus estrechas vinculaciones con la organización terrorista ETA.

Con esta sentencia se demuestra finalmente algo que todos los españoles sabíamos. Aunque sería bueno puntualizar que en realidad no todos lo sabían (vamos a ser bien pensados), porque el Gobierno del PSOE de Zapatero, el propio Zapatero, el ínclito juez Garzón, el Ministro de Justicia (Bermejo), el Fiscal General del Estado (Conde Pumpido) y unos cuantos más de esa ideología política, dieron su visto bueno para la legalización de este partido terrorista (pulse aquí para recordarlo), y gracias a su "magistral" decisión, ahora tendremos que soportar hasta las próximas elecciones a los cargos electos que representan a los asesinos, porque aunque el partido se ilegalice, sus representantes seguirán cobrando de nuestro dinero y perjudicando a la democracia y a los demócratas desde sus puestos en las instituciones.

Disolución e ilegalización de Gestoras pro Amnistía y Askatasuna

También esas organizaciones de ETA, que se conocen como Askatasuna y Gestoras pro Amnistía, se han llevado un buen palo, en esta ocasión por parte de la Audiencia Nacional, que hoy ha condenado -también por unanimidad- a la cúpula de estas organizaciones a diferentes penas de cárcel por su integración en la banda asesina, cuyas organizaciones han quedado disueltas.

Estas organizaciones se dedicaban, básicamente, a animar, y en su caso presionar, a los presos de ETA para que no se reinsertasen ni renunciasen a seguir asesinando. La misión de esta rama de ETA era mantener a raya a los presos con el fin de que no desertasen de la organización.

La Audiencia Nacional ha condenado a 10 años de cárcel a Juan María Olano, a Julen Zelarain y a Aitor Ángel Junco, a los que considera los máximos dirigentes de Gestoras pro Amnistía. Y del mismo modo, también ha condenado a 8 años a los dirigentes de Askatasuna, Sabin Juaristi, Iñaki Loizaga y Asier Virumbrales, así como a varios responsables de distintas áreas, entre los que se encuentran los respectivos jefecillos que ha puesto la organización en lo que los nacionalistas consideran sus cuatro provincias. Concretamente han sido condenados Jagoba Terrones y Julen Larrinaga, de Vizcaya; Aratz Estonba y Ainhoa Irastorza, de Guipúzcoa; Iker Zubia y María Teresa Díaz de Heredia, de Álava; y Josu Mirena Beaumont y Alejandro Velasco, de Navarra. Y así hasta un total de 21 dirigentes.

Doce de los condenados han sido ingresados inmediatamente en prisión, y alguno de ellos se encuentra en búsqueda y captura, aunque será cuestión de no demasiado tiempo que todos acaben entre rejas.

Se estudia la ilegalización del PCTV

Y todavía estamos pendientes de ver el resultado de la deliberación del Tribunal Supremo sobre el otro partido de ETA, llamado Partido Comunista de las Tierras Vascas, el cual, muy probablemente, acabará tan ilegalizado como Acción Nacionalista Vasca, aunque para desgracia de la democracia, también la gentuza del PCTV continuará en las instituciones hasta los próximos comicios, y -como los de ANV- tendrán a su disposición las direcciones privadas de todos los vascos, las matrículas de sus coches e infinidad de otros datos personales, sin duda muy apreciados por los asesinos de ETA para cometer sus atentados con el máximo de información y de seguridad. Esperemos que el tiempo pase pronto y que no nos encontremos con otra "Zapaterada" que vuelva a facilitar las cosas al terrorismo.

El Tribunal Constitucional prohíbe el referéndum de Ibarretxe

Otro de los varapalos sufridos este negro mes de septiembre por los nacionalistas vascos, le ha caído como una losa al pobre lehendakari Ibarretxe, y supongo que le habrá dolido en el alma porque esta decisión unánime de los miembros del Tribunal Constitucional, forzosamente le ha tenido que tocar en la parte más sensible de su ser, que es la de su endiosamiento, la de su pedantería, la de su ridícula petulancia...

Como todo el mundo sabe, el peneuvista Ibarretxe está convencido de que su cargo de simple presidente de una autonomía española es algo tan extraordinariamente especial que, a su entender, no debe rendirle cuentas a nadie -salvo a Dios- por nada de lo que haga, y mucho menos a los Tribunales, porque para él, cualquier tribunal que disienta de su modo de ver las cosas no tiene el más mínimo significado legal.

Todos los miembros del Tribunal Constitucional en pleno han declarado ilegal el referéndum que Ibarretxe pretendía realizar por la independencia del País Vasco, entre otras cosas porque ni los presidentes de las autonomías, ni los alcaldes, y ni siquiera los presidentes de las comunidades de vecinos, pueden atribuirse ninguna competencia que la Constitución española le otorgue en exclusividad al Estado.

La cuestión es que ahora Ibarretxe dice que va a denunciar al Estado español en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, porque el más alto Tribunal del Estado español no le ha permitido hacer su referéndum. Y como es natural, lo lógico es que el Tribunal de Derechos Humanos le diga que se baje del guindo porque ese caprichito de querer estar por encima de una Constitución democrática no es cuestión de derechos humanos ni de nada parecido, sino de algún tipo de enfermedad mental que mejor debería tratarse en cualquier psiquiátrico.

Como puede comprobarse, las aguas poco a poco van volviendo a su cauce, y tengo la completa seguridad que esta basura que continuamente viene generando el despreciable nacionalismo vasco de Sabino Arana, no tardando mucho acabará formando parte de ese rincón que España -como todas las naciones- reserva para su más oscura historia.

Una bomba lapa de ETA, adosada en el coche de un policía nacional, no llega a activarse

Y los varapalos al nacionalismo vasco no han sido únicamente los judiciales, porque hoy ETA ha tenido la desgracia de que haya fallado la bomba lapa que había preparado para asesinar a un policía nacional.

Este policía, domiciliado en Zorroza (Vizcaya), cogió hoy su vehículo para trasladarse a la comisaría de Basauri, situada a unos diez kilómetros de su casa, sin percatarse de que en los bajos de su coche los terroristas habían adosado una bomba lapa.

Gracias a que estos retrasados son unos inútiles de mucho cuidado, se ve que dejaron algún cable desconectado o quizá se les acabó la pila del reloj, y la cuestión es que la bomba no explosionó, siendo descubierta durante la revisión que se realiza en el control de entrada de la comisaría.

Mis felicitaciones al policía en cuestión. Que anote la fecha de hoy para celebrar su otro cumpleaños.

Realmente este mes de septiembre está siendo muy negro para el nacionalismo vasco. Todo les está saliendo mal.