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Sección de "LA VOZ DEL PUEBLO" - "LA VERDAD SOBRE E.T.A." utilizada exclusivamente por:
ARCIPRESTE DE BARATAVIA
(02/08/00)
Señor: Cuando me "despierto" con la noticia de otro asesinato cometido por ETA, no puedo evitar "navegar" entre dos aguas; me explico : Un sentimiento de Odio profundo, salvaje e irracional me invade y rechazo todo método democrático posible, y si por mí fuera propiciaría que las madres o los hijos o maridos y/o mujeres, ya no sólo de los militantes de ETA sino incluso de los de EH, o más lejos aún, de los del PNV mismo, sufrieran en carne viva la pérdida y la insensatez cobarde del asesinato de sus seres queridos, para que así, de esa manera, pudieran aquilatar en toda su dimensión la tragedia de perder a alguien que se ama, se quiere, se aprecia o, simplemente, se conoce, por el sólo delito de no pensar ni actuar como los que los han matado.
Luego, me arrepiento de albergar -siendo como soy una persona normal- estos sentimientos -mea culpa-, e intento a continuación "no perder la perspectiva" y los políticos con sus declaraciones y el Gobierno ídem, hacen que vuelva a la realidad y me confirmo en el hecho de que nadie debe usar los mismos métodos de los asesinos para hacerse oír. Mas luego empieza el protocolo televisivo sobre el atentado, y lo que es peor, las declaraciones cientos de veces repetidas con las mismas palabras, que ya no sé si condenan el asesinato de Miguel Angel Blanco Garrido o el "reciente" de José María Martín Carpena o acaso el de Fernando Múgica Herzog... ¡Las palabras son las mismas!, pero claro, alguien -y con razón- podría decirme, ¿y qué se puede decir...? ¡¿Qué se puede decir cuando pasa una cosa de éstas?!. Y no tengo una respuesta eficaz, pero tampoco puedo dejar de sentir aún más miedo por el hecho de pensar que ante tanto asesinato, las mismas palabras, de tanto repetirlas, pierdan su propio significado y se diluyan mañana o más tarde entre las páginas de menos interés de los informativos. ¡Dios me perdone por estas febriles elucubraciones, ya que eso nunca debería de pasar!.
Pero, Señor, ¿a qué a usted también le parecen "demasiado previsibles" ciertas declaraciones?, como por ejemplo : ¡Asesinos!, ¡Animales!, ¡Criminales!, ¡Dementes!, ¡Estamos unidos frente al terror de ETA!, ¡No nos van a doblegar!, ¡Tenemos que unirnos todos los demócratas!, ¡Un frente común contra la violencia!, ¡A las calles para protestar contra ETA!...
A veces trato de ponerme en la piel de estos cobardes y "rizando" la imaginación me imagino que soy el etarra que, por la espalda (para que mi víctima no tenga ninguna posibilidad y para no encontrarme con su última mirada) y luego de asegurarme que no habrá nadie cerca de él que lo proteja (porque entonces, por supuesto, no haría nada); y convencido además que lo que hago no es en nombre de la demencia sino más bien de alguna idea revolucionaria, aunque no la tenga del todo clara porque a final de cuentas me han pagado, luego soy un mercenario y vivo de puta madre: No trabajo, me pagan el piso, el coche -cuando no lo robo -, tengo dinero extra para divertirme, voy por los supermercados para comprar ollas o acaso a la ferretería a por tuercas o tornillos para poner en la bomba, a veces fumo porros -para descargar la tensión- a la vez que hago el seguimiento de mis víctimas, hasta que "alguien" -qué no soy yo- y que le gusta jugar a los dados, decide el futuro blanco a matar. Entonces voy y le pego un tiro a alguien, salgo corriendo, con seguridad, porque además siempre hay un coche que me está esperando... y al apartamento, a beber unas cervecitas frente a la tele. Luego espero las felicitaciones de mis "coleguis" y después oigo la declaración del Ministro del Interior condenando el atentado y me suena a discurso loatorio, es como si me pusiera medallas el enemigo, ¡qué bien me siento!, me llama de todo, pero para mí son flores y no me importa ni siquiera saber por qué lo he hecho, ¡realmente no me importa!. Por ello nada de lo que se diga me afecta, todo lo contrario.
Señor, también creo que a este sujeto -estoy convencido- que de verdad lo que menos le importa es que mañana la policía le coja y le mande a la cárcel, después de todo para eso están los colectivos a favor de los presos, los derechos humanos, sus derechos constitucionales, los abogados pagados de antemano -como cualquier tipo de mafia- y finalmente una cómoda estancia con revistas, internet, tele, comida buena y trato preferente en cualquier residencia al mando de penales, sin olvidar el bis a bis y, quién sabe, mañana o más tarde ¡diputado en la Asamblea!. Lo que ya tiene de antemano es el hecho de ser un "héroe" para los suyos; pedirán su acercamiento de la cárcel donde se encuentre al lugar más cercano de casa, para que sus familiares le visiten. Su foto adornará las pancartas del martirologio etarra y por arte de la "mística revolucionaria" se convertirá en un preso político, ¡un luchador social! -qué es lo que mola-. Su familia recibira una pensión "para ir tirando" con las "dietas" que arrancan a los empresarios vía cupo o "impuesto revolucionario".
