Y nuevamente nos hemos despertado con la agradable noticia de que se ha intervenido el contenido de otro zulo que ETA tenía en Francia, concretamente en el departamento de Tarn, cerca de la localidad de Albi, al noreste de Toulouse.

El zulo fue descubierto por una persona que paseaba por un paraje boscoso, quien observó las huellas de una excavación de ochenta por ochenta centímetros que se encontraba cubierta por tierra y por ramas. Después de escarbar un poco, esta persona vio que había varias bolsas enterradas de aspecto sospechoso e inmediatamente dio aviso a la Gendarmería.

Las bolsas contenían seis kilos de explosivos, más de cien detonadores de distintos tipos, así como numerosos temporizadores diferentes para controlar el momento de la explosión de las bombas. En esta ocasión se han intervenido temporizadores para activar los explosivos en tiempos que van desde unos segundos hasta incluso un año de duración. Los explosivos estaban en dos bolsas distintas, una de ellas contenía tres kilos de pentrita y la otra otros tres kilos de cordón detonante. También se han hallado mandos a distancia, receptores y antenas para hacer explosionar las bombas directamente, en el instante exacto en que así lo desee el asesino, que es el sistema que suelen utilizar cuando quieren que una bomba explosione en el momento justo en que un vehículo o una persona pasa por el lugar donde los nacionalistas de ETA han puesto los explosivos para poderla asesinar con más seguridad.

Ni estos explosivos ni estos detonadores ni estos temporizadores matarán a nadie. Es otro paso más contra el terrorismo nacionalista.