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2 de febrero de 2008 (Angelberto)

Hallado en Guecho (Vizcaya) un barril de cerveza conteniendo más de 30 kilos de explosivos

Zona de Vizcaya donde apareció la bomba a la que sólo le faltaba el detonador.

El pasado miércoles, día 30 de enero, un vecino de la zona de Guecho (Vizcaya) denunció a la Policía Municipal que el día anterior, mientras paseaba por un paraje de monte del barrio Andra Mari, vio un barril de cerveza cuyas características levantaron sus sospechas. Miembros de la Policía Municipal se desplazaron hasta el lugar, y ante la posibilidad de que pudiera tratarse de una bomba, pasaron aviso a la Ertzaintza.

Cuando la Ertzaintza estudió su contenido, comprobó que se trataba de un barril de cerveza en el cual había en torno a 30 kilogramos de un potente y nuevo explosivo que hasta ahora nunca había utilizado la banda terrorista ETA, llamado amonitol, así como cierta cantidad de cordón detonante, todo ello dispuesto para introducir el detonador y convertirlo en una bomba.

En un principio se barajó la posibilidad de que podría tratarse de una entrega de material entre comandos, pero después de estudiar el modo en que estaban distribuidos los explosivos en el interior del barril, se llegó a la conclusión de que era una bomba dispuesta para ser explosionada de inmediato, a falta tan sólo de poner el detonador. Al parecer ETA pretendía llevar a cabo un atentado en la zona, pero por alguna razón se sintieron vigilados y decidieron abandonar allí los explosivos.

El manual de instrucciones de ETA para hacer bombas con las que asesinar

Portada y algunas páginas del manual de ETA para fabricar bombas.

Parece evidente que las bombas son el modo favorito de los etarras para cometer sus asesinatos, y precisamente por eso ETA ha editado un manual de instrucciones en el que, entre otras cosas, dedica varias de sus páginas a enseñar a hacer bombas a los idiotas que cometen el error de meterse en la organización. 

El que ETA sienta una especial inclinación por las bombas tiene una explicación muy sencilla: Las bombas son las armas preferidas por los cobardes porque con ellas siempre se evita el enfrentamiento. Es mucho más fácil dejar un barril lleno de explosivos en el maletero de un coche y esperar a que el temporizador active la carga o activarla mediante una llamada de teléfono móvil o un mando a distancia, que coger una pistola, esperar a una víctima desprevenida y pegarle un tiro en la nuca... Y si de lo que se trata es de un enfrentamiento cara a cara con alguien armado y prevenido, que a nadie le quepa ninguna duda de que al etarra le entrará una diarrea galopante con sólo imaginárselo, porque, como todo el mundo sabe, son unos mierdas, exactamente igual que ocurre con absolutamente todos los terroristas.

Detalle fotográfico del modo de introducir los explosivos en el contenedor de la bomba.

El manual en cuestión se titula "Ikusi eta Ikasi: Etaren oinarrizko arma eta lehengailuen eskuliburua" (Mira y Aprende: manual básico de armas y explosivos de ETA), y se compone de 61 páginas muy ilustradas, escritas totalmente en euskera -lo cual es una suerte porque más de la mitad de los etarras desconocen ese idioma-, en cuyas páginas se explica cómo matar bien, es decir, en cuyas páginas se explica el modo de montar y colocar una bomba lapa en los bajos de un vehículo, y la forma de introducir los explosivos y la metralla en un contenedor, para fabricar un coche bomba con el máximo de efectividad, con el fin de que la carga explosiva golpee de lleno y con toda su potencia a la persona o personas a las que vayan a asesinar.

El manual se divide en cinco capítulos: 1º.- Detonadores y sustancias explosivas. 2º.- Sistemas eléctricos o dispositivos. 3º.- Bombas. 4º.- Armas. 5º.- Informes.

Como puede comprobarse, la organización ETA insiste especialmente en este manual en todo lo relacionado con bombas y explosivos (ya sabemos por qué), y en esta ocasión también incluye dos modelos de informe que obligatoriamente habrá que rellenar en caso de que las armas o explosivos tengan algún defecto, o cuando los asesinos fallen en un atentado.

Detonadores y cables necesarios para provocar la explosión de la bomba.

Igualmente, y en vista de la gran cantidad de veces que a esos idiotas les han explotado sus propias bombas en las narices, ETA insiste en este manual en varias ocasiones a sus incautos y manipulados siervos, para que tengan especial cuidado al manejarlas, ya que cada gilipollas de éstos que acaba en el cementerio, siempre se traduce en una disminución de ganancias para la cúpula etarra. La fórmula es muy sencilla: menos extorsionadores = menos dinero, por consiguiente hay que tratar de mantener, e incluso aumentar, el número de extorsionadores y asesinos, porque de ese modo también aumentará el dinero y el bienestar de los capos. Ya se sabe; como en la mafia...

Es indudable que a ETA le han venido muy bien estos años de oasis socialista de Zapatero, porque en este relajado tiempo de "proceso" han podido reorganizarse, surtirse de armas y explosivos, y reclutar nuevos terroristas e instruirles adecuadamente para que hagan su trabajo y lleven a cabo sus "hazañas" con la mayor eficacia posible.

Las "hazañas" de los que siguen los manuales de instrucciones de ETA

	Atentado en Vic, año 1991. 10 muertos
	Atentado en Zaragoza, año 1987. 11 muertos