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14 de mayo de 2008 (Angelberto)

Los nacionalistas vascos de ETA asesinan con una bomba al guardia civil, Juan Manuel Piñuel Villalón

Efectos de la explosión de la furgoneta bomba de ETA en la casa cuartel de la Guardia Civil de Legutiano (Álava). A la derecha, el guardia civil, Juan Manuel Piñuel Villalón.

En plena madrugada de hoy un gigantesco estruendo sumió la localidad alavesa de Legutiano en el miedo y la desolación. De nuevo la organización nacionalista vasca ETA ha despreciado la democracia y la vida de los demás con una furgoneta bomba que contenía más de cien kilos de explosivos de alta potencia. 

En esta ocasión los terroristas han elegido el cuartel de la Guardia Civil de Legutiano, probablemente porque los guardias estaban perfectamente integrados y compartían su vida con los vecinos del pueblo con absoluta naturalidad. A diario los guardias solían echar la partida a las cartas con los vascos de Legutiano y se tomaban algunos potes con ellos, sin distinción de lugar de nacimiento, profesión o ideología política, y eso, por supuesto, era algo que ETA no podía consentir.

Fotografía aérea del lugar del atentado terrorista y estado en que quedó la casa cuartel después de la explosión.

Eran las tres de la madrugada cuando una furgoneta Citroen Berlingo robada y con las matrículas cambiadas, aparcaba frente a la casa cuartel. De inmediato se bajó el conductor, se fue corriendo hacia el Peugeot 306 que le seguía, se subió en él, y sus ocupantes iniciaron la huida a toda velocidad con dirección Bilbao, abandonando la furgoneta. El guardia civil que estaba de vigilancia observó la operación y se puso en contacto con la Comandancia para informar de lo que estaba sucediendo pero de pronto explotó el vehículo, la zona del edificio donde él estaba se vino abajo y todo se acabó. Juan Manuel Piñuel Villalón pasó a convertirse en una nueva víctima del fascista y cobarde nacionalismo vasco que inventó un hijo de la gran puta, fundador del PNV e inventor de la ikurriña, llamado Sabino Arana Goiri.

Otra perspectiva de los daños causados por los nacionalistas vascos de ETA.

Como muy bien sabían los asesinos nacionalistas cuando pusieron la bomba, en aquel momento había en la casa cuartel casi cuarenta personas, entre ellas varios niños y mujeres que dormían tranquilamente en sus camas, por lo que me imagino que se habrán llevado una gran decepción al enterarse de que con su "valiente hazaña" sólo han matado a una persona... De todos modos es probable que aun así sientan cierta satisfacción porque también han resultado heridos dos hombres y dos mujeres, uno de los cuales tuvo que ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos después de ser rescatado de debajo de toneladas de escombros.

Estoy convencido de que la muerte de Juan Manuel Piñuel es algo tan insignificante para los nacionalistas vascos, que no me cabe ninguna duda que todos ellos lo olvidarán en seguida, pero deben tener muy presente que por mucho que ellos olviden "nimiedades" como la muerte de un guardia civil o un concejal no nacionalista, nosotros, los que ahora tienen y siempre tendrán enfrente, jamás olvidaremos. 

Los destrozos causados por la bomba destruyeron otros edificios próximos a la casa cuartel.

Y no olvidaremos jamás porque es imposible olvidar el profundo sentimiento de dolor que ahora mismo tiene que estar sintiendo la esposa de Juan Manuel y que sentirá su hijo de cinco años cuando llegue a comprender que su padre murió por la locura de un montón de hijos de puta que están convencidos de que todos los que pisan una determinada tierra tienen, por fuerza, que pensar de un determinado modo, como si pensar de otra forma y expresarlo fuese un delito que deba ser castigado con la muerte o con el exilio... Que los partidarios de Sabino Arana lo tengan muy presente: Los demócratas jamás olvidaremos los desmanes que, por activa o por pasiva, están cometiendo los nacionalistas vascos para implantar por la fuerza de la sangre una nación que nunca existió y que nunca existirá.

Guardias civiles de los grupos de investigación recogen pruebas en la zona.

Sus bombas podrán ser muy grandes y potentes, y su cobardía para ampararse en ellas, mucho más grande aún, pero carecen de lo más importante, carecen de la razón, porque es imposible que tenga razón aquél que utiliza la violencia en una democracia donde caben todas las ideologías, porque es imposible que tenga razón aquél que se ampara en la violencia para avanzar en sus despreciables objetivos políticos, porque es imposible que tenga razón aquél que basa su existencia actual y futura en montones de falsedades históricas urdidas para engañar a los niños en las escuelas.

Los nacionalistas podrán matar de vez en cuando, y podrán decir que si nos doblegamos a sus deseos se acabará la violencia, pero no nos doblegaremos. Quizá lo hagan algunos (los más cobardes, porque cobardes hay en todos sitios) pero la inmensa mayoría de los españoles jamás cederemos ante las pretensiones de los hijos de puta, porque si lo hiciésemos estaríamos olvidando y despreciando a Juan Manuel y a los centenares de valientes que le han precedido.

