Los
rectores de las Universidades españolas en defensa de la libertad
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El día 15 de febrero de 2001 la Conferencia de Rectores de Universidades
Españolas se reunió en la Universidad de Lejona-Leioa, del País Vasco, para mostrar su
defensa de la libertad contra el terrorismo de ETA.
Todos los rectores unidos
firmaron el manifiesto "La Universidad en defensa de la libertad", y Manuel
Montero, el rector de la Universidad del País Vasco, en un crudo discurso (pulse aquí para
leerlo completo) reconoció su miedo y el de una importante mayoría de vascos pero al
mismo tiempo lanzó un mensaje de esperanza porque por fin se podía vislumbrar que ese
miedo estaba empezando a ser vencido.
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Aun así, Manuel Montero reconoció que la
democracia en el País Vasco estaba viviendo un momento de auténtico peligro debido al
totalitarismo propugnado por los terroristas y su entorno, y le pidió al gobierno vasco
que defendiese a la Universidad frente a las agresiones que viene sufriendo del mundo de
ETA, ya que en la Universidad está el futuro del País Vasco.
Igualmente reivindicó el
derecho primario a expresar las propias ideas sin miedo a ser asesinado por ello, y deseó
que por fin llegase el momento en que la sociedad deje de consentir que haya
universitarios obligados a llevar escolta.
También recordó en su
discurso a los profesores exiliados y amenazados a causa de las coacciones y presiones
fascistas de ETA, y exhortó a todos diciendo que había que dejar de cerrar los ojos y de
mirar para otro lado.
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Saturnino de la Plaza, rector de la Universidad
Politécnica de Madrid y presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades
Españolas, manifestó en nombre de todos los rectores su denuncia contra la práctica de
la violencia como medio para conseguir fines políticos, asegurando que todas las ideas
son legítimas excepto las que van contra la voluntad del pueblo y la democracia.
Sin lugar a dudas la
Universidad es el futuro, ya no sólo de un país sino de la humanidad entera, porque en
la Universidad se concentra la cultura y el saber, y precisamente porque la Universidad es
el futuro es por lo que el nacionalismo fascista y totalitario de ETA y todo su entorno
están atacándola para tratar de asfixiarla.
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La más clara evidencia del control fascista que
ETA y su entorno quieren imponer a la Universidad la tenemos en la importante cantidad de
profesores y alumnos que se han visto obligados a exiliarse o a llevar escolta para evitar
ser asesinados por los nacionalistas de ETA, y recordemos también que el día 18 de
diciembre de 2000 ETA puso una bomba -que por suerte no
explotó- en la Universidad del País Vasco, con la intención de asesinar a la profesora
vasca Edurne Uriarte (foto de la derecha) y de rebote a decenas de estudiantes y
profesores que se encontraban en el lugar. Y tampoco podemos olvidar el intento de
asesinato del profesor vasco José Ramón Rekalde (foto de la
derecha), ni el asesinato del profesor catalán, aunque muy relacionado con Euskadi, Ernest Lluch... Y, por supuesto, todos recordamos y recordaremos
siempre al profesor Francisco Tomás y Valiente que fue asesinado el 14 de febrero de 1996
por un nacionalista vasco de ETA mientras trabajaba en su Universidad de Madrid.
Está clarísimo que ETA y su
entorno quieren controlar a la sociedad por medio del miedo, pero están poniendo especial
cuidado en controlar sobre todo a la Universidad porque saben perfectamente que
controlando la cultura controlarán también a la sociedad.
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Y para demostrar que ETA y su entorno están contra la libertad propugnada
por las universidades españolas en pleno -incluida la vasca-, unos cuantos cobardes
alborotadores -nacionalistas vascos, por supuesto- cogieron unas cuantas ikurriñas, unas
cuantas pancartas, unas cuantas capuchas y unas cuantas piedras, y se organizaron para
tratar de reventar el acto universitario en favor de la libertad.
En lógica previsión de que
los nacionalistas vascos relacionados con ETA tratasen de atacar a los asistentes, la
Ertzaintza montó un cordón de seguridad con una gran cantidad de policías
antidisturbios en torno a la Universidad y de ese modo se consiguió que los fascistas no
lograsen su objetivo. |
De todos modos, varios de los nacionalistas vascos afines a ETA allí
concentrados se enmascararon como cobardes y se dedicaron a romper todo aquello que se les
puso por delante. Destrozaron una buena parte del pavimento, rompieron cristales, se
introdujeron en varias dependencias de la Universidad y hasta tiraron ordenadores por las
ventanas...
Se enfrentaron a la
Ertzaintza tirándoles piedras e insultándoles, y la Ertzaintza respondió con pelotas de
goma hasta que los fascistas decidieron coger sus ikurriñas, sus pancartas y sus
capuchas, y se fueron de la Universidad considerando -supongo- que habían realizado un
acto heroico por la libertad de Euskal Herria. |
Y nuevamente la Ertzaintza se ha visto obligada a defender a los
demócratas de la habitual violencia que ejercen los nacionalistas vascos radicales. Nadie
sabe cuáles fueron las órdenes que les dieron los políticos del PNV para este día,
aunque podría deducirse con bastante facilidad. Supongo que la Ertzaintza tenía orden de
evitar que los delincuentes del entorno de ETA reventasen el acto universitario, pero sin
duda también debía haber unas órdenes muy estrictas para no detener a ninguno de ellos.
Y así fue. No hubo detenidos. Es decir, los nacionalistas vascos del entorno de ETA
cometieron sus habituales desmanes con la habitual impunidad a la que desde siempre nos
tienen acostumbrados.
¿A qué se deberá esta
impunidad? ¿Será por el pacto de Lizarra? ¿Será por afinidad de ideas? ¿Será por
miedo?.
Pues no sé por qué será,
lo que sí que sé es que, desgraciadamente, LA IMPUNIDAD EXISTE EN EL PAÍS VASCO para el
entorno de ETA.
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