El día 9 de agosto
de 2000 los nacionalistas vascos de ETA asesinaron al subteniente del ejército Francisco
Casanova Vicente.
Le estuvieron esperando a que llegase a su domicilio en la localidad de Berriozar (Navarra), y cuando iba a meter el coche en el garaje le dispararon tres tiros en la nuca.
Según se comenta por el pueblo, fueron personas afines a Euskal Herritarrok quienes hicieron las vigilancias a este militar, con el fin de indicar a sus socios terroristas cual era el mejor momento para dispararle por la espalda.
La gentuza de ese partido político, que dicho sea de paso debería ser ilegal, se negó a condenar este asesinato a pesar de que todo el pueblo se lo pedía a gritos. De todos modos tampoco se puede esperar otra cosa de los que representan a los fascistas asesinos.
En la fotografía
de la izquierda se puede ver a los padres del militar asesinado cuando llegaban al lugar
del atentado.Esta mujer seguramente continuará sin entender qué motivos podrían tener los terroristas para asesinar a su hijo, y desde estas líneas yo le digo que le mataron por ser un militar demócrata que dedicaba su tiempo libre a cantar y bailar en el grupo de jotas de su pueblo. Por eso lo mataron.
Los nacionalistas vascos de ETA no pueden soportar que un militar esté perfectamente integrado en su pueblo y que sea querido por todos sus vecinos. Son así de despreciables.
Las primeras
personas que vieron el cadáver de Francisco desangrándose fueron su mujer y su hijo de
once años. En la fotografía de la izquierda puede verse el momento en que se lo llevan
del lugar para evitar que continase sufriendo ese injusto trauma.
¿Qué recuerdo le quedará a este niño del nacionalismo vasco? ¿Qué opinará de las ideas fascistas de Arzallus? ¿Qué podría llegar a hacer si dentro de unos años se dejase llevar por sus sentimientos?. Mejor no pensarlo.
Compañeros de
Francisco llevan a hombros su féretro en homenaje a su injusta muerte.Han vuelto a asesinar a un militar, y los militares españoles están sabiendo demostrar que forman un ejército de gente buena, de gente demócrata, de gente del pueblo... Están demostrando tener la mente fría y están sabiendo resistir magníficamente las salvajes provocaciones del nacionalismo vasco violento.
El mayor daño que se les puede hacer a esta gentuza asesina es responderles con un ejército democrático que se limite a cumplir las órdenes de los altos jefes políticos elegidos por el pueblo y que continúe siempre con su importantísima misión de la defensa de España.
En
estas imágenes pueden verse diferentes momentos del funeral de este militar demócrata,
navarro y perfectamente integrado en el pueblo.
A la izquierda su esposa no puede contener las lágrimas mientras sostiene la bandera que cubrió el féretro de su marido durante el funeral.
Lógicamente los violentos nacionalistas vascos disfrutarán con esta imagen, pero lo que quizá no sepan es que cada vez que se producen estas situaciones, su nacionalismo se hunde más y más profundamente en el más absoluto desprecio. Es posible que los nacionalistas vascos no tengan una idea demasiado clara de los millones de personas que despreciamos su doctrina salvaje y su modo racista de actuar, y quizá tampoco sepan que ese desprecio es totalmente irreversible. Nosotros no haremos como ellos, nosotros no los mataremos, pero jamás podrán evitar que les despreciemos eternamente y que nunca aceptemos ni una sola de sus exigencias.