Señor, yo no creo que esté muy lejos de la realidad al hacer esta reflexión que en
algún momento le habrá parecido "infantil" o en todo caso todo un exceso
imaginativo. Por eso es que después de pensarlo mucho y en muchas noches he llegado a la
conclusión -por todo lo dicho- errónea -qué duda cabe- de que nos hemos equivocado en
los métodos, porque no hemos sabido distinguir desde un primer momento el verdadero
mensaje de ETA, y el mensaje de ésta gente es muy claro, HAN DECLARADO LA GUERRA A LOS
DEMÓCRATAS, y nosotros, pensando que jugábamos un juego de rol o acaso de realidad
virtual, pensábamos que era una batallita "independentista" y eso en el fondo
es lo que menos les importa porque
ese objetivo lo deslegitimaron hace una pila de años.
Lo único que queda por hacer en esta guerra es aceptar el envite e ir a por ellos, pero no con las armas de los políticos, las auténticas guerras no se ganan de esa manera, hay que formular adecuadas "Estrategias de Combate" en las que todo el pueblo participe, como en la Revolución Francesa, ¡a las barricadas!, sí señor, hay que hacer de cada calle, cada casa, cada coche, cada hombre, una trinchera y darles donde más les duela, tener el ojo avizor y el oído presto, el teléfono a mano para perseguirlos, aislarlos, delegitimarlos, declararles ilegales, proscritos, cerrar sus medios informativos, sus organizaciones y cuando salgan a la calle barrerlos tipo "Fuenteovejuna"; tirarles huevos y boñigas de vaca por la calle, echarlos de nuestras vecindades, cortarles el teléfono, el suministro de agua, luz ,calefacción, tirarles piedras a las ventanas y escupirles; negarles la posibilidad de cualquier trabajo, crédito, tarjetas, alquileres, pasaportes, sabotear sus correos, desterrarlos, borrarlos de nuestras vidas de una vez y para siempre. ¿Cuántos caerán en la lucha?, seguramente muchos pero ése es el precio que deberemos pagar por nuestra libertad. La libertad lo justifica todo. La otra vía es la que hasta ahora hemos seguido y vamos perdiendo: El camino está siendo largo y dificil, con muertos sólo de un bando, años y años. ¿Cuántos años más...?, no lo sé, pero creo que las víctimas se estarán revolviendo en sus tumbas porque no tenemos los huevos suficientes para desempolvar la escopeta de caza y "ojo por ojo".
Señor, muerto el perro ¡se acabó la rabia!. Es muy doloroso que un demócrata como yo haya concluido diciendo las cosas que he dicho; perdónenme si he ofendido a alguien pero más triste es para mí saberme convencido de lo que he dicho.
* * *
(09/08/00)
Antes de entrar de lleno en materia no tengo mas remedio que referirme a los recientes acontecimientos patrocinados -como no podría ser de otra manera- por el enemigo en casa, y digo en casa porque este País es nuestra casa y creo que ya hemos pasado todos bastante para otorgarnos ese derecho. Sin embargo tenemos al enemigo dentro y hasta que no reconozcamos lo que ya se formuló en un artículo anterior, en torno al hecho de que Estamos en Guerra, poco podremos hacer para echar al enemigo de este País o derrotarlo hasta que no quede nada de él. Insisto en el hecho de que ETA ha declarado la guerra a los demócratas de este País y si hoy la coyuntura ha querido que gobierne el PP, ayer el PSOE y mañana no se sabe, los actos de la mafia etarra no van dirigidos a derrotar a un gobierno sino más bien a ponernos de rodillas a todos nosotros, a quebrarnos el espinazo para aceptar lo inaceptable, y sólo así lograr sus objetivos. Parece ya confirmado que el gobierno ha decidido el camino largo y dificil, plagado de no se sabe cuántos muertos -y todos de un sólo bando-, además sin una base cierta de posibilidades de éxito al largo plazo. Bien, no sé si realmente saben que una gran mayoría de este País no está de acuerdo con esa opción, sin embargo tienen todo el derecho de proponer ese camino porque la democracia permite que así sea y nosotros a fin de cuentas con nuestros votos lo hicimos posible. Respetamos pues el derrotero propuesto.
