LOS ASESINOS DE ETA SÓLO REPRESENTAN AL 8 % DE LOS VASCOS O AL 0'4 % DEL TOTAL DE LOS ESPAÑOLES

 

EL ASESINATO DE LA NIÑA SILVIA MARTÍNEZ SANTIAGO Y DEL CIUDADANO CECILIO GALLEGO ALARIAS, EN SANTA POLA (ALICANTE)

 

A las ocho y media de la tarde del día 4 de agosto de 2002 un gigantesco estruendo se oyó en Santa Pola (Alicante) y en todas las localidades próximas. Nuevamente los nacionalistas vascos habían puesto en marcha su maquinaria de asesinar indiscriminadamente por medio del terrorismo cobarde.

En esta ocasión los nacionalistas eligieron Santa Pola, una población turística que en los meses de verano siempre está a rebosar de turistas que disfrutan del sol, de las playas y de la tranquilidad. A continuación los terroristas buscaron la Casa-Cuartel de la Guardia Civil (edificio donde viven los guardias civiles con sus familias) y estacionaron junto a ella un potentísimo coche bomba.

Según relataron las personas que se encontraban en la zona, la violencia de la explosión fue tan grande que cayeron numerosos tabiques de casas próximas a la Casa-Cuartel y fueron destrozadas muchas puertas, ventanas y enseres de varios edificios de la calle Azorín y de otras calles próximas.

 

Los nacionalistas vascos de ETA no tuvieron en cuenta (o quizá sí) que en ese edificio vivían niños y mujeres. Los nacionalistas vascos de ETA no tuvieron en cuenta (o quizá sí) que junto a la Casa-Cuartel había una parada de autobús que en aquellos momentos estaba llena de gente. Los nacionalistas vascos no tuvieron en cuenta (o quizá sí) que aquella zona estaba muy transitada durante los meses de verano. La cuestión es que como consecuencia de la explosión murió instantáneamente Cecilio Gallego Alarias, un hombre de 57 años, natural de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y actualmente residente en Torrevieja, que se encontraba esperando el autobús, y también murió la hija de un guardia civil, una niña de 6 años llamada Silvia Martínez Santiago que se encontraba jugando en su habitación acompañada por su madre, por su tía y por un primo de 5 años que resultó gravemente herido. Como consecuencia de la explosión más de 40 personas resultaron heridas de diversa consideración (algunas de ellas graves).

 

En el momento de la explosión las paredes y los muebles de la habitación de Silvia volaron por los aires y los escombros la sepultaron causándole daños irreversibles. 

Cuando lograron rescatarla, la niña aún vivía y fue trasladada urgentemente al Hospital de Elche pero nada se pudo hacer por su vida e ingresó cadáver.

Aparte de estos irreversibles daños personales, los nacionalistas vascos pueden sentirse doblemente orgullosos porque también han logrado que numerosas personas se hayan quedado sin casas y sin enseres gracias a la "heroica" acción de los gudaris de mierda (es curioso pero al pensar en la palabra "gudari" inconscientemente se me representa un individuo cobarde que asesina niños por la espalda. Lo siento).

 

La cuestión es que los gudaris vascos se las ingeniaron para poner el coche bomba junto a la habitación de una niña y junto a una parada de autobús llena de gente, en lugar de ponerla al lado del cuartel propiamente dicho, que es donde están las oficinas y las salas de armas de la Guardia Civil.

Estos nacionalistas vascos, que creen ser soldados, sólo son unos críos incompetentes que ni siquiera son capaces de hacer las cosas como las haría un auténtico comando, y en vez de destruir las dependencias militares de la Guardia Civil, asesinan a una niña que juega en su habitación y a un ciudadano que espera el autobús...

 

Pero lo cierto es que esto no es más que la representación de lo que significa el nacionalismo vasco en general y que no es otra cosa que odio irracional, torpeza absoluta e ineptitud total.

Indudablemente Sabino Arana consiguió que casi la mitad de su pueblo se convirtiese en una manada de burros envueltos en una bandera inventada para un partido político -y copiada de la británica- que basan su existencia en el expansionismo, el fascismo y la muerte... Los vascos que han sido capaces de no dejarse dominar por la corriente racista y violenta que representa el nacionalismo de Sabino Arana, sin duda son personas inteligentes.

 

La torpeza nacionalista queda patente si analizamos un poco sus técnicas para lograr lo que el racista, y también torpe, Sabino Arana dejó en sus escritos como doctrina para crear el nacionalismo vasco y hacer una nación nueva. Estas son algunas de las TORPEZAS que han cometido y cometen los nacionalistas vascos para lograr sus fines:

1º.- Los nacionalistas vascos crean un grupo terrorista para amenazar, secuestrar y asesinar a los vascos que no son nacionalistas, para asesinar a los que luchan contra la delincuencia nacionalista y para asesinar también -de un modo indiscriminado- a otras diversas personas (niños incluidos) que nada tienen que ver con el nacionalismo.

