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26 de enero de 2008 (Angelberto)

Como era de prever, a un mes de las elecciones el Gobierno de Zapatero ilegaliza los partidos de ETA

Los cuatro jinetes del Apocalipsis: Arriba, a la izquierda, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; a su lado la Vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. Abajo, a la izquierda, el Ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo; y a su lado el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido.

Lo mejor que tiene el Gobierno de Zapatero es que es totalmente previsible. Todos sabemos que siempre hará las cosas que más le convengan para mantener su culo en el poder.

Toda España sabía muy bien que aquella defensa a ultranza que el Gobierno, sus fiscales y sus jueces particulares hicieron de los partidos de ETA y sus miembros, cambiaría radicalmente en cuanto se fuesen acercando las elecciones, y así ha sido. Supongo que lo que se pretende con esto es tapar los desmanes que Zapatero y sus secuaces perpetraron durante La Zapaterada, y, mediante mezquinos engaños, lograr ganar de nuevo en las urnas para seguir ostentando sus bien remunerados cargos.

Los miembros del Gobierno que ayer dijeron que fue exactamente ayer cuando se lograron reunir los indicios suficientes para instar la ilegalización de los partidos de la organización terrorista ETA, mienten. Repito, esos miembros del Gobierno MIENTEN. Y mienten porque se aproximan las elecciones.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado ya tenían las pruebas suficientes y necesarias para que se instase la ilegalización de los partidos ANV y PCTV, desde bastante antes de las elecciones municipales, y todas esas pruebas estaban en poder del Gobierno -debidamente tapadas o ignoradas a causa de sus infames y espurios intereses políticos- hasta que, como cuando los magos sacan el consabido conejo de la chistera, un mes y pico antes de las elecciones los miembros del Gobierno del PSOE dicen ver por primera vez lo que todos los españoles estamos viendo, ya de sobra, desde hace casi un año.

De todos modos, y aunque el único motivo que mueva al Gobierno a ilegalizar a los partidos de ETA sean sus mezquinos intereses electorales, bienvenida sea esta medida, porque en estos cuatro nefastos años de gobierno del PSOE, ha sido una de las poquísimas decisiones acertadas de Zapatero y sus acólitos en política antiterrorista.

La pena es que no haya elecciones cada seis meses, porque de ese modo sólo nos engañarían durante cuatro meses de vez en cuando, en lugar de durante cuatro años seguidos...