150.000 personas en la manifestación de San Sebastián contra el nacionalismo obligatorio
El
día 19 de octubre de 2002 una gran manifestación de unas 150.00 personas
llenó las calles de San Sebastián con el lema "CONSTITUCIÓN Y
ESTATUTO SÍ, NACIONALISMO OBLIGATORIO NO". La manifestación fue
convocada por la plataforma pacifista Basta Ya y a ella acudieron vascos de
todas las poblaciones de Euskadi y muchos de
los 200.000 que han tenido que huir de su tierra a causa de la mortal
amenaza nacionalista.
La manifestación se inició a las cinco y media de la tarde en los jardines de Alberdi Eder, y tras recorrer las calles Hernani, Urbieta, Prim, Paseo de los Fueros, República Argentina y finalmente llegar al Boulevard, aún había miles de manifestantes en los jardines de Alberdi Eder que todavía no habían podido iniciar la marcha. La larga distancia que hay entre el principio y el fin de la manifestación estuvo continuamente abarrotada de personas gritando ¡¡¡LIBERTAD!!!.
A
la manifestación acudieron, entre otros, intelectuales y artistas vascos
como el filósofo Fernando Savater, el escultor Agustín Ibarrola, la
profesora Gotzone Mora, el profesor Carlos Martínez Gorriarán, la pintora
Marta Cárdenas, el periodista Gorka Landáburu, el amenazado párroco de
Maruri Jaime Larrinaga, la profesora y presidenta de la Fundación para la
Libertad Edurne Uriarte... Igualmente participaron en esta marcha los
colectivos de víctimas del terrorismo entre los que destacaban los padres
de Miguel Ángel Blanco, Natividad Rodríguez la viuda de
Fernando Buesa, Consuelo, la
hermana de Gregorio Ordóñez que fue candidato del PP a la alcaldía de San
Sebastián hasta que los nacionalistas lo asesinaron. Y también estuvieron
dando apoyo a los vascos no-nacionalistas sindicalistas como Nicolás
Redondo y políticos del PP, PSOE, Unidad Alavesa y Unión del Pueblo
Navarro como Enrique Múgica, Carlos Iturgaiz, Mayor Oreja, Txiki Benegas,
Patxi López, Miguel Sanz, Ernesto Ladrón de Guevara, Ramón Rabanera y
otros muchos personajes vascos y no vascos que quisieron dar el aliento que se
merecen las víctimas producidas por el fascismo de la asociación
PNV-EA-ETA-IU consolidada en el tenebroso y criminal Pacto de Lizarra.
Como es lógico a esa manifestación no fueron ninguno de los que están al otro lado de la libertad: A esta manifestación no fue Otegui, ni Josu Ternera, ni los jóvenes ignorantes de la "kale borroka" que lo queman y lo destrozan todo, ni los asesinos de ETA, ni Arzallus, ni Ibarretxe, ni ningún nacionalista vasco, ni ningún comunista de Izquierda Unida... Aunque quizá haya una pequeña luz de esperanza para los que se sienten comunistas pero no están de acuerdo con el terrorismo porque en esta manifestación estuvieron varias personas de la Unificación Comunista de España que según ellos no tienen absolutamente nada que ver con Izquierda Unida.
Durante
la manifestación los asistentes corearon en numerosas ocasiones la palabra
"LIBERTAD" pero también gritaron otras frases como "NOSOTROS
SÍ TENEMOS OTRO PLAN, ARZALLUS E IBARRETXE AL TRIBUNAL PENAL", "LEHENDAKARI,
DÓNDE ESTÁS", "NO SON GUDARIS, SON FASCISTAS", "VAYA
LIBERTAD, VAYA LIBERTAD, SI DICES LO QUE PIENSAS TE VIENEN A MATAR",
"ARZALLUS APUNTA, ETA DISPARA", "ESTO ES ESPAÑA",
"IBARRETXE DIMISIÓN", "MÁS JUECES COMO GARZÓN",
"ESTO ES UN PAÍS, NO ES UN BATZOKI", "SOMOS VASCOS, AQUÍ
NOS QUEDAMOS", "NO NOS PONDRÁN DE RODILLAS",
"NACIONALISMO NO, GRACIAS", "LA PAZ NO SE VENDE, LA LIBERTAD
NO SE COMPRA", "NI ETA NI CARROÑEROS", "SOMOS
CIUDADANOS Y NOS BASTA".
