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24 de enero de 2008 (Angelberto)

IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo

Arriba, a la derecha, Fernando Araujo, ministro de Exteriores colombiano. Abajo, a la izquierda, Ana Botella acompañando a Clara Rojas; y a la derecha, Mikel Buesa y María del Mar Blanco, hermana del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco, vilmente asesinado por ETA.

Los días 22 y 23 de enero de 2008 se ha celebrado en la Universidad CEU San Pablo, de Madrid, el IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, a cuyo congreso -en un acto del más puro desprecio- no ha asistido ni un solo miembro del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que, casualmente, es el mismo Gobierno que negoció con la organización terrorista ETA lo innegociable, a pesar de que más de media España y la inmensa mayoría de las víctimas del terrorismo estaban en contra de esa negociación.

Este congreso ha sido inaugurado por los Príncipes de Asturias, y los que sí han aceptado la invitación han sido varios relevantes cargos del Partido Popular, entre los que se encontraban Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón y José María Aznar, aparte del Defensor del Pueblo, la cabeza de lista de Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez, y multitud de representantes de los más diversos países del mundo.

Una buena parte del congreso ha sido presentado por Carlos Herrera, que, como todo el mundo sabe, aparte de víctima del terrorismo, también es uno de los más carismáticos y competentes periodistas españoles, el cual ha dado paso a varios conocidos personajes de las más variadas procedencias que han querido mostrar su apoyo a las víctimas del terrorismo. Entre los asistentes han destacado el ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Fernando Araujo, que estuvo secuestrado por los terroristas de las FARC colombianas, y Clara Rojas, recientemente liberada del largo cautiverio al que le sometieron los mismos terroristas de Colombia.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y los Príncipes de Asturias junto a las víctimas.

En este congreso se ha puesto de manifiesto que todas las víctimas del terrorismo están convencidas de la absoluta necesidad de DERROTAR a los terroristas, porque es evidente que ése es el único modo de conseguir que dejen de extorsionar, de secuestrar y de asesinar.

Como es lógico, ha sido unánime la condena al Gobierno de Zapatero por haber despreciado la invitación de las víctimas del terrorismo, y haberse negado a acercarse siquiera al salón donde se celebraba el congreso, y esta condena ha sido interpretada por cierta gente totalmente ajena a la desgracia de estas personas, como una especie de politización de las víctimas del terrorismo, dando a entender algo así como que las víctimas no tienen derecho a tener ideologías políticas o, quizá, que los políticos no deben posicionarse a favor de las víctimas del terrorismo.

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar y dos de los organizadores del congreso.

Sé muy bien que entre las víctimas del terrorismo hay personas con todo tipo de ideologías, y también sé muy bien que -no sé por qué razón- el PSOE, desde que subió al poder, ha atacado sin cesar a ese colectivo acusándole poco menos que de ser partidarios de ETA, y teniendo en cuenta los durísimos ataques que el Gobierno de Zapatero le ha propinado a las víctimas, lo más lógico es que hasta el más socialista acabe renegando del PSOE.

Por todo esto no es de extrañar que haya habido personas que, por sentirse socialistas de verdad, no les haya quedado más remedio que fundar otro partido de centro izquierda, totalmente desvinculado de ese falso, inútil y embustero PSOE que ha reinventado Zapatero, para que los socialistas realmente íntegros, que ni aceptan las mentiras ni comulgan con los terroristas, puedan tener la opción de ir a votar sin que se les revuelvan las tripas.

Mi más sincera enhorabuena a Rosa Díez por su valor y por su integridad moral, tan alejada de este vergonzoso PSOE que estamos padeciendo. Mis mejores deseos para el nuevo partido Unión Progreso y Democracia, tan claramente posicionado a favor de las víctimas y en contra de los terroristas.