2º.- Los nacionalistas vascos también utilizan el mismo grupo terrorista para amedrentar en plan mafioso al resto de los vascos y "convertirlos" al nacionalismo por la fuerza del miedo. 

 

3º.- Los nacionalistas vascos exigen la anexión de Navarra y parte de Francia, a pesar de que ni los navarros ni los franceses desean formar parte del País Vasco.

4º.- Los nacionalistas vascos exigen la independencia a pesar de que sólo son votados por el 40% aproximadamente del pueblo vasco (incluidos los "convencidos" por la fuerza del terror).

5º.- Los nacionalistas vascos utilizan el poder político que les da su alianza con los terroristas y con los comunistas para excluir y aislar socialmente a los vascos que no son nacionalistas, provocando masivos exilios en las personas que no aceptan "convertirse" al nacionalismo vasco de Sabino Arana, Arzallus y ETA (vaya trío...).

6º.- Los nacionalistas vascos utilizan ese mismo poder político corrupto del que disponen, para colmar de subvenciones oficiales al entorno de los asesinos (más) con el fin de que dispongan de suficiente dinero en metálico para sus deplorables actividades.

 

7º.- Los nacionalistas vascos (de ideología claramente fascista) se asocian con los comunistas para lograr sus fines, sin darse cuenta que nacionalistas y comunistas son los dos extremos más extremistas que tiene la política.

8º.- Los nacionalistas vascos se enfrentan por la fuerza al Gobierno español (probablemente porque se sienten respaldados por el terrorismo de ETA), sin darse cuenta que son POCOS, DÉBILES, ESTÚPIDOS Y COBARDES, y que no están capacitados en absoluto para lograr nada de nada por la fuerza.

9º.- Los nacionalistas vascos, con su modo de actuar, se han ganado a pulso el odio de prácticamente todos los españoles y el desprecio de muchos países extranjeros, y con ello sólo han conseguido alejarse infinita y eternamente de su absurdo proyecto expansionista.

10º.- Y si a todo esto le añadimos que el conjunto de los nacionalistas vascos han hecho causa común con la misma ETA que hoy ha asesinado a Cecilio y a la niña Silvia, para evitar que el partido que les da cobertura política y económica sea ilegalizado, llegamos a la conclusión de que los nacionalistas vascos son indudablemente TORPES porque sólo los torpes intentarían apagar un fuego con gasolina. 

 

Y después del atentado, los mismos nacionalistas que se asocian con ETA, y que están en contra de la ilegalización de su partido político, y que dicen que hay que aguantar los muertos que sea porque lo importante es avanzar en "lo otro", se meten en su papel de "demócratas" (que ellos saben muy bien que no son) y "condenan" el atentado y montan hipócritas manifestaciones de apoyo a las víctimas para hacer creer a los más tontos que están en contra de ETA, pero los que los conocemos bien sabemos perfectamente que el nacionalismo vasco es un bloque cerrado que tiene como único enemigo a todo lo que sea diferente a ese bloque.

Después de estos nuevos asesinatos y después de ver el comportamiento de connivencia con ETA que desde hace años están teniendo todos los nacionalistas vascos, no nos va a quedar más remedio que odiarles a todos por igual del mismo modo que ellos nos odian a nosotros. Sinceramente creo que los españoles tenemos que empezar a aprender a odiar profundamente al nacionalismo vasco y a los nacionalistas vascos, y debemos considerarlos nuestros enemigos mortales porque enemigos mortales son. No sé a cuántas personas llegará este escrito pero desde aquí, y con gran dolor, ruego a todos que APRENDAMOS A ODIAR AL NACIONALISMO VASCO DEL MISMO MODO QUE EL NACIONALISMO VASCO NOS ODIA A NOSOTROS.

Es lo justo.

 

Por enésima vez miles de personas salieron a la calle para pedir la libertad y la paz que el nacionalismo vasco de ETA nos niega a los que no tenemos la ideología política de su fundador Sabino Arana. 

Nuevamente el pueblo realizó numerosas y multitudinarias manifestaciones para que TODOS entiendan de una vez que estamos hartos de tanto fascismo, de tanto terrorismo y de tantas amenazas como sufrimos de parte del nacionalismo vasco, y que si no se hace nada para acabar con esta situación, el propio pueblo acabará tomándose la justicia por su mano.

 

En esta ocasión el pueblo también ha salido a la calle para exigir a nuestros políticos y a nuestros jueces (incluidos "los de la democracia", como si los demás no fueran demócratas) que no consientan que una ideología fascista campe a sus anchas por nuestro país cometiendo multitud de ilegalidades y comportándose con esa chulería propia de los mafiosos que saben que NADIE hará nada contra ellos debido al miedo que inspiran.

Es imprescindible que TODOS los jueces (incluidos "los de la democracia") de una vez por todas utilicen el SENTIDO COMÚN para dictar sus sentencias en vez de perderse en cuestiones semánticas que únicamente buscan el error del legislador, en vez de el espíritu de la ley, para acabar dejando libre al delincuente.