No obstante tengo que decir que ningún gobierno derrotará al enemigo con las armas de la democracia, sin la colaboración directa, activa y militante del pueblo en su conjunto, que sabe, casi por genética, que a las balas no se le pueden enfrentar sólo palabras y leyes formuladas para vivir en paz, porque de ser así estaríamos negando la cruda realidad y los muertos que casi todos los días nos arroja ETA en la puerta de casa.
Me niego a aceptar la tésis de que todos los muertos son iguales, de eso nada. Aceptar eso sería una traición a todas las víctimas inocentes que han sido abatidas por la insanía etarra, y porque ellos, simplemente, fueron abatidos por pensar de otra manera, o porque pasaban por "allí", o por que cumplían su trabajo... En cambio los otros, los que mueren transportando explosivos para matar más gente inocente, no merecen ni siquiera compararlos con la muerte de los perros, ya que serían hasta indignos de pertenecer a la raza canina, por ello me revuelvo cuando escucho las declaraciones del tal Otegui sobre "la muerte de cuatro jóvenes patriotas vascos", por Dios ¿qué es esto?, ¿de qué Patria hablan?. Han muerto simplemente cuatro animales furiosos y al final nos alegramos porque el veneno de esas bestias sueltas, podría habernos hecho aún más daño. Esto ha sido una especie de "Justicia Divina". Ojalá que se repitan muchas más veces esos accidentes, máxime si uno de ellos fue el más cobarde entre los cobardes al ejecutar a un hombre maniatado, sin posibilidad de defensa y sólo para, desde su locura, dar una lección al Estado Español, en el alma -inmortal ya- de Miguel Angel Blanco.
Ahora, ETA lanza una ofensiva feroz contra todos y contra todo, y hasta declara la guerra al Estado, no ya de España, sino al francés incluso. Exporta su demencia justificándose en el nacionalismo, e instala su cabecera de puente en la frontera; parapeta a sus asesinos en nuestra calles, en nuestras casas, en nuestros trabajos, y coloca a sus francotiradores detrás de cualquier hombre, mujer o niño que por sistema niegue sus ideas, y nos bombardea a mansalva, con nocturnidad, alevosía y ventaja, como otrora hicieron los Nazis contra el pueblo de Gernika.
¿Y cuál va a ser nuestra respuesta ahora con esta nueva muerte?. No me digáis que también va a quedar en declaraciones y homenajes ante el "corpore insepulto"... A mí sólo eso ya no me vale. Lo siento, pero eso ya no me vale. Ni siquiera me vale el saber que las familias de los etarras que se mataron solitos, estarán hoy día o esta noche llorándolos mientras los forenses harán horas extras tratando de juntarlos de la mejor manera. ¿Servirá para algo el desconsolado dolor de la madre, esposa, hermano o hijo? ¿Servirá aunque sólo sea para reflexionar ante el cadáver de una muerte inútil?. Acaso sí, pero ya se encargarán los "teóricos" de la violencia para confundir valores y sentimientos, haciéndoles creer en la heroicidad de sus muertes y ¡hala!, más leña al fuego.
¿Y qué pasara mañana cuando los funerales o las marchas se cruzen?. Seguramente nos miraremos a los ojos y jalearemos consignas. Nosotros insistiremos esperanzados en esa frase tan manida de "¡BASTA YA!", y ellos haran todo lo posible para endosar sus muertos a la lucha independentista. Luego sacaran sus pancartas pidiendo libertad para sus presos, y nosotros no sacaremos nuestras pancartas con las fotos de todos nuestros muertos. Si ellos piden que suelten a sus presos ¿por qué nosotros no les pedimos que nos devuelvan vivos a nuestros muertos?. Parece que aún no hemos aceptado que los dueños de las calles somos nosotros, la gran mayoría que anhela la paz, y les dejamos el campo abierto, perpetrando un grave error de la guerra ya que cualquier espacio libre es cubierto inmediatamente por el enemigo.
Tenemos que construir en el mejor lugar de nuestras ciudades un muro que contenga todos y cada uno de los nombres de nuestros muertos, para de esta manera contrarrestar el "lavado de cerebro" que les estan haciendo a nuestros hijos desde las ikastolas con la complicidad de los nacionalistas, así cuando ellos nos pregunten sobre lo que está pasando en la calle, les llevemos de la mano a leer todos y cada uno de esos nombres, para que puedan aquilatar el peso que implica tener que construir un país en Libertad.