Y como curiosidad también hay que decir que por primera vez alguien se ha atrevido a enarbolar banderas españolas en el País Vasco las cuales están prohibidas por la banda terrorista ETA desde hace tiempo y nadie se atreve a exhibir para evitar ser asesinado. Hay que reconocer que algo bueno hemos conseguido gracias a la enloquecida propuesta obligatoria del nacionalista Ibarretxe...
Al finalizar la manifestación se leyó el siguente comunicado:
«Desde
hace más de un cuarto de siglo, el País Vasco soporta una plaga terrorista
insólita en la Unión Europea, que ha producido más de ochocientas víctimas
mortales y miles de heridos, secuestrados, extorsionados, etc. El objetivo
de la banda terrorista ETA es imponer un estado independiente, formado por
las tres provincias de la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y la región
vasco francesa.
Este proyecto delirante, que pretende crear de la nada un estado que nunca existió a partir de pedazos arrancados a estados democráticos vigentes y en contra de la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos, es algo así como un Frankenstein político en la Europa contemporánea: y como el otro monstruo, desdichadamente, deja su camino sembrado de cadáveres.
En
el País Vasco español, que goza de mayor autonomía política y fiscal que
cualquier otra región europea, gobiernan desde hace décadas los partidos
nacionalistas.
Los ciudadanos no nacionalistas y sus representantes, en cambio, viven entre atentados y amenazas que hacen imposible la libre expresión de sus ideas políticas.
El nacionalismo gobernante da por sentado que son intrusos imperialistas que no merecen realmente el nombre de vascos: para ellos, sólo son auténticos vascos los nacionalistas.
Miles de ciudadanos vascos no nacionalistas han tenido que optar por marcharse del país: profesores, periodistas, empresarios, representantes políticos y gente de toda otra condición que no quieren verse obligados a guardar silencio o a renunciar a su ideología.
Gracias
a esta limpieza étnica, la hegemonía del nacionalismo se ve cada vez más
consolidada. Y la única oferta de paz que los nacionalistas gobernantes
hacen al resto de la población consiste en exigirles que acepten sin
rechistar tal hegemonía uniformizadora, como precio al final de la
violencia que ellos se encargarán de pactar con ETA.
Nosotros nos negamos a aceptar ese planteamiento de nacionalismo obligatorio o sentencia de muerte. Reivindicamos un País Vasco plural en el que tengan los mismos derechos nacionalistas y no nacionalistas, el cual no existirá hasta que ETA sea política y socialmente derrotada.
Aceptamos sin problemas los vínculos culturales que emparentan a los vascos de España y Francia, pero nos negamos a sustantivarlos en un mítico sujeto político que exija el despedazamiento de dos estados democráticos realmente existentes. Exigimos como objetivo prioritario que cese la violencia terrorista y por tanto apoyamos las iniciativas legales y políticas destinadas a poner fin a su impunidad social.
No queremos que el dinero de nuestros impuestos sea destinado
indirectamente a financiar las armas con las que nos matan o amenazan.
Exigimos de nuestros gobiernos, tanto estatales como autonómicos, plena
protección y reconocimiento no sólo de nuestras personas sino también de
nuestros proyectos de convivencia.
Nos negamos a que por la vía de los hechos consumados los terroristas obtengan una recompensa política por sus crímenes. Y reivindicamos la ciudadanía constitucional desligada de imposiciones étnicas, dentro de la cual puedan desarrollarse ¬una vez conseguida y asentada la paz¬ todas las propuestas democráticas de futuro».
En
fin, que esta nueva manifestación de los demócratas vascos ha servido para
que toda España y el resto del mundo sepan que en el País Vasco no sólo
hay nacionalistas, que en el País Vasco -y según
las últimas elecciones- hay unos 740.000 nacionalistas por 650.000
no-nacionalistas, sin contar los casi 400.000 que se abstuvieron de votar y
los 200.000 vascos no-nacionalistas que han
tenido que huir de Euskadi por estar amenazados de muerte o por no haber
logrado superar la presión mafiosa que el nacionalismo ejerce sobre los
vascos que no comulgan con esa idea fascista.
La radicalización del nacionalismo vasco propugnada primero por ETA y ahora por Ibarretxe, todo indica que acabará siendo un revulsivo para que los demócratas despertemos de una vez y no consintamos bajo ningún concepto que la violencia asesina del nacionalismo vasco de Sabino Arana, Arzallus, Ibarretxe y ETA acabe derrotando a la democracia y a la libertad.