 

 

Esta vez han sido varios miles de personas las que han llenado las manifestaciones, pero detrás de cada una de esas personas había otros muchos miles que, aunque no estuvieron físicamente, también les acompañaron moralmente en su lucha por la libertad.

Todos los ayuntamientos de las capitales españolas (País Vasco incluido, naturalmente) realizaron actos de condena de este horrible atentado, con la llamativa excepción del Ayuntamiento de Bilbao cuyo alcalde en funciones, Ibon Areso (nacionalista del PNV), más o menos vino a decir que "no era procedente" que el Ayuntamiento de Bilbao realizase ningún tipo de acto oficial para condenar este atentado. 

 

Es realmente curioso lo que ocurre con los despreciables personajes del PNV. Aún recuerdo, entre otros, el homenaje al asesino de ETA Patxi Rementería celebrado en el Ayuntamiento de Markina, que está gobernado por el PNV y cuyo homenaje respaldaron en votación todos los concejales del PNV y de EA. La cuestión es que ese asesino murió junto a otros criminales compañeros suyos, víctimas del coche bomba que ellos mismos iban a colocar en Bilbao y que explosionó mientras circulaban con él por la ciudad. Pues bien, el Alcalde del PNV, Ángel Kareaga, decidió permitir -y apoyar con su voto- un homenaje al asesino en las dependencias de su Ayuntamiento, y el PNV, con Arzallus a la cabeza, le apoyaron en su decisión. ¿Qué les parece?, y sin embargo ahora otro alcalde del PNV decide que "no es procedente" condenar oficialmente los asesinatos de la niña Silvia y del ciudadano Cecilio. Ya me dirán ustedes si, viendo estas cosas, no debemos ODIAR AL NACIONALISMO VASCO... Menos mal que tras el homenaje a Rementería yo también le hice el mío propio al final del artículo "Monumento a la cobardía", y de ese modo supongo que nos desagraviamos todos un poco. 

 

El nacionalismo vasco en general es el verdadero y único culpable de la muerte de Silvia, de Cecilio y de los casi mil muertos que ha ocasionado el grupo terrorista que representa al nacionalismo vasco, porque desde que Sabino Arana lo inventó para lo único que ha servido ha sido para fomentar el racismo y el odio.

Ahora los despreciables nacionalistas vascos están bastante callados porque si en estos momentos dijesen las cosas que habitualmente dicen, es probable que el pueblo se los comiese crudos, pero no pierdan ustedes cuidado porque cuando los miserables nacionalistas vascos calculen que el cuerpecito de Silvia está lo suficientemente podrido volverán a alentar el terrorismo con sus manifestaciones públicas de expansionismo, fascismo y esclavitud.

 

Y dentro de un tiempo, y gracias a los alientos del nacionalismo "democrático" (ja, ja... "democrático"), la banda terrorista ETA volverá a asesinar, y las pancartas de siempre volverán a salir a la calle, y todos volveremos a indignarnos, y todos gritaremos nuevamente "BASTA YA, ETA NO", y pediremos ilegalizaciones, y exigiremos más dureza para los terroristas... Pero ya habremos olvidado a Cecilio y a la pequeña Silvia. Sólo serán un número más de los cientos y cientos de inocentes asesinados en nombre del nacionalismo vasco. Y todo seguirá igual...

Pero precisamente eso es lo que tenemos que evitar, QUE TODO SIGA IGUAL. Lo primero que hay que hacer es ilegalizar Batasuna, cueste lo que cueste y lo más rápido posible, y lo segundo ODIAR A LOS NACIONALISTAS VASCOS como ellos nos odian a nosotros y además porque ellos han sido los responsables que que hayamos llegado a esta situación de exilios, de secuestros y de asesinatos.

 

   Uno de los heridos tras la explosión de la bomba.

 

   Traslado de otra de las muchas personas que resultaron heridas en el atentado.

 

   Estado en que quedaron la viviendas de la Guardia Civil donde ETA puso el coche bomba.

 

   Otra perspectiva de los daños causados a las viviendas.
   Un bombero realizando labores de derribo de las zonas más afectadas.

 

   Estado en que quedó el interior de una de las viviendas.
   Destrozos en una de las habitaciones de la Casa-Cuartel.    Daños causados en diversos vehículos que se encontraban aparcados en la zona.

   

   Algunos daños causados en viviendas próximas al atentado.    Restos del coche bomba con el que los nacionalistas vascos asesinaron a la niña Silvia y a Cecilio.

 

   Momento en que el féretro de la niña Silvia sale de la iglesia.    Otro momento del traslado de las víctimas del atentado nacionalista.

 

   El tremendo dolor de los padres de Silvia durante el traslado del cadáver.

 

   Momento que recoge la despedida de Silvia.
   Miles de personas fueron al cementerio para dar el último adiós a las víctimas.    Debido al intenso dolor, la madre de Silvia se desmaya y tiene que ser sacada del cementerio en camilla por los servicios sanitarios.

 

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