DIARIO EL MUNDO (11 de abril de 2002)
110 jueces han
abandonado el País Vasco desde hace 5 años
Entre ellos 5 de los 6 amenazados por el Sindicato
de Abogados Euskaldunes / Sobre un total de 197 plazas ha sido preciso nombrar
jueces sustitutos a 121 licenciados en Derecho, ajenos a la carrera
MARIA
PERAL
MADRID.-
Ciento diez jueces han salido del País Vasco en los últimos cinco años,
periodo en el que tampoco han llegado jueces suficientes para atender los órganos
judiciales: en el País Vasco sólo se cubre una de cada cuatro vacantes. Ello
ha obligado a recurrir a un número cada vez mayor de sustitutos.
La huida de jueces ha afectado especialmente a aquellos que han sido objeto de campañas de intimidación del entorno etarra: sólo uno de los magistrados incluidos en una «lista de jueces marcados» por «pisotear los derechos de los vascos» sigue en Euskadi.
«La primera victoria del terror es que los ciudadanos seamos vicarios del miedo», reflexionaba el 26 de marzo de 1998 el entonces presidente de la Audiencia de Bilbao, Joaquín Giménez. Dos días antes su nombre aparecía en un comunicado del Sindicato de Abogados Euskaldunes que difundía una «lista de jueces marcados» por actuaciones supuestamente contrarias al euskara. El Sindicato, que redactó su comunicado en castellano, nació en 1997 e integra a abogados proetarras.
«Queremos lanzar directamente nuestra flecha a la juez Belén Pérez Flecha para que quede marcada, como hasta ahora han quedado marcados Marcelino Sexmero, José Luis Barragán, Yolanda Domeño, Carmen Margalejo y Joaquín Giménez», amenazaba el Sindicato.
Pérez Flecha, que tuvo la osadía de multar al abogado Iñigo Iruin por negarse a intervenir en un juicio con intérprete de euskara, abandonó el País Vasco el pasado febrero. Antes lo hicieron todos los demás jueces marcados, salvo Domeño: Sexmero se marchó siete meses después de ser incluido en la lista; Barragán, cuya foto apareció en panfletos en los que se le tachaba de «enemigo del euskara» y fue invitado a irse del País Vasco por HB, pidió otro destino en marzo de 2000; Margalejos, juez sustituta cuando fue marcada, sigue ejerciendo esa función pero en otra Comunidad, y Giménez fue promovido al Supremo.
Otros jueces se han ido tras aparecer sus nombres en documentos intervenidos a comandos de ETA y lo mismo ha ocurrido con fiscales. El representante del Ministerio Público, que pidió la apertura del juicio contra el acusado de distribuir los pasquines en los que se amenazaba a Barragán, había salido de Guipúzcoa muy poco antes de que una detallada información sobre sus movimientos fuera encontrada al comando Buruntza, en agosto de 2001. Ese comando tenía datos sobre 79 jueces, cifra preocupante si se tiene en cuenta que en el País Vasco hay 197 plazas judiciales.
Tres meses después, el pasado 7 de noviembre, ETA asesinó al magistrado José María Lidón. 14 jueces se han trasladado desde entonces fuera del País Vasco.
En los últimos cinco años han salido de la Comunidad Vasca 110 miembros de la carrera judicial. Sólo cinco magistrados han pedido voluntariamente un destino en Euskadi en ese mismo período y el volumen de jueces sustitutos (licenciados en Derecho a los que el Estado contrata anualmente para que ejerzan como jueces) es muy elevado: actualmente hay nombrados 121.