Como viene siendo habitual después de la detención de un comando de ETA, la Guardia Civil hasta el momento ha dado con dos de los zulos que tenían los asesinos del comando Vizcaya para esconder sus armas y explosivos.

El primero de ellos se descubrió el miércoles 22 -justo al día siguiente de las detenciones-, y se encontraba junto al muro de la iglesia de Tresfuentes, en la localidad riojana de Valgañón.

En este zulo, entre otras cosas, había en el interior de una mochila, una metralleta, distintos efectos para robar coches y sustancias tranquilizantes, medicamentos muy utilizados por ETA para administrárselo a las personas que ha secuestrado.

El segundo zulo se encontró ayer, día 24, y estaba en Pazuengos, próximo a Santo Domingo de la Calzada, también en La Rioja. En él había 125 kilogramos de material explosivo (aluminio, nitrometano y nitrato amónico) para fabricar amonitol, que es una sustancia de gran poder detonante que está utilizando ETA en los últimos atentados. Igualmente se hallaron varios detonadores, cordón detonante, mandos a distancia y distintos elementos necesarios para construir artefactos explosivos. También en este zulo se han encontrado matrículas francesas y portuguesas.

El maletín hallado con jeringuillas, tranquilizantes e hipnóticos, según declaraciones de los detenidos, era para facilitar el cautiverio de un concejal del PSOE al que pretendían secuestrar y después asesinar -como a Miguel Ángel Blanco- si el Gobierno no cedía a sus pretensiones.

Se da la circunstancia de que el primer zulo, el de Valgañón, está a unos tres kilómetros de Ezcaray, y en esta localidad tienen una vivienda los padres de la novia de Arkaitz, la también terrorista etarra ahora detenida, Maialen Zuazo Arruecoechea, por lo que era habitual que los miembros del comando Vizcaya se pasasen temporadas en esa zona de La Rioja, lo que sin duda les ha supuesto una ventaja para elegir el lugar más apropiado donde construir uno de los zulos, y seguramente esta vivienda también les habrá servido de escondrijo después de alguno de los numerosos atentados que han llevado a cabo últimamente.

Es una pena que ni Arkaitz ni Maialen puedan volver a pasar unos días de asueto a Ezcaray, y no sé por qué me da la impresión que se pasarán unos cuantos años hasta que vuelvan a pisar el suelo de esa vivienda... A ver si los gilipollas que están deseando relevar a estos tontos, se van enterando de que la vida no es una película de la Edad Media.

El juez Garzón presente en todas las actuaciones

El juez Garzón, que es el juez que dirige esta investigación, ha estado presente en todas las actuaciones de la Guardia Civil para garantizar -aún más si cabe- los derechos de los detenidos, y de primera mano se ha podido comprobar que, efectivamente, los terroristas de ETA sólo son valientes cuando tienen una pistola en la mano y una nuca desnuda a diez centímetros de distancia, o cuando ponen una bomba y explota -sin saber nunca a quién va a matar-, después de que ellos hayan puesto tierra de por medio.

El mierda ése de Arkaitz Goikoetxea -tan cobarde como cualquier etarrra- sabía muy bien los años de cárcel que se le venían encima y ha preferido dar toda la información de que disponía, para ver si así es posible que se le tenga en cuenta su colaboración con la Guardia Civil y con el juez Garzón, y de ese modo que se le suavice un poco la pena.

De todos modos no sería de extrañar que el tal Arkaitz acabe asegurando que fue el propio juez Garzón quien le torturó para que hablase, porque como todo el mundo sabe, los etarras y todos los que giran alrededor de ETA y cometen delitos en su nombre, cuando son detenidos tienen la consigna de denunciar que han sido torturados aunque se les haya tratado a cuerpo de rey.

No estaría mal que las comisarías y cuarteles de la Guardia Civil estuviesen llenos de cámaras para que grabasen todos y cada uno de los minutos que los etarras están ahí detenidos, para que a nadie (ni siquiera al PNV, 18/05/08, 28/06/08) le quedase ninguna duda del trato totalmente digno que reciben estos asesinos. De todos modos hay que reconocer que es muy humano, y tiene cierta lógica, que las personas pensemos que los demás siempre hacen lo que, en el mismo caso, haríamos nosotros.

En fin, la cuestión es que, gracias a esta magnífica operación de la Guardia Civil, se ha quitado de en medio al único comando operativo que tenía ETA en la actualidad, y se ha intervenido una importante cantidad de explosivos que habrían servido para quitar más de una vida. Además, los propios etarras detenidos han declarado que, con esos explosivos, tenían intención de realizar un gran atentado en Vizcaya, aparte de otros actos terroristas como secuestrar a un concejal del Partido Socialista de Eibar y asesinar al juez Santiago Pedraz... ¡huy, perdón!, quería decir Grande Marlaska (qué absurdo, ¿en qué estaría yo pensando?).

Habían planeado el asesinato de Grande Marlaska y el secuestro y asesinato de un concejal del PSOE

Estos "héroes" de ETA que han sido cazados como conejos por la Guardia Civil, han declarado que habían planeado el asesinato del juez Grande Marlaska, seguramente por ser un juez eminentemente justo, evidentemente valiente y con las ideas muy claras en lo que se refiere a la organización terrorista ETA y a sus actividades criminales, y además los asesinos contaban con la ventaja de que este juez tiene un apartamento en la misma urbanización de Ezcaray donde también lo tienen los padres de la novia de Arkaitz.

Pero la "hazaña" de los "héroes" no iba a quedarse ahí, porque también tenían pendiente el secuestro y asesinato del concejal del Partido Socialista de Eibar, Benjamín Atutxa Iza, en una operación igual a la que realizaron cuando secuestraron y asesinaron a Miguel Ángel Blanco.

Con este secuestro pretendían obligar al Gobierno a doblegarse a sus deseos a cambio de la vida de Benjamín, lo que, sin duda alguna, habría supuesto la muerte de un nuevo inocente, ya que un Gobierno serio jamás puede rendirse ante el chantaje de unos terroristas. Por suerte no pudieron llevarlo a cabo gracias a que Benjamín lleva escolta permanente.

Realmente la Guardia Civil ha realizado un buen trabajo con estas detenciones. Es evidente que han salvado la vida de muchos inocentes y han hundido un poco más a ETA. Que sigan así siempre, como una máquina imparable, hasta que no quede ni uno.