Concentraciones en toda España en protesta por este nuevo asesinato

Hubo numerosas concentraciones en toda España en protesta por el asesinato.

Como siempre sucede cuando hay un atentado de ETA, en todas las ciudades de España se han convocado concentraciones en protesta por el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villallón, que han sido secundadas por miles de personas, y es curioso observar que entre las personas que acuden a estas concentraciones siempre suelen ponerse en primera fila los políticos, como para darnos a entender que son ellos los que encabezan la lucha contra el terrorismo, aunque la verdad es que yo no creo que sea así exactamente.

Es innegable que hay políticos que son sinceros cuando aseguran que quieren luchar contra el terrorismo, e incluso hay algunos que han demostrado ser auténticos y firmes luchadores en ese complicado campo de batalla, pero hay que reconocer que una buena parte de ellos únicamente se preocupa de conseguir el máximo poder en el menor tiempo posible para así lograr los mayores beneficios.

Si los políticos españoles quisieran de verdad que la organización terrorista ETA no existiese, la organización terrorista ETA no existiría, pero parece evidente que hay algunos -bastantes- que les interesa que el río siga revuelto, quizá para hacer bueno el famoso refrán castellano...

En Vitoria se rindió especial homenaje al guardia civil asesinado.

Y entre esos políticos indignos (porque hay que ser indigno para no luchar con uñas y dientes contra el terrorismo), destacan muy especialmente los nacionalistas vascos, grandes aficionados a disfrazarse de demócratas pero con un fondo más fascista que el propio Hitler, porque todos ellos deben saber que se es fascista cuando se odia mortalmente a los diferentes y cuando se justifican los medios para conseguir los fines con argumentos tan peregrinos como la supuesta pureza de una raza superior.

A mi entender la más auténtica sinceridad en el dolor por esta muerte es la que han manifestado los familiares, amigos, vecinos, compañeros y, por supuesto, una gran multitud de personas normales y corrientes, entre las que se encuentran esa mitad de vascos que no son nacionalistas. Ahí sí ha habido sinceridad. Pero que nadie se crea en absoluto esas caras compungidas de buena parte de nuestros políticos, porque son absolutamente falsas, y menos aún si esos políticos están adoctrinados por el fascismo nacionalista.

Los niños también participaron en los actos de protesta contra la violencia nacionalista vasca.

Es muy probable que no tardando mucho algunos de estos políticos que ahora aseguran condenar el asesinato de Juan Manuel, se vuelvan de nuevo contra el sentir general del pueblo en el momento en que consideren que ese cambio les va bien para sus intereses particulares, y si digo esto es por la sencilla razón de que, para desgracia de los españoles, esto ya ha sucedido más veces en nuestro país.

En estos tiempos en que vivimos podría decirse que la política es el arte de asegurar una cosa con absoluto convencimiento y al mismo tiempo estar pensando en hacer justo lo contrario... Efectivamente en estos tiempos la política es el arte de decir lo que la gente quiere oír sin plantearse siquiera el cumplirlo, y es que la política, por desgracia, parece ser, simplemente, el arte de engañar al pueblo.

No estaría mal que finalmente nuestros políticos se decidiesen a trabajar por el pueblo y para el pueblo, y que empezasen a tener a gala ser sinceros y no mentir a la gente con el descaro que suelen hacerlo. No sirven ni servirán nunca para nada estas concentraciones de políticos si no van acompañadas por actitudes claras de verdadera lucha contra el terrorismo y contra todo el veneno que le rodea.

Se celebra en Vitoria el funeral por el guardia civil, Juan Manuel Piñuel

María Victoria Campos, la esposa de Juan Manuel, gracias al criminal nacionalismo vasco, tuvo que ver regresar a su marido en un ataúd y cubierto por coronas de flores.

A las 10,30 del jueves, día 15, se celebró el funeral en la Catedral Nueva de Vitoria, oficiado por el obispo de la ciudad, Miguel Asurmendi y otros treinta sacerdotes, con la asistencia de la esposa de Juan Manuel, María Victoria Campos, y sus familiares. En los actos destacaron los Príncipes de Asturias, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Defensa, Carme Chacón; y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Tanto en el momento de la llegada del féretro como cuando salió de la catedral, Juan Manuel y sus familiares recibieron grandes aplausos de apoyo y agradecimiento por parte de las numerosas personas, todas ellas vascas, que se congregaron en el lugar. Y durante la misa, justo después de la comunión, cuando el templo estaba en absoluto silencio, una persona gritó: "Juan Manuel, has muerto por ser español en una tierra en la que te puede costar la vida ser español. Gracias por tu sacrificio. Otros cogeremos la antorcha". Y seguidamente todos los asistentes prorrumpieron en un estruendoso aplauso.

Después de los actos religiosos, ya en el exterior de la Catedral, Juan Manuel fue despedido con el himno de la Guardia Civil, antes de su traslado en avión a Málaga, donde le esperaba una formación de 150 guardias civiles. A continuación fue enterrado en el cementerio de la capital después de una misa oficiada por el obispo de la diócesis.