Todo ésto nos lleva al título del presente artículo, Estrategias de Combate. Decíamos que sin la participación activa del pueblo no sería posible derrotar a los enemigos de dentro y señalábamos en un artículo anterior algunas estrategias de participación. Hoy quiero insistir, además de lo ya consignado, que es imperativo ponernos a trabajar desde ahora para echarlos del Gobierno, porque la alternancia es sana por principio. De lo que no estoy muy seguro es de que los partidos políticos tengan las cosas tan claras como el pueblo llano y no sé si sus ambiciones políticas o sus parcelas de poder local, impidan la posibilidad de que al corto plazo tengamos un Gobierno sustentado en el pueblo que quiere la paz y desde esa premisa construir o dirigir el futuro derrotero que libremente elijan las mayorías. Personalmente no me interesa el color partidario, me da igual, si es el PSOE, el PP, IU o el de Perico Pérez, lo que si me importa es que gobierne quien rechaze la violencia y practique con su actitud cotidiana esta premisa escrupulosamente. Esto es lo que al parecer aún no ha aprendido nuestra clase política; bien, pues tendremos que enseñarles la lección. Si es menester uno por uno, dialogando, escribiéndoles, exigiéndoles... Algunos de ellos son duros de "entendederas", habrá pues que aplicarnos en la dialéctica de la pedagogía, qué remedio... Esta es otra forma de estrategia y si da resultado quizá algún día jubilemos a todos los dinosaurios del nacionalismo y los enviemos a pastar al prado.
¿Soy un ingenuo?, seguramente. Dicen que los animales con mañas ya no corrigen, aunque también pienso que nunca se es demasiado viejo para cambiar, entretanto tenemos que ir a las barricadas para combatir a ETA, hay que cortarles el suministro de todo, hay que poner en los balcones las fotos de nuestros muertos, hay que llenar la ciudad de lazos azules, hay que denunciar cualquier actitud sospechosa y cuando alquilemos un piso hay que ir de "motu propio" a la Policía para dar cuenta. El asesino puede ser el vecino y la próxima víctima nosotros mismos. Hay que conquistar la calle, cada piedra, cada ventana nos pertenece; hay que echarlos de ella, enmudecerlos, hay que tener el ojo avizor y el oído presto. Hay que recordar los rostros de los enemigos y hay que protegernos entre todos porque cada vez que nos quitan una vida, muere algo dentro de nosotros.
* * *
(31/08/00)
"El verano de ETA y los patriotas vascos", o "Los asesinos en serie y los políticos nacionalistas". ¿A que parecen referencias a títulos de películas, "made in Hollywood"?. Pues no, lamentablemente no. Lo curioso del hecho -por todas las declaraciones que últimamente escuchamos de los políticos nacionalistas- es que al parecer ellos sí se creen que todo el daño que están haciendo a este país es parte de una película, y que incluso algún día podrán recibir algún premio de la academia de las artes, una especie de "oscar" a la barbarie, a la sangre derramada; un premio al "patriotismo" encarnado en los valores más ancestrales de la "raza vasca", claro que, entonces, dicho premio probablemente se llamaría "El arzallus de plata", o algo parecido. ¿"El patriota", acaso?.
Digo todo esto porque las declaraciones de los políticos del PNV -sobre todo- nos acercan un día a una tímida resolución de querer hacer cosas a favor de la paz, y al día siguiente se desdicen enredando de tal manera lo que dijeron el día anterior que no me explico cómo la lengua no se les cae de la boca. Claro, que el día posterior al siguiente, incendian la pradera diciendo que lo que nos dijeron de lo que en su día nos dijeron, no fue lo que dijeron en su día, y vuelta a empezar... ¿Usted a entendido esto último? ¿A que no?. Pues yo tampoco.
Esto es un poco de lo que está ocurriendo con las declaraciones de los políticos nacionalistas, y nosotros somos tan tontos que vamos y nos lo creemos aunque no sepamos muy bien qué coño, en realidad, han querido decirnos.
Asi juegan con nosotros. Practican por lo demás un viejo y manido juego que ellos saben perdido y sin embargo, ¡quieren seguir jugando!, y lo hacen porque sus posibilidades se sustentan sobre nuestros deseos de paz, nuestros legítimos anhelos de paz. Se sustentan sobre los más nobles sentimientos colectivos de un país que quiere que esto acabe, y esto es lo único real y auténtico en este juego casi cinematográfico al que nos pretenden acostumbrar.
Ellos son los nuevos actores de una cinematografía que miente. Crean falsas esperanzas, nos roban las ilusiones, nos venden sus historias a precio de sangre, la sangre nuestra, claro, la de nuestros hijos, la de nuestro país que se desangra por sus calles y plazas, por sus ríos y montañas, ¿y nosotros tenemos que seguir creyendo en ellos?. Yo creo que no, estoy convencido que tenemos que pasar a la acción y ponerlos entre la espada y la pared, tenemos que darles una lección que la historia habrá de ponderar. La conclusión a la que llego sobre todo lo que está pasando es que ellos, los políticos nacionalistas, se han convertido en rehenes voluntarios de ETA, que son, en buena cuenta, los "productores" de todas estas películas, vamos, que los títeres son los políticos nacionalistas y ETA es el titiritero, y la única forma de acabarlos, es cortando la cabeza de los titiriteros y condenando al baúl del olvido a todos sus títeres.
