En venganza por haber perdido las últimas elecciones, los nacionalistas vascos convocaron una huelga general en Euskadi para ayer, día 21, quizá con la esperanza de que el pueblo les mostrase el apoyo que les negó en las urnas, pero lo cierto es que ese mundo violento y fascista, de nuevo ha fracasado estrepitosamente.

A pesar de que los nacionalistas organizaron violentos piquetes para obligar a la gente a que secundase la huelga, solamente han sido un diez por ciento los vascos que han dejado de trabajar, y es muy probable que más de la mitad de esas personas que, en teoría, han seguido la huelga, no se hayan atrevido a ir a su trabajo o a abrir sus comercios por el miedo natural que siempre produce el terrorismo en las personas más influenciables y más temerosas. El ser humano a veces es así y los nacionalistas lo saben muy bien.

Como es lógico, los nacionalistas vascos han aprovechado esta huelga artificial para hacer lo que les es propio, y por esa razón han provocado numerosos daños, tanto en cerraduras de establecimientos públicos para evitar su apertura por la fuerza, como en el mobiliario urbano e incluso en el ferrocarril, cuyo medio público de transporte han saboteado en distintos puntos rompiendo las catenarias o poniendo obstáculos en la vía, y, por supuesto, tampoco se han olvidado de la autopista donde, sin preocuparles en absoluto la seguridad de los conductores, han lanzado neumáticos ardiendo a la calzada. A consecuencia de los actos violentos de la gentuza, la Ertzaintza se ha visto obligada a practicar varias detenciones en distintos lugares del País Vasco.

A pesar de toda esa violencia, a pesar de las amenazas y a pesar de las agresiones, a medida que los violentos pasaban por los bares y comercios obligando a sus propietarios a cerrarlos, cuando por fin se marchaban, los comercios y los bares volvían a abrir. Lo dicho, a pesar de la violencia innata de esta gentuza, todo se ha traducido en un nuevo fracaso nacionalista.

El Tribunal Constitucional da luz verde para que el mundo de ETA participe en las elecciones

Evidentemente los nacionalistas vascos han fracasado en su intento de soliviantar a las masas mediante esa pifia de huelga general que convocaron para ayer, aunque, para ser francos, hay que reconocer que donde, sin embargo, los nacionalistas vascos no han fracasado ha sido en el Tribunal Constitucional, ya que todos los magistrados, por unanimidad, han decidido, también ayer, que "Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos" pueda participar libremente en las próximas elecciones europeas. Y esto ha sido así debido a que el Tribunal Constitucional considera que no hay pruebas suficientes para determinar que esa candidatura tenga algo que ver con ETA, a pesar de que muchos de sus integrantes han formado parte de partidos políticos terroristas y de que así lo han reconocido otros tribunales.

Yo no soy nadie para criticar una decisión judicial, y menos aún si es de tan alto tribunal -Dios me libre-, y por supuesto no voy a hacerlo, y no voy a hacerlo porque sé que los tribunales se limitan a aplicar las leyes, y parece ser que debe de haber alguna ley o jurisprudencia por ahí que dice que si alguien se manifiesta en contra de la violencia significa, sin duda alguna, que es imposible que pertenezca al mundo de ETA... Y precisamente por eso supongo que a partir de ahora tendremos a ETA hasta en la sopa, porque ETA ha descubierto que para que sus candidaturas puedan participar en las elecciones y llevarse una buena parte del dinero que han pagado con sus impuestos esos pobres desgraciados a los que asesinan, sólo tendrán que poner cara de gilipollas y, lo más cínicamente posible, decir: "Condenamos la violencia".

Je, je, je... Pero qué pardillos somos...