Los compañeros de Juan Manuel le llevan a hombros, seguidos por los familiares.

La esposa de Juan Manuel, María Victoria Campos, a pesar del intenso dolor por haber perdido a su marido y padre de su hijo de cinco años porque unos nacionalistas vascos se lo han arrebatado, al día siguiente del entierro tuvo la valentía y la fuerza de convocar a la prensa para leer un comunicado del que se destaca lo siguiente:

"...y gracias también al pueblo vasco, que me transmitió toda su fuerza, toda su dignidad y toda su grandeza, y repudiar desde lo más hondo de mi corazón a unos cobardes miserables que no tienen dignidad ni principios, que destruyen sin escrúpulos la vida y las ilusiones de las personas, que no saben respetar un estado de derecho, que quieren acabar con la democracia y ensucian con sus viles actos la dignidad de su pueblo, pero que sepan que no quedará así, que luchamos y lucharemos por que esta lacra de asesinos miserables acabe, y que con la ayuda de todos lo vamos a conseguir. No sois nadie, sólo basura, un punto negro en la limpieza de un gran país. Y quiero decir que esta medalla, que ya no puede llevar mi marido, la llevo yo en su nombre con todo mi orgullo. Viva España y viva la Guardia Civil."

Entre las numerosas personas que asistieron al funeral, destacaban los Príncipes de Asturias.

Ahora a María Victoria le queda continuar su vida y educar a su hijo sola, sin el apoyo y la ayuda de su marido Juan Manuel. Ahora María Victoria tendrá que vivir un drama eterno a causa de la locura fascista de una ideología racista que inventó Sabino Arana, el fundador del PNV, y que los nacionalistas han llevado a la práctica hasta el día de hoy, unas veces a tiros y a bombazos, y otras con encendidas metáforas en las que se justifica el que "unos sacudan el árbol para que otros puedan recoger las nueces..."

Otro momento del funeral de Juan Manuel.

Para formularlo del mismo modo gráfico que en su día lo expresó el anterior presidente del PNV, Javier Arzallus, con este nuevo asesinato la organización nacionalista vasca ETA ha dado una buena patada al árbol (patada de más de cien kilos de explosivos), y todos los asquerosos nacionalistas que se pasan la vida debajo esperando a que vayan cayendo las nueces, han salido corriendo (como hacen siempre) para evitar que alguna nuez de las que caen les descalabre. Pero que nadie se preocupe, que no se irán muy lejos, porque en seguida se dispondrán para volver de inmediato junto al de la patada, para a continuación bajar la cerviz y empezar a hacer la recolecta mientras babean como miserables avarientos. Ya hay que ser hijos de puta…

Efectivamente los nacionalistas vascos de ETA han vuelto a “sacudir el árbol” y el resto de los nacionalistas, pletóricos de repugnante cinismo, han dicho que condenan esta acción de sus colegas ideológicos… Je, je, que lo condenan, dicen… Es para reírse porque todos sabemos muy bien que los nacionalistas en el fondo se alegran de que ETA asesine personas inocentes, ya que de ese modo siempre podrán darnos a entender que si nos doblegásemos a sus deseos, ETA dejaría de existir…

María Victoria recibe el apoyo incondicional de los compañeros de su marido.

Por desgracia para la democracia, esta gentuza está utilizando la misma técnica mafiosa del Chicago de los años veinte para que nos rindamos a su criminal chantaje. Ahí tenemos al que sacude el árbol y también al que recoge las nueces… Del mismo modo que en Chicago estaba el que quemaba la tienda del comerciante y el que cobraba la “protección”… La verdad es que no sé cuándo se darán cuenta por fin algunos idiotas de que toda esa gentuza, todos esos mafiosos, pertenecen a la misma “familia”, una "familia" especialmente violenta y cerrilmente adoctrinada  que sigue al milímetro las despreciables directrices del "padrino".

La basura nacionalista vasca es basura perfectamente reciclada, pero esa basura no es la que echamos al contenedor del vidrio, ni al del papel, ni al de los envases… La basura nacionalista vasca es la basura que echamos al contenedor verde, al contenedor de los desperdicios orgánicos, al contenedor de los desechos que peor olor desprenden. La basura nacionalista vasca es la que, cuando tiene el poder, impide que en las casas cuartel de la Guardia Civil se instalen barreras que las protejan de los coches bomba; la basura nacionalista vasca es la que consiente que haya calles en el País Vasco bautizadas con nombres de los asesinos de ETA; la basura nacionalista vasca es, en fin, la peor mierda de España, la peor mierda de Europa, y como mierda que es, así deberemos tratarla siempre.

De todos modos no es de extrañar que el nacionalismo sea mierda porque hay que reconocer que ¿qué otra cosa sino mierda podría salir de la enfermiza mente su fundador Sabino Arana...? Estoy convencido que todos debemos tener esta idea muy clara, NACIONALISTA = MIERDA.

Los vascos se concentraron contra ETA en la plaza de Vitoria, donde ondearon banderas españolas. Arriba, a la izquierda, una imagen en la que se ve al lehendakari Ibarretxe largándose en su coche oficial.