Y si últimamente todo son alegrías en lo que se refiere al mundo nacionalista vasco, no sólo es por los éxitos de la acción puramente policial que tan excelentes resultados está dando en la lucha contra ETA, sino también por la acción política del primer Gobierno vasco de la historia democrática que tiene la valentía de aplicar la ley, porque, como todo el mundo sabe, cuando mandaban los nacionalistas, las leyes que más podían perjudicar al terrorismo se las pasaban por el forro de los cojones (o por el escroto, que diría si fuese más fino), y jamás solían aplicarse, lo cual producía un jolgorio casi orgásmico entre el mundo de ETA.

La Ertzatintza ha actuado contra los violentos proetarras como no lo había hecho nunca.

Hay gente que dice que esto sucedía porque los anteriores lehendakaris nacionalistas y sus gobiernos no se atrevían a aplicar las leyes por simple cobardía y miedo a los terroristas, pero sin embargo hay otra gente que asegura que lo que había era una clara connivencia entre los terroristas y los gobiernos nacionalistas del PNV. La verdad es que yo, personalmente, no sé si todos esos años de desidia (o lo que sea) en la aplicación de las leyes se debía a la cobardía o a la connivencia de esos gobiernos con los asesinos, pero lo cierto es que sea cual fuere el motivo (cobardía o connivencia), siempre será un motivo miserable, como miserable siempre fue el fundador de la ideología de toda esa gentuza. Por eso nada de lo que digan o hagan los nacionalistas debe extrañarnos.

La cuestión es que los subnormales ésos de ETA y su entorno han tratado por todos los medios de joder las fiestas de Bilbao, que se han celebrado estos días, a base de violentas e ilegales manifestaciones, pero todas ellas -gracias al nuevo Gobierno vasco- han sido disueltas por la Ertzaintza con la contundencia que los violentos se merecen, en vez de consentir que se hagan los amos de la calle como lo eran cuando gobernaba el PNV. E igualmente se ha acabado con una práctica habitual de ETA que siempre había sido admitida por el PNV y que consistía en homenajear a los asesinos encarcelados llenando las calles con sus fotos. Todas estas intervenciones de la Ertzaintza se han saldado con numerosos detenidos, lo cual era impensable antes de las últimas elecciones vascas. Naturalmente, y como no podía ser de otro modo, la aplicación de la ley en estos dos asuntos ha sido criticada por el PNV y por el resto de los partidos nacionalistas.

Por suerte para la democracia, por fin la ley se está empezando a cumplir en el País Vasco, y esto es así -no lo olvidemos- desde que todos tuvimos la fortuna de que las urnas expulsasen a los nacionalistas vascos de su poltrona de poder.

Gracias Patxi y gracias Basagoiti por vuestra alianza de democracia, paz, justicia y progreso. Que sea por muchos años (y que aprendan de una puta vez los de la Carrera de San Jerónimo).