Pasar a la acción ya, significa "ojo por ojo y diente por diente", en las dos cartas anteriores llamadas "estrategias de combate", planteamos algunas acciones que hay que empezar a emprender, sólo quiero reiterar que tenemos que conquistar las calles que son nuestras, que no debemos tener miedo a cuatro fanáticos que se desgañitan gritando frente a nosotros, porque si constatan que frente a ellos tienen una masa que es capaz de hacer lo que haga falta para conquistar la paz, entonces y allí mismo sabrán que ha comenzado su derrota definitiva.
Si luego, además, les presentamos batalla donde quiera que se encuentren, les estaremos quitando su espacio vital, su caldo de cultivo; habremos empezado a exterminarlos como se extermina una plaga, porque ellos son la plaga virulenta y nauseabunda, los virus mutantes. Nosotros, por el contrario, somos los buenos, los exterminadores, los plaguicidas que tendrán que preparar el terreno para las generaciones que vendrán. Si nos metemos esto en la cabeza seremos cada día más fuertes, más aptos para la lucha que viene y más conscientes de la victoria.
Quiero rescatar también -de las cartas ya aludidas- el hecho de que cuando ellos nos muestren las pancartas con la fotos de sus presos, nosotros tenemos que mostrar las fotos de nuestros muertos, porque si ellos piden la libertad de sus presos, nosotros pediremos que nos devuelvan a nuestros muertos, ¡vivos!.
Tenemos que pintar en las paredes de nuestro pueblo una diana -como lo hacen ellos- con el nombre de Otegui dentro de ella, de Idígoras dentro de ella y de los alcaldes y concejales de Euskal Herritarrok. Que sepan sin lugar a dudas que sabemos que no son unos patriotas, sino más bien unos cobardes encubridores, espías de los asesinos y cómplices de la barbarie.
Tenemos que desenmascarar a las organizaciones que sirven al aparato del crimen organizado, que todos sepan que L.A.B., Egizan, Jarrai y Senideak, por citar algunos, son los que prestan apoyo "logístico" y "crítico" a ETA, y que para mayor inri gozan de subvenciones que salen de nuestro propio bolsillo. Es decir, les pagamos para que "ayuden" a los "patriotas", les proporcionamos "graciosamente" nuestro dinero a través del Gobierno Vasco y sus instituciones para que nos extorsionen, nos atemorizen y finalmente nos maten. Ellos también deberán saber que nosotros, el pueblo, sabemos de sus andanzas, y que no estamos dispuestos a seguir tolerándolo, aunque esto signifique irrumpir a patadas en sus "centros de adiestramiento" y cerrarlos, clausurarlos, destruirlos, aunque sólo sea por un imperativo de salud pública.
Antes de cerrar esta carta, quiero referirme a la actitud del Gobierno ante la lucha contra el terrorismo; decíamos que (cartas anteriores) habían escogido el camino largo y doliente de la paz, con muchos muertos en un solo bando, debido seguramente a que se resisten a admitir que estamos librando una guerra en la que no se puede dar ni tregua ni cuartel al enemigo.
Decíamos también que con las armas de la democracia no se puede combatir al terrorismo, las leyes que tenemos han sido diseñadas para tiempos de paz y se resisten sin embargo a admitir que estamos en guerra con un enemigo salvaje, que usa esa misma estructura legal para su propia impunidad. Lo tienen fácil en ese sentido.
Les confirmabamos que, no estando de acuerdo con ellos en su política antiterrorista, sin embargo estábamos dispuestos a respetarla y hasta a apoyarla porque nos representan a través de las urnas, porque el pueblo los ha aupado al poder y porque también creo que "vox populi, vox Dei", es decir, la voz del pueblo es la voz de Dios. Sin embargo tenemos también el derecho de manifestarnos en contra de lo que no funciona, y éste es un caso más que evidente, diría más bien de supervivencia: Señores del Gobierno, estamos hartos de declaraciones, ¡ya no nos valen!. Ya no nos valen las cantatas a la paz y los llamados a la concordia. ¿No os dais cuenta que en este país se está librando una guerra? ¿No os dais cuenta que vuestros llamados caen en saco roto? ¿No os dais cuenta que sólo les estáis regalando más tiempo?. Nosotros, el pueblo, que pensamos de manera distinta a la vuestra, exigimos que se nos escuche, y una gran mayoría está convencida que otra música ha de escucharse de parte vuestra. Muchos queremos "amanecernos" con redobles de tambores y consignas diferentes, por ejemplo: ¡a las barricadas!, ¡¡¡ a degüello!!!. ¡Ya está bien de tanta masacre!. Si no estais dispuestos a correr ese riesgo, nosotros, el pueblo, sí lo estamos, y que la Historia juzgue a unos y a otros.
