Web El Boleto: Contra el fascismo nacionalista: LEY Y DEMOCRACIA (02/10/07)

A la izquierda, fotos del atentado de ETA en Durango el pasado 24 de agosto. A la derecha, Ibarretxe arengando a los nacionalistas para seguir en su línea.

Después de un agradable descanso, nuevamente vuelvo al tajo para seguir en esta lucha criminalmente iniciada por los nacionalistas de ETA y fielmente seguida por el resto de nacionalistas vascos, una lucha miserable a la que ahora también se han unido los nacionalistas catalanes.

Y si digo que esta lucha en la que estamos metidos es miserable, se debe a que las actitudes de las minorías nacionalistas sólo pueden ser catalogadas de ese modo: MISERABLES, ya que la mayor parte de sus iniciativas están cimentadas sobre todo lo que de perverso tiene el más mezquino fascismo.

Ya sé que el término "fascismo" puede no parecer apropiado para definir a esta gentuza ya que, por ejemplo, ETA es de izquierdas, pero lo cierto es que las técnicas, tácticas y actitudes de estos nacionalistas, sean de izquierdas o de derechas, encajan a la perfección con el fascismo nacional-socialista de Hitler.

Los nacionalistas vascos y catalanes (también en algunas ocasiones los nacionalistas gallegos), utilizan con el máximo descaro las siguientes tácticas fascistas:

1º.- Utilizan y se aprovechan de la violencia, el terrorismo y los asesinatos para "convencer" a los que no tienen la misma ideología política que ellos, de que lo mejor que pueden hacer es ponerse de su parte.

Arriba y abajo, fotografías de nacionalistas catalanes quemando las fotos de los reyes. En el centro, dos políticos nacionalistas en Jerusalén riéndose del cristianismo, probablemente porque quizá lo identifiquen con España.

2º.- Aceptan como bueno saltarse las leyes para obligar a la gente a que hable el idioma que ellos quieren que se hable y no otro.

3º.- Tratan por todos los medios de apropiarse de unos territorios que en absoluto les corresponden.

4º.- Continuamente hacen propaganda de que el único modo de ser vasco, catalán o gallego es siendo nacionalista, al mismo tiempo que desprecian, insultan, agreden e incluso asesinan al que se niega a serlo.

6º.- Sienten una exagerada exaltación patriótica hacia su bandera, al mismo tiempo que les produce un curioso placer quemar las de los demás.

7º.- Utilizan la educación infantil para engañar a los niños desde pequeños y meterles en la cabeza su doctrina totalitaria y su historia falsificada, con el fin de crear una futura generación de autómatas a las órdenes de su ideología.

Y éstas son, entre otras, las tácticas utilizadas por las minorías nacionalistas para lograr sus objetivos, pasando por encima de las mayorías democráticas.

Efectivamente los nacionalistas, como buenos fascistas, se apoyan en la violencia para, a partir de ahí, poner en práctica todas las técnicas de manipulación de masas (es decir, de manipulación de tontos) que se han llevado a cabo por los peores dictadores de la historia.

Sin duda alguna todos los dictadores son despreciables, aunque lo cierto es que el dictador que consigue serlo después de una guerra, al fin y al cabo podría decirse que se lo ha currado, sin embargo estos dictadorzuelos de mierda que tenemos en España, se han limitado a aprovecharse de la democracia (como Hitler) para, poco a poco, ir imponiendo sus particulares dictaduras.

Hay buenos ejemplos de estos actos despreciables por parte de los que han conseguido mandar en algunas autonomías. Llama la atención esa prohibición que los nacionalistas han impuesto en Cataluña de rotular los comercios con idiomas distintos al catalán, o esa obligación impuesta por un político nacionalista gallego de que los niños de las guarderías tengan que aprenderse y cantar el himno gallego... Y qué decir de los nacionalistas vascos... Los nacionalistas vascos, con Sabino Arana a la cabeza, tienen el dudoso honor de haber sido los primeros en embarcarse en la peor y más cobarde de las violencias, utilizando para ello una perfecta combinación de fascismo y mafia con cuya mezcla han conseguido que más de 200.000 vascos se hayan tenido que exiliar del País Vasco, y que algunos cientos de miles más se hayan "convertido" al nacionalismo para evitar ser agredidos o asesinados, aparte, por supuesto, de las casi mil personas a las que han matado en nombre del nacionalismo vasco.

Sin duda alguna, lo más próximo a las ideologías fascistas son estos nacionalismos que, gracias a la democracia, nos vemos obligados a sufrir en España. Todos ellos tienen en común la cobardía, porque es evidente que jamás se atreverían a actuar del modo que actúan si en España no tuviésemos esta democracia que nos ampara a todos (y sobre todo a ellos). Una de las mejores demostraciones de esta cobardía la podemos observar en la propia ETA, que en sus primeros quince años de existencia, durante la dictadura, sólo asesinó a 45 personas, mientras que en los quince siguientes, ya en democracia, asesinó a 700. Y es que, claro, como es natural, para los cobardes es mucho más fácil asesinar en las democracias que en las dictaduras...

A la izquierda, la fotografía que los nacionalistas catalanes le enviaron a Albert Rivera, del partido Ciutadans, con una bala en su cabeza ensangrentada. A la derecha, nueva quema de imágenes del Rey por parte de los nacionalistas catalanes.

Últimamente estamos asistiendo a numerosos ataques nacionalistas contra España y sus símbolos, pero también -como siempre- se está atacando a los catalanes o vascos que se niegan a seguir la cerril doctrina nacionalista. A los vascos que no son nacionalistas es habitual que se les ataque casi a diario, y precisamente por eso esas agresiones ya empiezan a no ser noticia. Y también los nacionalistas catalanes suelen reventar cualquier mitin o reunión política que no sea nacionalista, aunque hasta ahora no se había detectado con tanta claridad en los nacionalistas catalanes ese odio mortal contra los disidentes, que habitualmente sienten los nacionalistas vascos.

También los nacionalistas catalanes han aprendido a utilizar la mezcla de fascismo y mafia para acojonar al resto de los catalanes, y aparte de hacer con la mano el signo de cortar el cuello a todo aquél que no comulgue con su ideología fascista, también han dado el paso de enviar fotos con balas y sangre a los que más destacan en la defensa de la democracia. Tal ha sido el caso de Albert Rivera, del partido Ciutadans, que se manifiesta contrario al nacionalismo, y precisamente por eso, y a entender de los nacionalistas catalanes, debe ser asesinado.

Como puede comprobarse, la situación que estamos viviendo actualmente en España es cada día más complicada, y nuestra convivencia se deteriora por momentos por culpa del nacionalismo y de los idiotas que le dan alas a esta ideología fascista. Los nacionalistas son un porcentaje insignificante con respecto al resto de los españoles, y si se les ve algo es gracias a la propaganda que les hacen los medios de comunicación y a ese antidemocrático método electoral que, con muchísimos menos votos, le da más diputados a los partidos nacionalistas que a los de ámbito español.

Esperemos que en un futuro los políticos empiecen a ser un poco más profesionales y empiecen a dedicarse a beneficiar al conjunto de la sociedad, en vez de alimentar a esas minorías de violentos que tienen como único fin la destrucción de España. Nosotros no vamos a quemar banderas ni fotografías de nadie; y tampoco vamos a amenazar, ni a enviar fotos con balas incrustadas, ni a asesinar. A nosotros nos basta con que las autoridades apliquen la Ley y tengan siempre muy presente que la Democracia que no es otra cosa que la IGUALDAD entre todos los españoles.