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(31/10/00)
Después de casi dos meses de silencio, obligado por un necesario examen de conciencia para evaluar lo que dije en artículos anteriores en esta tribuna libre de la red mundial contra la violencia etarra, vuelvo más convencido que nunca de esa necesidad, que a veces es un grito que sale desde lo más profundo de nuestra humanidad, de seguir transmitiendo Estrategias de Combate a los hombres y mujeres de nuestro país que aún no son libres del todo porque hay alguien o algunos que, autodesterrados en las tinieblas de la locura, impiden que nuestro pueblo -que todo se lo merece habida cuenta del pasado fascista que nos asoló- sea libre de una vez y dos veces más... Libre para ser protagonista de la paz que nos quieren secuestrar.
Hay que recordarle esta vez a ETA, a su aparato político (EH), y a los Ayatholá de los nacionalistas, sobre todo a Arzallus y compañía, que cuando esto acabe -porque acabará algún día-, los derrotados serán ellos, tan culpables los unos como los otros y que no sólo vamos a condenarlos con el olvido y nuestro desprecio, porque eso ya lo tienen ganado, sino que querremos verlos entre rejas de por vida, porque sus crimenes y sus silencios a no condenar explícitamente la violencia, los pone en el bando de la misma mafia asesina y vengativa.
Tampoco estamos satisfechos del todo con el accionar del Gobierno, porque pensamos que se debe y se puede hacer más. Una democracia como la nuestra, debidamente asentada y con partidos políticos organizados y presentes en el Congreso Nacional, no puede ni debe dar ninguna muestra de debilidad, y sentimos que lo están haciendo porque no nos creemos del todo las palabras. Quisieramos más hechos, más acciones reales.
Veamos, por ejemplo, cuando un grupo terrorista ataca la democracia de los Estados Unidos de América, en seguida el Departamento de Estado anuncia acciones de represalia. Lo mismo hacen otros países que saben que la seguridad y la paz de sus naciones peligra de no implementar urgentes mecanismos de defensa en contra de los asesinos. Así se protegen las democracias. Y nos preguntamos, ¿por qué esto no pasa aquí ?, ¿de qué tiene miedo el Gobierno si, además, tiene mayoría absoluta?. El Gobierno tiene la obligación de proteger a sus mayorías. Si no hay acciones de represalias inmediatas, esta gente no aprenderá nunca y siempre nos tomarán por "el pito del sereno". Con cada acción de ETA, deben implementarse de inmediato, sin dar lugar a ningún titubeo, las acciones que la democracia consagra en su legislación y jurisprudencia, o en sus atribuciones para la defensa de sí misma, que es la de todos los españoles. Les sugerimos algunas de ellas:
-Traslado urgente e inmediato de presos etarras a los lugares más alejados entre sí de la geografía española.
-Fin inmediato de todos sus privilegios en las cárceles que no estén estrictamente establecidos en la ley.
-Intervención y suspenso de las actividades de las organizaciones fachada de ETA, que son muchas y que está probado que desarrollan actividades para fomentar la violencia, además de ejecutar acciones de seguimiento e información de los blancos escogidos por la banda.
-Grandes operativos conjuntos entre las policías francesa y española en las zonas en que se sospecha están escondidos como ratas los dirigentes, y que se sabe perfectamente cuáles son.
-Implementar controles obligatorios de carreteras, aunque se perturbe grandemente el tráfico de vehículos por nuestra geografía; siempre entenderemos el fin y los objetivos cuando está de por medio la captura de los asesinos.
-Cierre de sus voceros, periódicos, revistas y programas de radio, por el delito de apología del terrorismo.
-Mayores recursos tecnológicos a los servicios de inteligencia comprometidos con la lucha antiterrorista a fin de localizar el origen de sus comunicaciones, órdenes y mensajes.
-Incremento de las penas que tienen que purgar los asesinos en las cárceles.
-Implementación urgente de un comando unificado de las fuerzas policiales y de la seguridad del estado, que hable un solo idioma y su accionar sea una actividad coherente en la lucha contra el terrorismo.
-Entenderemos los ciudadanos y justificaremos la presencia cada vez mayor de tecnología de vigilancia en calles y carreteras, si con eso se contribuye a la defensa de la democracia.
Otro hecho espeluznante son las amenazas de "Pakito" a los jueces y fiscales, o la de los presos y sus familiares a los funcionarios de prisiones o a los policias, a los políticos o a cualquier ciudadano de este país. Esto es inaceptable y debe constituir por si solo un delito independiente de cualquier otra circunstancia y merecer una condena sumaria.
Finalmente tenemos que darnos cuenta que "la lucha del pueblo vasco" por la libertad, es la lucha de todos nosotros contra ETA, no importa en qué ciudad nos encontremos ni qué función desarrollemos, todos somos blancos de estos asesinos y si no participamos activamente, pensando que "no nos va a tocar", seguramente sí nos tocará.
Me da pena cuando escucho a los periodistas decir cosas como, "ETA demuestra con esta nueva acción que su objetivo es el Poder Judicial" , o que su objetivo son los funcionarios de prisiones, políticos, militares, policías etc., y luego ofrece su estadística sobre cuántos magistrados han muerto desde el fin de la falsa tregua, periodistas, concejales, militares etc... Parece que ellos viven de espaldas a la verdad, que aún es más dura pero más facil de entender, y es que "Todos somos objetivos de ETA" y da igual si ayer fue un magistrado y hoy un policia o mañana una niña que pasaba por allí... Son vidas humanas que, independientemente de su lugar en la sociedad, hoy por hoy, sus almas todavía no encuentran la paz porque no les hemos ayudado encerrando a todos los culpables. Simplemente ETA juega a la ruleta rusa con todos nosotros, es un viejo juego que no nos debe distraer en sesudas disquisiciones sobre objetivos mediáticos. Su objetivo está claro y nuestra respuesta tiene que ser, para que seamos dignos del futuro, de igual o mayor intensidad.
Hemos empezado a apoderarnos tímidamente de las calles y lo que tenemos que hacer es ganarlas del todo, nosotros somos los auténticos dueños de ellas, éste es nuestro país, ésta nuestra tierra y nadie nos va a echar de ella, y los que se van, que no tengan la menor duda de que algún día volverán.
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(23/03/01)
Estoy convencido de que el último crimen de ETA, (Froilán Elespe - Tte. de Alcalde - Ayto. de Lasarte Oria - Socialista - 54 años - Mujer y dos hijos - Avda. de Donostia - Bar Sasoeta - Tres de la tarde - Martes 20 de marzo, Víctima Nº.............................. http://www.interbook.net/personal/angelberto/asesinados.htm), marca un antes y un después en la larga tragedia del pueblo vasco. La lectura que hago, aunque personal, se nutre de la "interpretación" de los símbolos populares. Veamos...
Creo que hoy la mayoría del Pueblo Vasco constata definitivamente que estamos en guerra contra ETA.
ETA es el enemigo del pueblo vasco, de sus libertades y de su futuro, pero también lo son quienes no condenan la violencia o se convierten en cómplices, parapetados en instituciones que se llaman "democráticas".
El eslogan oficial de los ciudadanos de Lasarte así lo evidencia: "CONTRA ETA Y SUS CÓMPLICES". Los ciudadanos expresan lo que todos piensan en este país en un acto multitudinario de rechazo y condena. Ellos advierten a los políticos con una claridad meridiana la vieja disyuntiva. "Estáis con el Pueblo o en contra de él". De este modo todo queda muy claro y no da lugar a dudas. El comportamiento político de los nacionalistas "a muy corto plazo" determinará su futuro. Ellos lo saben y ahora se "revuelven" para intentar explicar lo que no se puede. A Arzallus y sus "talibanes" no les queda otro remedio que volverse "revisionistas" de sus propios dogmas con grave riesgo de ser "excomulgados" por los que otrora les permitieron llegar al poder. No lo tienen fácil, sólo les queda el camino de la demagogia, las falacias y "hacer de víctimas" por si "alguien pica".
Los de EH, lo tienen peor. De pronto descubren que hay ciudadanos que no les tienen miedo y les increpan abiertamente su complicidad con la barbarie. Se encuentran atónitos ya que nunca se han esperado que se les enfrenten; eso les rompe todos sus esquemas mediáticos, se van quedando sin su principal arma, "el miedo"... ¡Poco a poco, cientos de ciudadanos van perdiendo el miedo! Se replantean su futuro mientras indignados piden a ETA más victimas para poder recuperar su "status". Esto es una especie de "Rebelión en la Granja"...
En la guerra -y ésta lo es- hay víctimas en ambos bandos, y los ciudadanos se preguntan por qué únicamente mueren los "civiles" de uno solo de los bandos.
Ha sido realmente "gratificante" -aunque no sea muy correcto decirlo- ver el nombre de Otegui dentro de una diana en una pared de Lasarte. Es evidente que los ciudadanos constatan que esta guerra hay que ganarla para nuestros hijos, ya que el odio que han sembrado todos estos años los nacionalistas requerirá aún más sacrificios con víctimas civiles, y nuestra generación sufrirá las consecuencias del odio y la venganza, pero al menos asumiendo una actitud más directa en contra de la violencia podremos pensar en un futuro digno y seguro para los más jóvenes.
Por ello, insisto en el hecho de que algo empieza a cambiar y hoy sabemos que si todos nos convertimos en soldados de la paz podremos con los terroristas y con cualquier enemigo que pretenda destruir nuestra sociedad, aunque para hacernos respetar tengamos que ir a las trincheras con nuestras viejas armas de caza a cobrar el precio de la libertad.
Soy un convencido de que ETA, ha venido ganando porque el ejército que tenía delante, estaba sin doctrina, sin armas, sin líderes y con miedo. Hoy todo eso empieza a cambiar y así debemos repetírnoslo. Nuestra doctrina se ha forjado con la sangre de ciudadanos inocentes. Nuestras armas son nuestra férrea voluntad de combatirles con todo lo que tenemos:
*La conquista de las calles
*La palabra
*La vigilancia
*La autoprotección
*Las paredes con nuestros propios lemas
*Nuestros símbolos
*Y -cómo no- también la vieja escopeta de caza.
Nuestros líderes somos todos nosotros, nuestro miedo a muerto y nuestro objetivo a corto plazo es ¡¡¡que ya no vuelvan a gobernarnos!!!
Hagamos que todo esto sea posible, y para que nunca más tengamos que escuchar la radio libre con auriculares como si fuese un delito. O pasearnos simplemente sin miedo, y poder tomar una copa en un bar cualquiera, y poder hablar sin temor a las represalias, y trabajar en nuestro propio país sin temor a expresar nuestras ideas, y poder hablar en el idioma que queramos, y asistir a cualquier evento, y votar libremente...
Que el efecto "Lasarte" se multiplique por toda nuestra geografía y "machaquemos" a estos cobardes que actúan como fuerza invasora en un país arrasado.
* * *
(23/04/01)
Una noche pasada en un chat, un chaval de Bilbao, a propósito de las elecciones en el País Vasco; decía..."No se que pasará si no gana el PNV".
Si nos ponemos a pensar seriamente en este comentario, podemos intentar desentrañar el mensaje pretendidamente oculto de los líderes del PNV durante esta campaña electoral y que, sin embargo, está allí, en cualquiera de sus palabras, sobre todo, en las de Arzallus.
No importan las cosas que parecen decirnos; lo que si importa es lo que sibilinamente "dejan caer" en el posible supuesto de que perdiesen las elecciones: La oscuridad y la muerte caminaran sobre la faz del País Vasco (versión bíblica), o la llegada de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (versión Blasco Ibáñez). La cuestión es que por ahí va la cosa.
Es tal el miedo que tienen de perder sus privilegios, que éstos incluso se anteponen al hecho mismo de ser conscientes de haber creado el clima de desasosiego, violencia y carencia de libertades que ahora hay en Euzkadi. Por ello se aferran a "meternos miedo", a debilitarnos psicológicamente con un baño de sangre post-electoral...
Esta estrategia puede tener un efecto boomerang, los ejecutores del "ilusionismo" nacionalista lo saben pero no les importa; están tan desesperados que se juegan el "todo vale". Si les va bien la estrategia tendrán algunos años más para destruir el país antes del enfrentamiento civil usando a ETA como su "mascaron de proa”, y si pierden se parapetarán entre las faldas de ETA y dirán: si y no, blanco y negro, malo y bueno, porque sabrán que quien hablará por ellos serán los tiros en la nuca de la banda asesina.
Pero mas allá de la "nebulosa" de sus propósitos, está el miedo cerval de perder sus privilegios, saben que detrás de ellos están los que les van a reemplazar con unas ideas, digamos "alternativas" en torno al nacionalismo democrático. Entonces no podrán mandar y ni tan siquiera opinar.
Lo paradójico de todo esto es que, la mejor posibilidad que tiene el PNV de cara al futuro, es perder estas elecciones y renovarse desde los cimientos, arrojando a los fariseos del templo y "colgando" a los talibanes del palo de mesana. Por ello, en estas elecciones se juegan todas sus cartas, y la principal de ellas es la de meternos el miedo en el cuerpo con falsas afirmaciones. Veamos:
-Alegan que si no ganan, gobernaran "los de Madrid".- falso.
-Euzkadi, perderá su identidad cultural.- falso.
-Se frustará el traspaso de todas las competencias.- falso.
-Habrá menos libertades.- falso.
-Habrá menos democracia.- falso.
Estos argumentos son tan absolutamente endebles, que ahora vuelven a extraviarse entre la gallina vasca, el DNI vasco y la pureza de sangre... Y a falta de mejores argumentos ¿qué será lo próximo?.
En fin, confiemos en la sabiduría popular que no aparece en las encuestas y confiemos en que Euzkadi retome el sueño de la paz desde el gobierno mismo. Y que desde el gobierno mismo, combata por fin la violencia con todas sus fuerzas y garantice una convivencia en paz entre todos los vascos, que ya va siendo hora.
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